La Monarquía de España y Europa después de Utrecht

La reconstrucción de la política internacional española. El reinado de Felipe V, ed. de Joaquim Albareda Salvadó y Nuria Sallés Vilaseca. Madrid: Casa de Velázquez, 2021.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.052REC

JAVIER GÓMEZ MESAS (UPF)

Este libro se ha consolidado como una obra de referencia en el ámbito de los estudios sobre las relaciones internacionales al presentar un enfoque innovador y multidimensional. La obra examina la política exterior de Felipe V durante un periodo crucial, marcado por la redefinición de la monarquía hispánica tras la Guerra de Sucesión Española y los Tratados de Utrecht (1713). Tras la pérdida de los Países Bajos y gran parte de los territorios italianos, la política exterior de Felipe V se centró en la recuperación de las posesiones italianas perdidas y la consolidación de los derechos dinásticos de sus herederos. La neonata monarquía borbónica reavivará la guerra en un contexto dominado por el pacifismo promovido por las Potencias Marítimas y Francia. Para restaurar el prestigio perdido, recurrió a alianzas estratégicas, matrimonios dinásticos e iniciativas diplomáticas audaces.

La obra se divide en tres partes, cada una de ellas contiene un balance final elaborado por especialistas. En la primera parte dedicada a la política exterior hispánica, se aborda la evolución de la política internacional española y los intentos de recuperar los territorios italianos. Destaca la labor de figuras como Isabel de Farnesio y el importante papel que tuvieron los tratados en el cambiante y complejo mosaico de alianzas. En este aparado, conviene destacar el posible acercamiento hispánico con Rusia, interesada en el comercio con América, y los esfuerzos por revertir las concesiones de Utrecht, que culminaron en la recuperación de Nápoles, Sicilia y los ducados de Parma y Toscana. En la segunda sobre las reacciones internacionales y los conflictos de intereses, se analiza el nuevo marco geopolítico que resultó tras la Guerra de Sucesión de España y cómo evolucionaron las relaciones entre Francia, Gran Bretaña y España. Las tensiones entre Felipe V y las potencias vecinas, junto con la actividad propagandística en la prensa inglesa, influyeron en la percepción internacional de la Monarquía Hispánica. También se estudia el papel del exilio austracista en la política imperial y cómo estas dinámicas políticas reflejaban los complejos y volubles intereses que regían la realidad europea. y en la tercera parte dedicada a las implicaciones económicas y mercantiles, se examinan los efectos de las relaciones internacionales en el ámbito económico y comercial. Destacan los vínculos con el Mediterráneo, el comercio transatlántico y las dinámicas con el norte de África y las Provincias Unidas. Los investigadores señalan cómo los intereses mercantiles moldearon las relaciones diplomáticas entre las potencias europeas y cómo la contienda sucesoria transforma la actividad económica y comercial en territorios como Cataluña y las Provincias Unidas. Gracias a las contribuciones de especialistas de distintas disciplinas, el libro combina perspectivas de historia política, complementados con enfoques económicos y sociales, subrayando cómo las relaciones internacionales afectaban aspectos cotidianos, militares y jurídicos. Además, ofrece una visión global al incluir enclaves menos estudiados y conocidos, como Rusia o el norte de África. Con un enfoque innovador, esta obra no solo analiza la política exterior de Felipe V, sino que amplía la comprensión de las relaciones internacionales en un periodo crucial marcado por cambios geopolíticos decisivos.


El resurgir español, 1713-1748, de Christopher Storrs. Madrid: Desperta Ferro, 2022.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Histroia): PRE 17411

MARIO LUIS LÓPEZ DURÁN (UAM)

Este volumen desafía la narrativa tradicional sobre la supuesta decadencia de España tras la Guerra de Sucesión. En lugar de centrarse exclusivamente en los problemas inherentes al cambio dinástico, Storrs analiza la resiliencia y capacidad de recuperación de la Monarquía Hispánica durante las primeras décadas del siglo XVIII, explorando cómo España pudo consolidar su poder en regiones clave como el Mediterráneo y América. Pone en cuestión la idea de una España derrotada y en declive tras los Tratados de Utrecht. En su lugar, presenta un panorama de continuidad y adaptabilidad en el que las reformas militares, administrativas y fiscales sentaron las bases para un resurgimiento del poder español en escenarios estratégicos como Italia, el norte de África y el Atlántico. Asimismo, el libro no se limita al ámbito peninsular, sino que analiza cómo la Monarquía Hispánica interactuó con las potencias marítimas y cómo el conflicto mediterráneo influyó en la geopolítica europea de la época. Las campañas en Italia y el norte de África se destacan como ejes de una política revisionista que buscaba revertir las pérdidas sufridas tras Utrecht. Al mismo tiempo, Storrs argumenta que la transformación de España en un estado fiscal-militar estuvo directamente ligada a las demandas de la guerra. Dichas reformas no solo fortalecieron al ejército y la marina, sino que también marcaron el inicio de un proceso de centralización y modernización que, aunque atribuido generalmente a Carlos III, tuvo sus cimientos en el reinado de Felipe V. De este modo, las acciones de Felipe V en Cerdeña, Sicilia, Nápoles y Orán se presentan como hitos de una estrategia coherente que combinaba intereses religiosos, estratégicos y económicos. La reconquista de territorios perdidos y la consolidación de la influencia española en el Mediterráneo ilustran un enfoque pragmático de recuperación territorial.

Organizado en siete capítulos, el libro cubre desde los últimos años del reinado de Carlos II hasta la muerte de Felipe V en 1746. Cada capítulo se centra en aspectos clave como el ejército, la marina, las finanzas, la política interna y la relación entre las regiones forales y el gobierno central. Este enfoque temático permite comprender las dinámicas internas y externas que llevaron al resurgimiento del poder español. En resumen, El resurgir español, 1713-1748 constituye una aportación imprescindible para los estudios sobre la España borbónica. Al combinar un análisis detallado con una perspectiva innovadora, Storrs no solo cuestiona la historiografía tradicional, sino que también proporciona una visión más equilibrada y matizada de un período crucial en la historia moderna de España. El libro es esencial para quienes deseen comprender las raíces de la recuperación política, militar y administrativa de la Monarquía Hispánica en el siglo XVIII.


La política internacional de Giulio Alberoni. El desafío al orden europeo en el reinado de Felipe V, de Nuria Sallés Vilaseca. Calencia: Albatros, 2024

BUV (Central Biblioteca Sala): OUR 94"18/19" 725

JOAQUIM ALBAREDA SALVADÓ (UPF)

El libro de Núria Sallés constituye una aportación esencial para entender el giro político de la monarquía española en relación con la “unión de coronas” borbónicas forjada en 1701. En efecto, Felipe V (o quien fuera que decidiera puesto que sufría constantes crisis a causa de un trastorno bipolar) hizo saltar por los aires los acuerdos de Utrecht (1713) y emprendió una agresiva política militarista dirigida por el abate Giulio Alberoni, persona de confianza de la reina Isabel de Farnesio, que le permitió ocupar Cerdeña y Sicilia. La alarma en las cortes europeas dio lugar a la cristalización de la Cuádruple Alianza para restablecer el orden internacional forjado en Utrecht, que dio lugar a intensas gestiones diplomáticas y, al final, a la guerra contra Felipe. Resulta especialmente interesante constatar cómo Alberoni llega al poder, cómo implanta métodos ejecutivos de gobierno y cómo, gracias al incremento de los gastos de guerra, refuerza la Armada. También cómo intentó desestabilizar a sus enemigos británicos y franceses mediante maniobras y conspiraciones en sus territorios o bien mediante alianzas extrañas con otros monarcas, como el zar de Rusia. Todo ello no tuvo más recorrido a partir de 1719, porque Felipe V se vio obligado a dar marcha atrás en sus planes expansivos y conspirativos, y Alberoni tuvo que exiliarse.


Elisabetta Farnese, principessa di Parma e regina di Spagna, ed. de Gigliola Fragnito. Roma: Viella, 2009.

BUCM (Biblioteca de Ciencias Políticas y Sociología): DC 24832

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ ANGUITA (UCM) 

Segunda esposa de Felipe V y madre de Carlos III, Isabel Farnesio (1692-1766) fue una de las mujeres más influyentes del siglo XVIII y una de las figuras que mayor interés ha concitado entre la historiografía sobre el reinado del primer Borbón en España. Buena prueba de ello es este libro, editado por la profesora de la Università degli Studi di Parma, Gigliola Fragnito, resultado del coloquio celebrado en esta misma ciudad en octubre de 2008. Las diecisiete contribuciones que lo conforman ofrecen una valiosa aproximación a la biografía de la soberana en la que priman la interdisciplinaridad y la pluralidad de enfoques, lo que permite tanto apreciar al personaje en sus distintas facetas como comprender el contexto (en un sentido amplio) que condicionó su vida y acciones. Si bien la obra carece de una división en partes o bloques específicos, podemos detectar temáticas comunes entre los distintos ensayos que la componen. Como no podía ser de otra manera, el primero de ellos está dedicado a la situación de los ducados de Parma y Piacenza, patria nativa de la reina, en el conjunto de los Estados italianos en la transición entre el siglo XVII y XVIII. Le siguen los consagrados a su matrimonio, viaje y primeras iniciativas en España, entre las que destaca la inmediata orden de destierro de su potencial competidora en la escena política, la princesa de los Ursinos, antigua camarera mayor de la primera esposa de Felipe V. La «agencia» de la reina sobre el gobierno español y la significación (ceremonial y simbólica) de su condición de consorte, se abordan igualmente en sendas contribuciones que reflejan realidades de las que se hizo eco también, durante su embajada en Madrid en 1722, el célebre memorialista francés, duque de Saint-Simon, cuya percepción de Isabel es objeto de análisis en otro de los capítulos.

Última descendiente del linaje de los Farnesio, los siguientes ensayos del volumen giran en torno a la defensa de los derechos sucesorios de la soberana, que transmitió a sus hijos, sobre los ducados de Parma y Piacenza, y a su implicación en el conocido como revisionismo de Utrecht. Un proceso que evoca no sólo el capital dinástico de la reina y su «agencia diplomática», sino que trasciende el ámbito italiano y remite tanto a la evolución de las relaciones entre potencias como a los cambios operados en el orden territorial europeo entre 1713 y 1748, una de cuyas manifestaciones más destacadas sería el ascenso de su primogénito, el futuro Carlos III, a los tronos de Nápoles y Sicilia. A través de los ensayos dedicados a la experiencia napolitana del monarca, podemos a su vez aproximarnos, por un lado, a la faceta de la soberana como madre y a la influencia que desde la distancia ejerció sobre su hijo; por el otro, al acervo cultural de los Farnesio, parte de cuyo legado material se encuentra ahora en Nápoles. Este último aspecto nos permite comprender los intereses artísticos y musicales, en definitiva, el bagaje cultural de la reina, que compartía con Bárbara de Braganza, su sucesora como consorte, aspectos todos ellos sobre los que también profundizan otras contribuciones de este volumen.


Carlos VI. El emperador que no pudo ser rey de España, de Virginia León Sanz. Madrid: Aguilar, 2003.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.055LEOcar

MANUEL CASTELLANO (UPF)

Carlos de Habsburgo, archiduque de Austria, emperador del Sacro imperio Romano Germánico como Carlos VI y pretendiente a la Monarquía Hispánica como Carlos III, supone, por su papel protagónico en los avatares políticos europeos de las primeras cuatro décadas del siglo XVIII, un personaje de enorme relevancia que bien merecía un estudio como el presentado por Virginia León Sanz. Si bien por su carácter biográfico se inicia el recorrido en la infancia y primeros años del monarca, la obra pivota sobre el periodo de la Guerra de Sucesión española, acontecimiento sobre el que giran el grueso de los capítulos. Ofrece con ello un contrapunto austracista a la explicación del conflicto, que extiende su mirada a las causas de la derrota y fricciones internas dentro de los miembros de la alianza contra los Borbones. Realiza al mismo tiempo un interesante análisis de la conformación de las estructuras de poder e instituciones con las que planeaba regir los destinos de la Monarquía Hispánica y su paulatina adaptación al desarrollo del conflicto, muy especialmente tras su abandono del territorio hispano buscando ser proclamado emperador. En ese sentido es reseñable la profundización en las figuras de diversos personajes ligados de forma indisoluble a la causa austracista, tanto en el periodo bélico como tras la firma de las paces de Utrecht (1713) y Viena (1725). Destaca entre ellos el tratamiento de la emperatriz Isabel Cristina de Braunschweig-Wolfenbüttel y su papel político y cortesano, especialmente en su faceta como regente en la corte de Barcelona tras el retorno del archiduque a Viena en su camino a la corona imperial.

La última parte de la obra, ya centrada en el escenario imperial post-bélico, analiza dos de los acontecimientos post-Utrecht de mayor calado tanto en territorio hispánico como imperial. De un lado, estudia la situación del exilio austracista. En efecto, el establecimiento en la corte de Viena de un Consejo Supremo de España mostró claramente la apuesta del emperador, a pesar del resultado bélico, en mantener sus derechos sobre el conjunto de la monarquía y la presencia de un activo partido español donde sobresale la figura del marqués de Rialp. De otro, la reacción imperial a los intentos borbónicos de recuperar lo cedido en Utrecht, sobre todo en lo referente a los territorios italianos. Esto permite mostrar la realidad de una corte vienesa donde el sector austracista se vio enfrentado por un sector partidario de cerrar el episodio hispánico alcanzando un definitivo acuerdo con Felipe V como forma de volver a una política de corte meramente austríaco y, al mismo tiempo, recuperar posiciones de poder cortesano y político que habían pasado a estar ocupadas por integrantes del exilio español. No quedará fuera del estudio la vertiente cultural de la corte vienesa que también dejó patente la fuerte impronta española e italiana presentes en Viena durante todo el reinado de Carlos VI.