Guerra de Sucesión Española
La guerra de Sucesión de España (1700-1714), de Joaquim Albareda Salvadó. Barcelona: Crítica, 2010.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.051ALB
MANUEL CASTELLANO (UPF)
El conflicto sucesorio abierto tras la muerte de Carlos II no solo marcó un nuevo periodo dinástico y redefinió la Monarquía Hispánica, sino que también reconfiguró los equilibrios de poder europeos y el mapa continental. Atendiendo a ello, y a partir de un sólido trabajo de investigación en archivos españoles, franceses, británicos, italianos y austríacos reforzado con una amplísima bibliografía. Joaquim Albareda ofrece una panorámica de la Guerra de Sucesión en España atendiendo a su doble vertiente de contienda internacional y conflicto civil. En lo que se refiere a su dimensión interna, si bien se produjo un enfrentamiento civil entre las Coronas de Castilla y Aragón, los alineamientos se fueron fijando en base a una dinámica influida por la inestabilidad propia de los cambios en el conflicto sucesorio y los intereses sociales, políticos, económicos o religiosos de los actores involucrados. Es necesario en este sentido remarcar el concienzudo análisis de la realidad política de los diversos territorios que conformaban la Monarquía, así como de los proyectos enfrentados en esta pugna dinástica que, como queda patente en la obra, no pueden reducirse a una mera dualidad entre absolutismo borbónico unificador y neoforalismo austracista.
La dimensión internacional de la contienda, de vital importancia desde el propio germen del conflicto y hasta su conclusión y fuertemente entrelazada con el contexto interno de la Monarquía Hispánica, se observa a partir de los intereses que implicaron a los diferentes países europeos, con especial atención a las posiciones francesa e inglesa por ser los principales apoyos de Felipe de Anjou y el archiduque Carlos. Se jugó en este ámbito internacional, ciertamente, una guerra por el equilibrio europeo, que no eclipsa el peso de los contextos sociopolíticos que vivía cada una de las potencias implicadas ni la relevancia del interés por asegurar el predominio comercial y colonial, lo que provocó que las ventajas comerciales, y especialmente lo relacionado territorios americanos, su futuro y la capacidad de acceso a sus mercados, adquieren un papel de gran relevancia. Las necesidades franco-británicas allanaron el camino a una paz que, si bien no satisfizo completamente a ninguno de los contendientes, se mostró más completa y duradera de lo que en un primer momento podría haber parecido a pesar de dejar cuestiones inacabadas, entre las que se da especial atención a la cuestión catalana, y que debieron tratarse en Rastatt, Baden y, ya en 1725, Viena. Nos hallamos pues ante un libro de referencia no sólo sobre la propia Guerra de Sucesión española, sino también clave para entender los distintos proyectos que buscaron reestructurar la Monarquía Hispánica resultante del cambio dinástico y la configuración resultante tras el triunfo de la opción borbónica.
La pérdida de Europa la guerra de Sucesión por la Monarquía de España, coord. por Antonio Álvarez-Ossorio, Bernardo J. García García y Virginia León. Madrid: Fundación Carlos de Amberes, 2007.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.051SEM
EDUARD MARTÍ (UPF)
En el año 2007 Antonio Álvarez-Ossorio, Bernardo J. García García y Virginia León editaron esta obra colectiva con el apoyo de la Fundación Carlos de Amberes. El objetivo era analizar las profundas transformaciones políticas, económicas y culturales que llevaron la crisis de la Corona Hispánica como potencia dominante en Europa durante los siglos XVII y XVIII. Para estudiar este declive, conocido históricamente como la "pérdida de Europa", treinta reconocidos académicos procedentes de más de una veintena de universidades europeas, abordaron la problemática con un enfoque multidisciplinar: desde la fiesta y la imagen, el teatro y la música en la Corte, pasando por toda la cuestión foral, los intereses económicos, la represión y el exilio, la diplomacia y las consecuencias de la “perdida”. El título hace referencia al desvanecimiento de la hegemonía española en el continente, consolidada durante los siglos XVI y principios del XVII, cuando la Corona Hispánica ejercía una influencia significativa gracias a su dominio territorial, económico y militar. A partir de la segunda mitad del siglo XVII, esta posición privilegiada comenzó a erosionarse debido a una combinación de factores internos y externos. Entre los primeros, el libro destaca la crisis económica, la disminución demográfica, la corrupción administrativa y el excesivo coste de unas guerras que se alargaron demasiado en el tiempo. Estos problemas, y otros, debilitaron la capacidad de la Corona para competir con las nuevas potencias europeas, como Francia, Inglaterra y los Países Bajos.
La obra también destaca la pérdida progresiva de territorios clave en Europa, como los Países Bajos y algunas regiones italianas, así como el debilitamiento de la influencia española en el Sacro Imperio Romano Germánico. Además, se subraya el impacto cultural e ideológico de este declive. Mientras España perdía relevancia geopolítica, surgía un nuevo orden ilustrado que transformaría de manera radical el universo intelectual europeo, relegando los valores tradicionales que habían sostenido la hegemonía española. A pesar de ello, también se destaca la resiliencia de la cultura hispánica, que mantuvo su influencia en ciertos ámbitos artísticos y religiosos. Sin duda, La pérdida de Europa ofrece una visión rigurosa y matizada del proceso de decadencia de la Corona Hispánica como potencia hegemónica. La obra invita a reflexionar sobre cómo los cambios estructurales, las guerras internacionales y la evolución ideológica moldearon el destino del continente y reconfiguraron el mapa político de la Europa moderna.
El archiduque Carlos y los austracistas: Guerra de Sucesión y exilio, de Virginia León Sanz. San Cugat del Vallés: Editorial Arpegio, 2014.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.055LEOarch
MARIO LUIS LÓPEZ DURÁN 8UAM)
Este libro ofrece un análisis profundo y riguroso sobre la figura de Carlos de Austria y el austracismo durante la Guerra de Sucesión Española, así como en los años de exilio posteriores. Esta obra, ampliamente documentada y estructurada, representa una contribución fundamental a los estudios sobre el período, aportando una perspectiva renovada sobre los conflictos políticos y las dinámicas sociales de principios del siglo XVIII. La obra explora el austracismo no solo como una facción política dentro del conflicto sucesorio, sino como una alternativa política, cultural y administrativa en la España de los Habsburgo. Su análisis va más allá del ámbito militar para considerar las contribuciones de los ministros y líderes austracistas a la configuración de un sistema político en el exilio. Apoyada en una amplia base archivística que incluye fuentes españolas, italianas y austríacas, la autora reconstruye con precisión los eventos clave del conflicto y las experiencias del exilio. Este enfoque permite arrojar luz sobre aspectos menos conocidos del austracismo, como la administración de territorios italianos por parte de exiliados españoles o la formación de un Consejo Supremo de España en Viena. Por otra parte, la obra examina las tensiones entre el Archiduque Carlos y sus aliados, incluyendo las potencias marítimas y su propio hermano, el emperador José I. Este enfoque subraya las limitaciones políticas y estratégicas del candidato austracista, así como sus intentos por consolidar un modelo de gobierno autónomo. Asimismo, el libro destaca el papel de Carlos de Austria y su corte en la difusión de la cultura barroca, el simbolismo político y las prácticas administrativas hispánicas en la Europa central. Asimismo, analiza cómo el austracismo influyó en el pensamiento político europeo, particularmente en Austria e Italia, configurando nuevas tradiciones políticas y culturales.
En cuanto a la organización interna, la obra recorre la vida de Carlos de Austria desde su candidatura al trono español hasta su coronación como emperador y sus últimos años en Viena. Los capítulos centrales se centran en los momentos cruciales de la guerra en la península ibérica y en la formación de una nueva estructura administrativa en el exilio. También aborda aspectos menos explorados, como el impacto de las políticas borbónicas y austracistas sobre las instituciones y comunidades locales. En síntesis, la obra de Virginia León Sanz constituye una lectura esencial para comprender las complejidades de la guerra de Sucesión Española y sus consecuencias en Europa. Su análisis, tanto político como cultural, invita a repensar este período desde una perspectiva que trasciende el enfrentamiento entre Borbones y Habsburgo, destacando la riqueza y diversidad de las experiencias políticas del momento. Este libro no solo enriquece la historiografía existente, sino que abre nuevas líneas de investigación sobre las dinámicas imperiales y las identidades políticas en el mundo moderno.
Famiglie, nazioni e Monarchia. Il sistema europeo durante la Guerra di Successione spagnola, ed. de Antonio Álvarez-Ossorio Alvariño, Cheiron, 39-40 (2003).
BCSIC (CCHS-Biblioteca Tomás Navarro Tomás): 91(4)"15/17" AVAREZO famiglie
SABRINA DELNERI (UAM)
La muerte de Carlos II, el ascenso al trono de Felipe de Anjou y la consiguiente guerra de Sucesión española fueron hitos que sacudieron en profundidad las bases del sistema político que, hasta 1700, había imperado en los estados europeos, y ni siquiera la paz de Utrecht (1713) y Rastatt (1714) lo lograron a estabilizar. Este dossier, editado por Antonio Álvarez-Ossorio Alvariño, para la revista Cheiron -dirigida desde su fundación en 1982 por el historiador italiano Cesare Mozzarelli- resume en sus páginas el conflicto bélico y político que atravesó la Europa meridional, desde Portugal hasta Italia. Si en la península Ibérica el conflicto degeneró en una guerra civil, dado que con la fundación de una nueva dinastía se pusieron a dura prueba los pilares de la Monarquía y provocó constantes exilios y deserciones, en los territorios italianos los enfrentamientos en los campos de batalla se alternaron a duras disputas diplomáticas y ambiguas neutralidades.
Fue un mérito de esta publicación colectiva poner el foco, de un lado, en los stati italianos, políticamente irrelevantes pero necesarios para los equilibrios en la península Itálica y el resto de Europa –como afirmaba el mismo Mozzarelli en su apostilla final–, y de otro, certificar el abandono de las iniciativas políticas borbónicas con el progresivo declive del Consejo de Italia, según la investigación de Antonio Álvarez-Ossorio Alvariño. Los ensayos de Stefano Tabacchi, Francesca Fausta Gallo y Daniela Frigo, sobre Roma, Milán y Nápoles, Venecia y las pequeñas cortes del norte de Italia, respectivamente, explican con claridad como las élites italianas se encontraron en la posición de deber tomar partido por uno u otro de los contendientes. El resultado fue igualmente decepcionante: Roma, bajo la política celantista y neutral de Clemente XI, ya no recuperó su posición central quedándose fuera de las negociaciones de paz, mientras la Serenísima vio como los ejércitos al mando de Eugenio de Saboya acampaban en sus posesiones en la Tierra Firme véneta, para quedar, al final de la guerra, encerrada por los territorios del imperio de los Habsburgo. Con la pérdida de Milán y Nápoles, las familias aristocráticas locales, después de siglos al servicio de la monarquía de España, se vieron obligadas a asumir el cambio de dinastía o a tomar la vía del exilio y perder tierras y bienes. Peor suerte tuvieron las antiguas dinastías de las pequeñas cortes del valle del Po que, como en el caso de Mantua y Mirandola, desaparecieron absorbidas por potencias mayores, o quedaron arruinadas por las deudas contraídas para evitar la guerra, caso de Módena. De los príncipes italianos solo Víctor Amadeo de Saboya logró, gracias a su intuición política y a las conquistas militares, importantes concesiones, como el reino de Sicilia. De nuevo, como en el Cinquecento, la península Itálica terminó siendo campo de batalla y premio para los vencedores.
El Papado y la Guerra de Sucesión española, de David Martín Marcos. Madrid: Marcial Pons Historia, 2011.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.051MAR
SABRINA DELNERI (UAM)
Ya durante el pontificado de Inocencio XII (1691-1700), en los años que preludiaron la crisis sucesoria del reinado de Carlos II, en la Curia vaticana se había manifestado una corriente dentro del Sacro Colegio que abogaba por recuperar el papel mediador del papado, perdido con la paz de Westfalia (1648). Un grupo de cardenales, en su mayoría de origen italiano, los llamados zelanti, apostaba por esta nueva dirección diplomática destinada a aumentar su presencia en la escena internacional. En 1700, el fallecimiento casi concomitante del papa Pignatelli y de Carlos II impulsó la elección al solio pontificio de Clemente XI, Giovanni Francesco Albani, nacido en Urbino y súbdito pontificio, cuya carrera curial se había desarrollado en las estancias de los palacios vaticanos y que se consideraba cercano al grupo de los cardenales celantes. La crisis sucesoria española que se había abierto con la lectura del testamento del último de los Habsburgo madrileños impuso a los cardenales la obligación de aprovechar con rapidez esta oportunidad para recuperar dicha iniciativa diplomática en un momento que se anunciaban fuertes tensiones en Europa.
La obra de David Martín Marcos analiza de manera puntual los pasos que sucedieron a la elección del nuevo pontífice en la aplicación del programa celantista, que se tradujo en una renovada vigilancia hacia a las inmunidades eclesiásticas, en una posición firme respecto a la herencia dogmática post-tridentina y en la búsqueda de un rol de mediación entre las potencias católicas europeas, reforzando a su vez la hegemonía del papado sobre los territorios italianos, caso de Nápoles. Sin embargo, la actuación del proyecto papal fue, con las palabras del mismo Martín Marcos, «una empresa imposible». La actividad política de Clemente XI se reveló un fracaso desde su inicio, dado que la secularización de las relaciones con las potencias europeas dejaba al papado un rol de pura representación. La escasa preparación diplomática y negociadora del pontífice y de su entorno agregaron más fallos y errores, desacreditando finalmente la obra papal mientras en la ciudad de Roma reinaba el descontrol por las luchas diplomáticas y los altercados físicos entre hispanofranceses e imperiales. Al final, la guerra terminó llegando a los territorios pontificios y Clemente XI tuvo que reconocer como rey católico de España al archiduque Carlos en 1709, hecho provocó la reacción de Felipe V, quien ordenó la ruptura de las relaciones con la Santa Sede. Cuando empezaron las negociaciones de paz en Utrecht, en enero de 1712, la situación para la corte pontificia se presentaba sumamente complicada. Excluido de las negociaciones y aislado en medio del tablero diplomático, Clemente XI no pudo expresar su voluntad respecto a los privilegios feudales que el papado poseía sobre Nápoles, el ducado de Parma y Piacenza y el reino de Sicilia. Este último territorio fue entregado a Víctor Amadeo de Saboya por parte de Felipe V, sin tener en cuenta de la autoridad pontificia ni mencionando sus antiguos derechos medievales. El inicio de la firma de los tratados de paz en Utrecht, en 1713, finalmente, sancionó el definitivo fracaso de la política celantista de Clemente XI.
Monarquía de Oriente. La corte de Carlos III y el gobierno de Italia durante la guerra de Sucesión española, de Roberto Quirós Rosado, Madrid: Marcial Pons Historia, 2017.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.051QUI
JAIME HARGUINDEY GARCÍA (UAM)
En el contexto de la guerra de Sucesión española, la difícil situación tras varias derrotas militares llevó a Luis XIV a plantear la posibilidad, sin abandonar los derechos de su nieto Felipe al trono español, de una conveniente partición de la Monarquía de España en dos mitades con sendas soberanías garantizadas. A comienzos de 1709, en la conferencia de La Haya, la diplomacia francesa adjuntó un memorándum que trataba la división de la Monarquía disputada en Monarquía de España de Oriente y en Monarquía de España de Occidente. Una propuesta que reivindicaba la memoria de la antigua Roma y de sus procesos de partición en Imperio romano de Oriente e Imperio romano de Occidente. Modelo teórico que postulaba la cesión de la parte occidental al Habsburgo Carlos III, futuro emperador Carlos VI, con la mayor parte de España y de América; mientras, la parte oriental correspondería al Borbón Felipe V incluyendo Cataluña con otras provincias orientales de España y la Italia española con las islas del mar Mediterráneo. Aparte, Luis XIV se quedaría con Lorena, Luxemburgo, Guipúzcoa y Navarra, reuniendo por fin las partes Alta y Baja de este último reino para el lado galo. Propuesta diplomática francesa que no llegó a buen puerto y que distó mucho de quién acabó poseyendo cada eje en la práctica. El desarrollo de la guerra mantuvo la parte de Occidente bajo la soberanía de Felipe V, paralelamente a la consolidación de la oriental en manos de Carlos III.
La naturaleza política de esta Monarquía de España de Oriente es el objeto de estudio de este libro, fruto de la tesis doctoral de Roberto Quirós Rosado, atendiendo más concretamente al gobierno de la Italia austracista durante la guerra de Sucesión. Lo que el autor hace manejando una amplia bibliografía procedente de diversas corrientes historiográficas y un amplio abanico de fuentes documentales custodiadas en multitud de archivos y bibliotecas europeos. En el primer capítulo estudia el ejercicio de la práctica de poder sobre los territorios italianos del reino de Nápoles y el Milanesado desde la corte de Carlos III, tanto en Barcelona como en Viena, a través del funcionamiento de las secretarías, juntas y consejos, analizando igualmente las trayectorias y redes clientelares de los principales personajes situados en estos espacios. Luego, en el segundo capítulo de la obra, estudia la economía de la gracia que Carlos III desarrolló para afianzar la lealtad de las élites italianas e integrarlas en su proyecto mediante la concesión de collares del Toisón de Oro, Grandezas de España y títulos nobiliarios, además de señoríos, rentas o privilegios que igualmente ilustran las dinámicas de movilidad social que tuvieron lugar en ambos bandos durante la guerra de Sucesión. Finalmente, en el tercer y último capítulo, el autor analiza la continuidad del largo papel de los españoles en el gobierno de Italia a través de espacios políticos de relevancia por su grado de control de la justicia, la hacienda y los resortes administrativos milaneses y napolitanos, además de ejercer como visitadores en los procesos fiscalizadores de los ministerios locales, pese a la resistencia de las élites italianas, celosas de la supervisión política de los españoles.
Los asaltos anglo-holandeses a Cádiz y Vigo de 1702: El diario del barón Sparre, ed. de Manuel Bustos Rodríguez. Cádiz: Editorial Universidad de Cádiz, 2021.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.818ASA
ALEJANDRO GONZÁLEZ SACRISTÁN (UAM)
Si hablamos de investigaciones referentes al siglo XVIII con una proyección hacia América debemos mencionar la trayectoria académica de Manuel Bustos Rodríguez; catedrático de Historia Moderna desde la Universidad de Cádiz y director de la Real Academia Hispanoamericana. Las investigaciones del autor de la obra que venimos a presentar han completado un gran número de monografías y artículos de revista referentes al estudio sobre la bahía del comercio gaditano. La importancia que recae sobre este espacio durante la Carrera de Indias ha sido uno de los puntos esenciales a la hora de comprender su valor estratégico y militar a lo largo de toda la Edad Moderna. Sin embargo, la competencia existente entre diferentes potencias europeas y la localización de enclaves también situados a las costas del Atlántico -el caso de Vigo y las costas gallegas- vuelven necesaria la mirada hacia una proyección territorial más general en términos militares. Sobre estos precedentes, el historiador escoge el estudio de estos dos lugares dentro del contexto general de la Guerra de Sucesión española. Un conflicto estudiado en esta ocasión, desde el asalto angloholandés de 1702 descrito y realizado junto con el contemporáneo Willem Karel, Barón de Sparre.
La obra es un buen ejemplo de una construcción narrativa basada en la sencillez de lectura y la capacidad para nutrirla de fuentes primarias sin perder un hilo argumentativo. Dentro del propio texto, la valoración sobre este ataque conjunto ayuda a situarnos sobre la complejidad que suponía llevar a cabo un ataque coordinado dentro de las propias alianzas. Las cuales trataron de infligir un castigo al Duque de Anjou en sus plazas peninsulares más protegidas y de buscar un cambio de lealtades en ambos puertos. Desde este punto de vista, cabe destacar la buena práctica que encontramos en la lectura para poder llevar a cabo una comprensión de la guerra en términos generales. La propia estructura de la obra y el orden de sus capítulos tienen como fin adaptar un ritmo de lectura sencillo para un público general. La elección del diario del personaje principal es la prueba del uso de fuentes primarias como un recurso ineludible, para lecturas livianas y de igual valor histórico. En este sentido, el autor es capaz de generar una serie de ideas sobre las problemáticas del conflicto desde el propio punto de vista del diario y de las anotaciones que se recogen en su interior. Las críticas realizadas por el Barón hacia sus aliados en el combate destacan como una acción predeterminada a la hora de elaborar el escrito. Es decir, como un medio de presentar la problemática, sin dejar de lado la valoración de los archivos y de la documentación publicada. Todo ello tampoco escapa al comentario general donde se inscribe la importancia del comercio marítimo de la plata americana en el juego europeo de la guerra. Cuya importancia, define el gran interés de las flotas enemigas a la hora de establecer ataques estratégicos sobre estos puntos, junto con la correspondiente defensa de Cádiz y Vigo y de las mercancías que llegaban a sus playas.
Almansa. 1707 y el triunfo borbónico en España, de Aitor Díaz Paredes, Madrid: Desperta Ferro, 2022.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): DC 504
JOAQUIM ALBAREDA SALVADÓ 8UPF)
Lejos de una historia militar al uso, Aitor Díaz nos ofrece un excelente e innovador planteamiento en torno a una batalla explicando todos los factores que entraron en liza. Mediante un exhaustivo trabajo ilumina un momento histórico decisivo, puesto que la de Almansa fue, realmente, una batalla clave exponiendo todos los elementos que entraron en escena hasta su desenlace. Nunca se había llevado a cabo una visión tan completa, tan ambiciosa, en los estudios de historia militar sobre la Guerra de Sucesión. La lectura del libro es apasionante y la narración muy viva. Díaz nos descubre la inmensa complejidad de la organización de la guerra que abarca la movilización de dinero y de hombres, la provisión de recursos básicos y de pertrechos para las tropas, el transporte de los mismos, la estrategia militar, la propaganda, la carga y los abusos de las tropas sobre la población y la penuria de esta, las marchas maratonianas diarias de las tropas hasta la extenuación, el bandidaje como factor inherente al desorden provocado por la guerra, la deserción y la dispersión de los soldados vencidos, la suerte de los presos, la actividad frenética de los hospitales. También nos habla de la acogida de heridos por parte de particulares, de la difusión del tifus, del enterramiento de los cadáveres y de la represión brutal ejercida por las tropas ocupantes. El drama personal y colectivo queda perfectamente reflejado en estas páginas. En efecto, Almansa deviene el pretexto, el momento culminante, para explicar la Guerra de Sucesión en toda su complejidad.
El Tesoro del San José. Muerte en el mar durante la Guerra de Sucesión española, de Carla Rahn Phillips. Madrid: Marcial Pons Historia, 2007.
BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D355.49(46)PHI
ALEJANDRO GONZÁLEZ SACRISTÁN (UAM)
Carla Rahn Phillips es una historiadora, catedrática y profesora emérita por la Universidad de Minnesota, que ha dedicado gran parte de su vida y sus investigaciones a comprender el funcionamiento de la Carrera de Indias y la de los galeones que daban forma a su recorrido. A lo largo de las últimas décadas sus publicaciones han tratado de llevar a cabo una recopilación sobre algunos de los aspectos más importantes dentro de esta temática. La construcción naval y sus costes, los preparativos para los viajes o su cargamento son algunos de los aspectos más significativos en otro tipo de monografías y artículos de revista publicados. En esta ocasión, la autora nos trae la historia de uno de estos barcos dentro del contexto de la guerra de Sucesión española. Su hundimiento en la batalla de Barú en 1708, frente a las actuales costas de Colombia, ha suscitado curiosidad hasta el día de hoy sobre los tesoros que contenía. Principalmente porque es uno de los grandes exponentes que componen el vestigio de una época leída desde el Romanticismo. En sí misma, esta obra no solamente es una narración sobre la vida de un medio de transporte en el ocaso del Monopolio comercial castellano, sino un estudio sujeto a actuales temas políticos que trastocan la barrera de la historia y enlazan con la labor arqueológica. El mismo interés por parte de nuestra investigadora sobre el San José empezó a partir de las conversaciones con el gobierno Colombiano, para poder llevar a cabo la conservación y musicalización de sus restos. Este precedente fue uno de los primeros momentos donde situar el desarrollo de un trabajo más que completo sobre los hombres que construyeron, habitaron o murieron en este navío.
El relato del libro es una base de apoyo hacia la metodología que se debe llevar a cabo a la hora de buscar y recopilar información marítima dentro de los archivos. El gran número de fuentes usadas y comentadas permiten hablar de este navío, como un medio de comprensión hacia el funcionamiento de la armada en tiempos de guerra. Sin embargo, su estudio no solamente permite conocer el uso que se realizaba sobre este tipo de barcos dentro de la Carrera de las Indias y de las guerras vinculadas a su contexto. También logra descifrar toda una temática sobre el funcionamiento de los astilleros y de los armadores a partir de un caso de estudio. Esta labor a menudo es difícil de reconstruir dado el carácter gremial que poseía la construcción de los barcos. No obstante, Carla Rahn Phillips logra situar sobre la mesa las principales características y problemáticas, que suponían llevar a cabo la puesta en marcha y el funcionamiento de estas naves. Todo ello sin olvidar la narración, igual de exhaustiva y detallada, sobre el combate que sufrió el San José y las consecuencias que se produjeron con la destrucción de la armada de Tierra Firme y el hundimiento de la carga de sus bodegas. No solamente desde el punto de visa de los Borbones -pues suponía la pérdida de ingresos en los apoyos hacia su ascensión al trono-sino también para sus enemigos. Pues se pretendía capturarlo para aprovechar su fuerza militar y sus tesoros.
Gran Bretaña y la paz española de Utrecht, de Manuel Alejandro Castellano García. Valencia: Albatros, 2022.
Biblioteca de Casa de Velázquez: 946.055 CAS gra
JOAQUIM ALBAREDA SALVADÓ (UPF)
Este libro resulta imprescindible para conocer de primera mano cuestiones esenciales que explican el desenlace de la Guerra de Sucesión de España. Todo ello, después de las negociaciones de paz fallidas en La Haya y Gertruydenberg, y el retorno de los tories al poder en 1710. En primer lugar, la negociación secreta de los preliminares de paz entre Francia y Gran Bretaña iniciada en 1710 (en la que esta consiguió sus objetivos). En segundo lugar, las negociaciones en Madrid y en Utrecht, en 1713, entre los gobiernos de Felipe V y de la reina Ana de Inglaterra, sobre los temas que afectaban a España (básicamente relacionados con el comercio americano y el asiento de negros, sobre Gibraltar y Menorca y, finalmente, sobre el «caso de los catalanes»). Pero también explica con detalle el intenso debate público que tuvo lugar en Gran Bretaña sobre la conveniencia de proseguir la guerra (como defendían los whigs) o de abandonar el bloque aliado y negociar con Francia (tories), opción esta que acabó imponiéndose, después de una campaña bien orquestada por los tories en la que destacaron Daniel Defoe y Jonhatan Swift, entre otros escritores.
En nombre de la paz. La Guerra de Sucesión Española y los Tratados de Madrid, Utrecht, Rastatt y Baden, 1713-1715, ed. de Bernardo J. García García. Madrid: Fundación Carlos de Amberes, 2014.
BUCM (Biblioteca de Geografia e Historia): D946.051ENN
EMILIO PÉREZ BLANCO (UCM)
Las negociaciones y firma de los tratados de paz de Madrid, Utrecht, Rastatt y Baden entre 1713 y 1715 supusieron un hito histórico y político en la historia de Europa, ya que no sólo se ponía fin a una larga guerra que había involucrado a gran parte del continente, también supuso el final de una fabulosa herencia territorial transmitida entre los Habsburgo durante casi 200 años. No menos importante fue que las negociaciones dieron lugar al nacimiento de un nuevo sistema internacional de equilibrio de potencias, o balance of power, con un largo recorrido hasta el siglo XX. El catálogo de la exposición celebrada en el centenario de los tratados en la Fundación Carlos de Amberes ofrece una visión de conjunto de los acontecimientos ocurridos entre 1700 y 1715 con la participación de destacados especialistas, cubriendo así un complejo periodo lleno de aristas. Aborda desde el aspecto diplomático una visión general de las relaciones hispano-francesas en el reinado de Luis XIV, la negociación de los tratados de reparto de la Monarquía Hispánica que precedieron a la guerra en 1698 y 1700, y la sanción del reparto final en Utrecht y Rastatt (1713-1714). También se presta atención a la dimensión global de la guerra y la Monarquía Hispánica en otros escenarios, como el americano o el italiano, dejados a menudo de lado, pero que fueron clave para comprender cómo y por qué se produjo el traspaso de lealtades, o la división de la nobleza entre borbónicos y austracistas, que también contribuyó a la futura desaparición del conjunto de los dominios de los Habsburgo españoles.
El catálogo reserva un lugar especial al uso de la imagen antes y durante la guerra. Se pone especial énfasis en la rivalidad artística entre Viena-Madrid y Versalles, como una forma paralela de combatir la influencia francesa en Europa jugando las cartas de la gloria dinástica y la pietas austriaca. La guerra igualmente generó una gran cantidad de grabados, almanaques y panfletos que sirvieron de vehículo para justificar las pretensiones y aspiraciones de cada uno de los estados en liza. Del mismo modo, las negociaciones fueron conmemoradas con toda una serie de monedas y medallas acuñadas para dar la bienvenida a la paz y al nuevo orden que se fijaba en Europa con la división de la herencia carolina que terminaba, así, con otros casi treinta años de guerra sobre el continente (1688-1715). En definitiva, se trata de un recorrido general del período que arroja también luz sobre algunos aspectos desconocidos o ignorados por la historiografía, como las diferencias crecientes entre Luis XIV y su nieto Felipe V a partir de 1710, el gran peso que ejerció Gran Bretaña, como potencia de primer orden, a la hora de decidir el final de la guerra en unos términos diplomáticos y económicos favorables o la implementación de un nuevo ejército permanente bajo el modelo francés, gracias en parte a la valiosa experiencia bélica, que marcó el resto del reinado de la Casa de Borbón en España hasta la invasión napoleónica. Supone pues, una aportación relevante, no sólo por la información condensada en sus páginas, sino también por las posibilidades de investigación que abre sobre un periodo sobre el que todavía faltan muchas piezas por encajar.