La reforma de la moral en época de Felipe IV

Felipe IV, rey de España y considerado por la historiografía convencional parte de los «Austrias menores» gobernó durante medio siglo (1621-1665), que podemos dividir su reinado en dos etapas. La primera marcada por la figura de su valido, el conde duque de olivares, y la segunda por un control del gobierno y ejercicio del cual ejerció igual que su abuelo, Felipe II. Esta introducción nos permite presentar a la propia Compañía de Jesús, que aprovechó su influencia para insertarse en la Corte madrileña, jugando un papel crucial tanto a nivel espiritual como político durante la primera etapa del reinado de Felipe IV. Convirtiéndose en grandes influyentes al ser confesores de los miembros de la familia real y de los validos del monarca como es el caso de P. Fernando Chirino de Salazar, convertido en confesor del conde duque de Olivares en 1622. Este puesto le ofreció asistir a las principales juntas de gobierno y su opinión tuvo un peso considerable en las decisiones políticas del valido. O el confesor el P. Aguado, que apoyó la nueva ideología, haciendo sumisa a la monarquía a favor de los intereses de la Iglesia. Su segunda etapa es considerada por muchos la reconversión de Felipe IV hacia nuevos criterios políticos, mediante la inflexión moral en la que va a tener gran relevancia sor María de Ágreda, consejera del propio monarca, la cual forma parte de la Orden de la Inmaculada Concepción. Este cambio político y espiritual se debió al fracaso de la política identificada con el conde duque, la cual fue considerada por el propio monarca como una castigo divino ante el «olvido» o poca preocupación de este en las labores de gobierno, realizando una verdadera reforma de la moral, donde será de importancia la figura de la Inmaculada Concepción, en el ámbito espiritual. En definitiva, el estudio del papel de la Compañía de Jesús como de las diversas manifestaciones litúrgicas producidas durante el reinado de Felipe IV nos muestra la importancia de los diversos grupos religiosos durante la Monarquía de los Austrias.

VIOLETA SAAVEDRA GARCÍA



Los predicadores de Felipe IV. Cortes, intrigas y religión en la España del Siglo de Oro, de  Fernando Negredo del Cerro, Madrid, Editorial Actas, 2006.

BUCM: D946.052NEG

Fernando Negreo del Cerro, doctor en Historia Moderna por la Universidad Complutense de Madrid, ofrece en sus líneas de investigación, la Historia de la Corte bajo los Austrias e Historia de las relaciones Iglesia-Estado en la España moderna.

Concretamente en esta obra, Los predicadores de Felipe  IV. Cortes, intriga y religión en la España del siglo de Oro, nos ofrece cómo era la intervención en tareas gubernativas de la Iglesia en el Barroco en época de Felipe IV.  Para ello concentra sus estudios en un grupo de eclesiásticos, los predicadores reales, analizando su ámbito de actuación, sus carreras profesionales… , además de analizar sus discursos predicados y como estos pervivieron en el tiempo. La mayoría de los religiosos a los cuales estudia pertenecen a la compañía de Jesus, elegidos para ocupar el púlpito real. Su papel confesional, se vio enturbiado por asuntos de gobierno provocando diferencias entre regiones y otras órdenes y compañías, como la de los dominicos. Además, al involucrarse en cuestiones de la burocracia local y estatal, para debilitar a las universidades y los Colegios mayores, todo bajo el proyecto del Conde de Olivares, el cual quería debilitar a este tipo de instituciones dentro del régimen polisinodial; acabó en odio y resentimiento hacia los jesuitas, que se hará más evidente en la segunda mitad del reinado de Felipe IV. Destacar esta obra por su relevancia en el estudio de los religiosos en la España del Siglo de Oro, ya que refleja cómo las órdenes religiosas se introducen en la Corte, buscando beneficio propio, siendo destacada la orden de los jesuitas, cuyas ambiciones desborda en el ámbito meramente religiosos o litúrgico para pasar a la primera fila de las decisiones políticas.

 

La forja de una identidad. La compañía de Jesús (1540-1640), de Ester Jiménez Pablo, Madrid, Ediciones Polifemo, 2014.

BUCM: CE27-789.5JIM

Ester Jiménez Pablo, doctora en Historia Moderna por la Universidad Autónoma de Madrid, ofrece en sus diversas líneas de investigación el estudio de la didáctica de la Historia y Educación Jesuita.

Concretamente en esta obra, La forja de una identidad. La compañía de Jesús (1540-1640), se nos proyecta como fue concebida la compañía de Jesus desde su fundador. En cuestiones espirituales no varió su doctrina, tomando como voto la obediencia al Papa, la cabeza de Dios en la tierra. Pero sí lo hizo en cuestiones políticas, ya que la compañía realizó una serie de acciones, a través de su modelo pedagógico característico, que provocó la influencia de los Jesuitas en la mayoría de las Cortes Europeas durante el siglo XVI y XVII, debido a su capacidad intelectual. De igual manera ocurrió en la Monarquía Hispánica, ya desde época de Felipe III, cuyas relaciones son narradas a partir del capítulo seis.  Esta orden religiosa accedió por sus competencias intelectuales e influencia en una época donde la Monarquía Hispánica, se va a denominar como reino universal, debido al esfuerzo del propio Felipe II, y de los demás monarcas de la dinastía de los Austrias en controlar la política religiosa en Italia, chocando incluso con el propio Papa. Durante la primera etapa del reinado de Felipe IV, esta compañía se constituirá al lado del poder, provocando ciertas consecuencias en la segunda etapa del reinado de Felipe IV, al chocar las propias ambición reformadora de la moral del propio monarca  con las del Papa. En definitiva, esta obra constituida a través de trabajos interdisciplinares sobre la Corte, muestra la organización política-religiosa de la Edad Moderna y cómo los cambios políticos de la época van a perjudicar a las obras espirituales de las órdenes religiosas y del Papado. 

 

La piedad de la casa de Austria. Arte, dinastía y devoción, ed. de Víctor Mínguez Cornelles e Inmaculada Rodríguez Moya, Gijón, Editorial Trea, 2018.

Víctor Mínguez Cornelles, doctor de Historia del arte por la Universidad de Valencia, cuyas principales líneas de investigación son: las imágenes del poder y del rey; junto a Inmaculada Rodriguez Moya catedrática de la Universidad Jaume I en el Departamento de Historia, Geografía y Arte, cuyas líneas de investigación también se centran en la iconografía del poder. Ambos son coordinadores de esta obra  que resumen las líneas de investigación tratadas sobre este tema durante la celebración en Castellón del VI Simposio Internacional Iconografía y forma: visiones de Inmaculadas, reliquias y Santos, celebrado en el 2017. Donde se trató de poner las bases de las repercusiones que tuvieron las imágenes de devoción para la dinastía de los Habsburgo. Esta obra centrada en las Pietas austriacas, evidencia cómo se manifestaba la devolución cristiana en la Casa de Austria durante la Monarquía Hispánica. Concretamente nos centraremos en los estudios que acontecen en el siglo XVII, durante el reinado de Felipe IV, época del siglo de oro español. Ya se dio gran importancia al dogma de la Inmaculada Concepción de Maria, cuyos autores más relevantes de este periodo, como Lope de Vega o Calderon de la Barca, basaron el dogma en la limpieza no manchada, preservando la Virgen Maria su gracia y quedando exenta del pecado original heredado por todos los hombre desde la Adam y Eva. Este dogma será defendido desde su fundación por la compañía de Jesus, siendo uno de sus máximos exponentes Francisco Suarez, en su obra De Mysteriis. Fue en el siglo XVII, en época de Felipe III y Felipe IV, cuando la compañía de Jesus no sólo defendió este dogma sino que acabó convirtiéndose en los mayores defensores de la Inmaculada Concepción hasta el siglo XIX. En definitiva, la importancia de las líneas de investigación mostradas en el siglo XVII, nos evidencian evidencian procesos como la jura inmaculista, la canonización de determinados santos de la Contrarreforma…. Episodios que mostrarán la construcción de un Imperio bajo el signo de la Fe cristiana.