Gobierno, comercio y finanzas

Politica Indiana: sacada en lengua castellana de los dos tomos del Derecho i Gouierno municipal de las Indias Occidentales, de Juan de Solórzano Pereira. Madrid: por Diego Diaz de la Carrera, 1648 [ed. ampliada: Madrid: Por Matheo Sacristán, 1736].

ALBERTO HERNÁNDEZ PÉREZ (UAM)

En lo referente a la codificación y recopilación del derecho indiano, Política indiana de Juan Solórzano y Pereira, oidor de la Audiencia de Lima, sigue presentándose como un texto clave para abordar estas cuestiones. Por sus más de 1300 páginas y sus 2 volúmenes se tratan elementos indispensables como los derechos de descubrimiento, conquista, retención de las indias y la revisión de instituciones como las encomiendas, el sistema tributario, los servicios personales, entre otros. La buena acogida de la en latín conllevó una temprana traducción al castellano que supuso una vulgarización de la primera edición. En su afán de veracidad y objetividad, Solórzano y Pereira se muestra deudor del pensamiento de la Escuela de Salamanca, en especial de Francisco de Vitoria y José de Acosta. Merecen destacarse una serie de temáticas que justifican la ocupación española con base en razonamientos de tipo providencialista, en torno a la legitimidad del descubrimiento, el estado de barbarie de los indios (aunque se defiende el hecho de que son libres y dueños de sus bienes), la infidelidad, los pecados contra natura, la predicación de la fe católica o por razones de emigración y comercio. Juntamente con este planteamiento, se justifica la retención y permanencia de las Indias por razones morales, las cuales aluden al buen gobierno de los soberanos respecto a las tiranías prehispánicas previas, la prescripción de la fe cristiana, las alianzas con los indígenas, así como el libre consentimiento, y la imposibilidad de una devolución una vez establecido el gobierno en los virreinatos.

En el segundo volumen, el fin último se basaría en la revisión y justificación de la administración y gobernación de las Indias. A pesar de que se lamenta de los perjuicios ocasionados a la población india durante las primeras encomiendas, se piensa que, una vez reformado, este sistema es beneficioso porque permite la evangelización y protección de los indígenas, la conservación de los virreinatos y el justo beneficio de los vasallos que poblaban esas tierras. De hecho, Solórzano menciona los abusos en la extracción de los tributos, aunque estos son justos por la obra que está haciendo para la cristianización e instrucción, si bien aquellos debían ser moderados, justos y que ciertos casos estén eximidos de su pago. Respecto a los servicios personales, estos habían provocado desórdenes entre los indios de encomenderos, y se definían por su injusticia, hasta tal punto que fueron prohibidos por atentar contra la libertad natural. A pesar de esta argumentación, se considera ilícita la existencia de indios mitayos, yanaconas o naborías, ahora bien, se podía comprender en esos casos en los que el servicio fuese voluntario y se ofreciese una buena paga. Esta misma lógica se emplea en el caso de los servicios que repercutiesen en la utilidad común, es decir, en las obras del reino, sin menoscabo de sus principales ocupaciones y que no supongan reducciones ni desplazamientos lejos de sus pueblos. Una de las más importantes tareas del soberano católico incumbiría la educación y promoción de los súbditos americanos. La barbarie podía justificar las reducciones con el fin de instruirles en el modo de los colonizadores, a través de una educación paulatina, al mismo tiempo que persistente, especialmente en el conocimiento del castellano, y cambiar su naturaleza indolente y perezosa a la hora de conformar un sistema de creciente autogobierno. En consecuencia, Solórzano establece un manual del derecho indiano vital con el fin de legitimar la presencia colonizadora en América, aun reconociendo los graves abusos que se habían cometido, se había logrado organizar una sociedad con una justa base civil y eclesiástica. Así, los dos volúmenes siguen presentándose como una fuente fundamental en la vertiente legal del sistema colonial y sus repercusiones prácticas.

 


El Norte de la Contratación y la tradición veitianade José Manuel Díaz Blanco. Sevilla: Editorial Universidad de Sevilla, Diputación de Sevilla, 2024.

BUCM (Biblioteca de Derecho-María Zambrano): CE93DIA

ALBERTO HERNÁNDEZ PÉREZ (UAM)

Aunque va más allá de un ejercicio biográfico, el estudio del Norte de Contratación de las Indias Occidentales (1672) de José de Veitia Linaje aporta un acercamiento a la trayectoria vital y al contexto relacional y circunstancial en el que vivió el Secretario del Despacho Universal de Carlos II. El volumen comienza desarrollando el estado de la Carrera de Indias y la Sevilla de finales de la segunda mitad del siglo XVII, al mismo tiempo que coexistía un ambiente intelectual, artístico y literario del que se nutrió el autor hispalense. La importancia del capital social, sus propios méritos y el papel del numerario se mencionan como factores claves en el ascenso político de Veitia y la obtención del oficio como tesorero lo convirtieron en uno de los mayores conocedores del sistema de flotas y galeones. Una vez establecido este mundo relacional, la obra se encarga de trazar el entorno librero que influyó al autor, a través del cual se establecen determinadas referencias de cronistas y juristas indianos, destacando sus referencias a la Política indiana de Solórzano y Pereira, así como autores clásicos y otros más recientes, en su mayoría naturales de los Países Bajos. De ahí se somete al escrutinio de los archivos contenidos en la Casa de la Contratación, principal fuente para la elaboración del Norte, siendo muchos de estos papeles todavía secretos o con un acceso muy limitado. El propio proceso de escritura de la obra, que duró 11 años, y el posterior proceso de aprobación por parte del Consejo de Indias ofrecen un clima favorable a las ideas planteadas y a una exaltación del sistema de flotas y galeones y, en mayor medida, a la Casa de la Contratación de Sevilla.

Posteriormente, su llegada a la Corte de Madrid propició su implicación en la elaboración de la Recopilación de Indias de 1680 y sus cargos como Secretario, si bien la caída en desgracia del duque de Medinaceli en 1685 y su escasa salud aceleraron el abandono del puesto y su muerte en 1688. Durante estos años, Veitia tuvo que aceptar la basculación hacia Cádiz o la modificación de impuestos como la avería, a pesar de que en el Norte explicitó que la bahía gaditana incrementaría el contrabando. Finalmente, el volumen trata el recibimiento desde que fue publicado hasta la actualidad. Queda comprobado que estuvo presente en las bibliotecas conventuales y nobiliarias en el siglo XVIII. Para Díaz Blanco se podría establecer una «tradición veitiana» que determinaba la influencia que ejercía en la investigación de los historiadores del siglo XX, especialmente a la hora de analizar de forma independiente la cuestión de la navegación y la del comercio. Aunque en los últimos 70 años se había perdido la influencia historiográfica tras los estudios de Pierre Chaunu. La obra de José Manuel Díaz Blanco permite resituar al Norte en el lugar aventajado en el que está, pues continúa siendo una fuente imprescindible para el estudio de la Carrera de Indias y la documentación albergada en el Archivo General de Indias y cómo esta fue estudiada en el siglo XX. En fin, este libro ofrece una visión sobre los elementos políticos, económicos y culturales que caracterizaban a la élite hispalense de finales del Siglo de Oro.


Un comerciante saboyano en el Cádiz de Carlos II. Las memorias de Raimundo de Lantery (1673-1700),  ed. de Manuel Bustos Rodríguez. Cádiz: Caja de Ahorros de Cádiz, 1983.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D946.818LAN

ALEJANDRO GONZÁLEZ SACRISTÁN (UAM) 

No sabemos demasiado sobre los orígenes de Raimundo de Lantery, pero sí que nació en Niza y que vivió una gran parte de su vida en Cádiz llevando a cabo negocios referidos a productos y comerciantes dentro del Mediterráneo. A lo largo de su vida fue trasladándose junto con su familia a Sevilla y a Mallorca adaptando sus ocupaciones y abriendo nuevos lazos de intercambio con productos importados desde América y Europa. Durante mucho tiempo estuvo desplazándose por diferentes puntos del Mediterráneo tratando de llevar a cabo nuevas oportunidades de inmersión y negocio que le retribuyesen beneficios. Incluso llegando a establecer lazos desde Argel, gracias a liberación de cristianos presos. Se trata, por lo tanto, de un sujeto histórico relacionado con el ámbito comercial entre el siglo XVII y XVIII. Dentro de las fuentes escritas investigadas y publicadas en relación con este personaje -una excepción dentro del contexto histórico donde se sitúa su vida-, encontramos esta obra editada por Manuel Bustos Rodríguez. Un investigador de la Universidad de Cádiz, que ya ha trabajado anteriormente con la traducción de testimonios escritos sobre personajes que vivieron en la misma ciudad tiempo después. Además de llevar a cabo publicaciones y numerosas monografías en relación con este espacio geográfico en concreto. Gracias a ello, en esta ocasión podemos contar con un recorrido por las memorias y experiencias de un personaje, que trató de dar testimonio a diferentes partes de su vida, como posibles recordatorios y recomendaciones para las generaciones posteriores.

Desde un punto de vista general, esta fuente escrita de gran valor es una oportunidad para conocer todo tipo de detalles dentro de su vida más personal. A pesar de que el relato se extiende a lo largo de muchos años, no siempre de manera regular, su lectura y traducción es sencilla de leer a la vez que entretenida. Pues es un modo de llevar a cabo un viaje por la época de Carlos II rodeada de personajes y situaciones distintas, que ocupan todo tipo de perspectivas históricas. Algunas de las más señaladas las podemos encontrar en las diferentes anécdotas mercantiles, donde advierte de malos y peligrosos acuerdos o en las batallas navales contra barcos argelinos en las aguas de Alicante. Por todo ello, esta obra se vuelve una oportunidad de conocimiento a la hora de valorar el grado de intercambio económico dentro de la propia Monarquía de España en las últimas décadas del siglo XVII. La preocupación por el futuro social de sus hijos y las relaciones de amistad dentro de su círculo cercano en Cádiz, también ahondan sobre las conexiones globales dentro del contexto territorial de la época. Gracias a ello podemos contar en esta ocasión con una oportunidad de análisis de una historia social leída desde los propios partícipes del contexto. Personajes, muchos de ellos anónimos, pero de una gran importancia a la hora de reconstruir el funcionamiento de valiosas, y aparentemente desconocidas, actividades cotidianas de la vida en esta cosmopolita ciudad en un tiempo de transición.


Compañías privilegiadas de comercio con América y cambio político (1706-1765), de Margarita Eva Rodríguez García. Madrid: Banco de España, 2005.

BUCM (Biblioteca de Ciencias Económicas y Empresariales): S338(460)ROD

ALBERTO HERNÁNDEZ PÉREZ (UAM)

Los proyectos de creación de compañías privilegiadas conocieron un nuevo impulso en el siglo XVIII, habida cuenta de que era necesario introducir cambios en el régimen de las flotas y galeones que se dirigían a América. En el caso de la Monarquía de España, estos planteamientos se comenzaron a idear en la Junta de Comercio de 1679 y continuaron tras las paces de Utrecht, que venían a certificar la disminución del papel de la Monarquía en el plano internacional. A partir de ahí, se desarrolla una caracterización de las compañías privilegiadas, quienes actuaban en un territorio delimitado por un reglamento previo y, si bien no ostentaban el monopolio, sí fueron capaces de negociar exenciones fiscales. Los planes de creación de estas corporaciones y los cambios en el sistema de flotas y galeones fueron desestimados hasta el ascenso de José Patiño como Secretario del Despacho Universal de Indias en 1726. Se comenzó insistiendo en la necesidad de establecer unas aduanas fijas para fortalecer la Marina, aumentar el intercambio e incrementar las rentas reales. Se prestó apoyo para la creación de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, constituida en 1728, aunque esta se debió enfrentar a problemas económicos para sufragar los fondos necesarios, y a una Compañía del Mar del Sur que operase en las Islas Filipinas y la costa chilena, pero los probables enfrentamientos con los Consulados andaluces terminaron por desechar la idea.

La discusión sobre el establecimiento de las entidades privilegiadas se planteó en la obra del detractor Gerónimo de Uztáriz, Teórica y práctica de comercio y de marina (1724) y la del partidario Miguel de Zavala y Auñón, Representación al rey nuestro señor don Felipe V (1732). Uztáriz defendía el mantenimiento de aranceles exteriores, la necesidad de desarrollar una industria manufacturera estatal y evitar un conflicto con las potencias extranjeras, así como no ceder un elemento de soberanía. Por su parte, Zavala expuso que la solución pasaba por la constitución de una contribución única y que la Corona recobrase el control de algunos impuestos, al mismo tiempo que se fomentaba una reforma económica, a la cual podrían contribuir estas compañías comerciales, estimulando la cultura mercantil y la circulación de capitales. A causa del estallido de la guerra contra Gran Bretaña, la suspensión del régimen de armadas en 1740 avecinaba la preponderancia de los navíos sueltos y una cierta liberalización del intercambio. Ese mismo año sería fundada la Real Compañía de La Habana, que tuvo el monopolio de la venta en la península de ciertos productos, especialmente el tabaco y, por fin, la Guipuzcoana acapararía el tráfico en Caracas. Todas abrieron serias brechas en los derechos exclusivos del Consulado gaditano. A partir de esos años, el Testamento político de José Carvajal y Lancaster desarrolló el pensamiento en defensa de las corporaciones, aunque sin eliminar el sistema de flotas y galeones para México y Perú. Los otros espacios debían dinamizarse económicamente y aumentar la llegada de productos europeos frente al contrabando, mientras que el monarca debería invertir en aquellas. Las ideas acerca de la liberalización del comercio y navegación con América comenzaron a cobrar especial relevancia después de 1755, mientras que los privilegios de las empresas eran extensamente criticados por Campillo, el duque de Sotomayor o Campomanes. Con todo, la obra ofrece un magnífico análisis temporal extenso que relaciona numerosos tratados y escritos acerca de la mejora e incremento de las importaciones en América en un momento de agotamiento del monopolio gaditano, si bien los proyectos de las entidades comerciales terminarían fracasando ante el avance de la doctrina del libre mercado.


El rey, el ministro y el tesorero. El gobierno de la Real Hacienda en el siglo XVIII español, de Anne Dubet y Sergio Solbes Ferri. Madrid: Marcial Pons, 2019.

BUCM (Biblioteca de Derecho-María Zambrano. Sala Rafael Ureña): CE336.1/.5"17"DUB

DAVID FERRÉ GISPETS (UPF)

Sin duda, la obra de Anne Dubet y Sergio Solbes Ferri constituye la mejor aproximación al importante proceso de ordenamiento que sufrió la Hacienda real española durante el siglo XVIII. En un momento clave de mudanza dinástica y de fervor reformador, el papel de las instituciones e individuos encargados de la gestión de la recaudación y el gasto de los caudales públicos fue esencial para asegurar el sostenimiento de la nueva administración y de las políticas reales. Por ello, la Tesorería Mayor (posteriormente General) fue una de las instituciones que más experimentaron dichas dinámicas transformadoras desde su temprana creación en 1703. Para explorar con solvencia su evolución institucional y su funcionamiento orgánico, los autores combinan de manera magistral un profundo análisis documental de una ingente cantidad de fondos provenientes de archivos españoles y franceses con un dominio evidente de la historiografía tanto clásica como actual sobre la historia hacendística española. Precisamente, buena parte de las aportaciones recientes de mayor entidad en dicho campo de estudio han sido elaboradas por los autores del volumen, siendo Anne Dubet una referencia ineludible para el estudio de los primeros años de la institución y la influencia gala en su creación y estructura. Por su parte, los trabajos de Sergio Solbes sobre el gasto militar, las tesorerías provinciales o la recaudación y gasto de las principales rentas estancadas, especialmente, la del tabaco, son de obligada consulta para todos aquellos interesados en la hacienda de los primeros borbones españoles. A ellos, se deberían sumar las esenciales obras de Rafael Torres Sánchez, Agustín González Enciso, Ernest Sánchez Santiró o José Jurado Sánchez, entre muchos otros que se encuentran citados en la recopilación bibliográfica final. Asimismo, la estructura interna del libro, con una división en dos partes temáticas de cuatro y tres capítulos cada una, facilita notablemente su consulta. Esta distribución permite al lector hacer una aproximación directa y selectiva a la obra, tanto en su primera sección más encarada a la historia orgánica e institucional y a las eventualidades y peripecias de sus protagonistas a lo largo del siglo, como también en su segunda parte dedicada a la propia gestión del gasto, a sus mecanismos operativos e instrumentos contables, especialmente durante la segunda mitad del siglo.

De entre los múltiples aspectos tratados en el volumen, hay tres que pueden ser de gran interés para el lector por su transversalidad y por su detallado estudio. El primero de ellos es la estrecha relación entre las instituciones encargadas de la gestión del gasto real y el problema secular de la deuda pública. Una problemática especialmente ejemplificada por la coyuntura que llevó a la suspensión de pagos de 1739 y que llevó a una década de notables adecuaciones en el aparato fiscal y financiero de la corona por parte de ministros como Campillo y Ensenada. El segundo, es la descripción que se hace en el capítulo sexto del intrincado entramado territorial necesario para que dicho gobierno de la hacienda, especialmente en todo aquello concerniente a la mayor partida del presupuesto, el gasto militar, pudiese llevarse a cabo de manera eficaz y eficiente. Finalmente, resulta de especial interés el análisis sobre los mecanismos y prácticas de rendición de cuentas y control de las actividades del tesorero general, especialmente a partir de las reformas de mediados de siglo. Unas actividades necesarias ante la entidad de la ocupación y las experiencias de malas prácticas llevadas a cabo en coyunturas anteriores –y que son sintéticamente descritas en el último subapartado del capítulo segundo–. En definitiva, El rey, el ministro y el tesorero es un libro esencial para comprender las complejidades de la Hacienda Real española de finales del Antiguo Régimen, así como una valiosa síntesis actualizada que sirve como plataforma inmejorable para futuros investigadores que pretendan ahondar en cualquiera de los múltiples aspectos tratados.


El Atila de Madrid. La forja de un banquero en la crisis de la monarquía, de Francisco Andújar Castillo. Madrid: Marcial Pons, 2021.

BUCM (Biblioteca de Derecho-María Zambrano. Sala Rafael Ureña): CE336.71-057AND

JAVIER GÓMEZ MESAS (UPF)

Se trata de una obra paradigmática en los estudios sobre las casas y hombres de negocios. La investigación de Francisco Andújar Castillo ofrece un análisis detallado y multidimensional de la casa de negocios de Juan Prieto Haedo, que tuvo un papel destacado en la economía y la sociedad de la España de los siglos XVII y XVIII. A través del cruce de fuentes de distinta naturaleza, tanto de carácter público como privado, explora cómo Prieto transformó su negocio inicial basado en la provisión de productos cárnicos a Madrid en un imperio financiero diversificado. En el primer capítulo, se describen los orígenes humildes de Prieto y su ascenso social gracias a su formación con Juan Monasterio y su matrimonio con Mariana de Monasterio. A los 37 años, había acumulado un capital social significativo, pero también enfrentaba estigmas sociales por su dependencia comercial. El segundo capítulo analiza el patrimonio de Prieto. Los inventarios de bienes muestran su enfoque estratégico de reinversión en sectores rentables, como arrendamientos y deuda pública. Su aversión a la ostentación reflejaba un modelo de negocio centrado en la circulación constante de capital y la diversificación del riesgo. El tercer capítulo aborda el monopolio de Prieto en los abastos cárnicos de Madrid, el negocio estrella en su estrategia empresarial. Mediante subastas públicas y una amplia red de testaferros, logró consolidar su dominio en otros productos como pescado y aceite, expandiendo sus beneficios mientras enmascaraba sus actividades. En el cuarto capítulo, Andújar explora la interrelación entre los negocios de Prieto y su acceso al mercado de oficios, como el cargo de contador mayor en el Consejo de Órdenes. Esta posición le permitió gestionar rentas municipales y estatales, extendiendo su control sobre diversos sectores. También participó en grandes proyectos, como la frustrada compañía de víveres de 1708. El quinto capítulo detalla la actividad crediticia de Prieto. Aunque su inversión en censos y juros fue limitada, utilizó estas herramientas para diversificar riesgos y garantizar ingresos. Como prestamista, forjó relaciones con figuras clave del régimen, aumentando su influencia y rentabilidad. El sexto capítulo examina la organización de su empresa, reconstruyendo su principal círculo de confianza y sus subordinados. Aunque enfrentó numerosos pleitos legales, Prieto desplegó una sólida estrategia jurídica que le permitieron sostener su íntegro imperio empresarial. El epílogo relata el ocaso de la casa de negocios tras la muerte de Prieto. Sus herederos, inexpertos y mal organizados, dilapidaron su fortuna en disputas legales y decisiones equivocadas. El negocio culminó con la ruina de su yerno, el marqués de Gallegos, acusado de fraude en un contrato con el presidio de Ceuta. La obra de Andújar Castillo no solo reconstruye el auge y caída de un prominente empresario, sino que también arroja luz sobre el entramado económico y social de la época, subrayando la interdependencia entre el capital privado y la administración pública en la monarquía hispánica.


Mérito, venalidad y corrupción en España y América, siglos XVII y XVIII, ed. de Pilar Ponce Leiva y Francisco Andújar Castillo. Valencia: Albatros, 2016.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D343.35(46:7/8)MER

ALBERTO HERNÁNDEZ PÉREZ (UAM)

Los estudios sobre los méritos y la venalidad de cargos y honores han tenido un ingente desarrollo en los últimos años, destacando la aportación de este título como una obra colectiva donde participan varios de los más prestigiosos especialistas en la materia. Este libro también enlaza con las cuestiones de la compraventa de oficios y la corrupción, desde una perspectiva que busca unir las investigaciones de Historia Moderna en su vertiente europea y americana. En este sentido, el título se divide en tres secciones temáticas claras. La primera se dedica al estudio sobre los méritos para acceder a los cargos y honores regios y, más concretamente, se establece un acercamiento a la figura del VII conde de Lemos, quien llegaría a ostentar la presidencia del Consejo de Indias por sus vínculos familiares con el duque de Lerma y terminó desarrollando virtudes propias, la ruptura de la meritocracia en el ejército durante el valimiento de Olivares, las diferencias en las concesiones de la merced de hábito y el título de caballero, así como los mecanismos de provisión de empleos por servicios en la administración indiana en el reinado de Felipe V, se identifican los merecimientos que la nobleza debía albergar para ser recompensada, así como estos en la monarquía portuguesa, a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII. La segunda sección de la obra se ocupa de la venalidad de oficios a ambas orillas. Francisco Andújar Castillo demuestra cómo las ventas de puestos en el XVII se hicieron contando con numerosos intermediarios, ya fuesen consejeros o asentistas. Se investiga el destino de esos ingresos venales, poniendo el foco en la construcción del palacio del Buen Retiro y se presta atención en analizar las ventas, por vía de beneficio hacia la almoneda de la Corte, de las alcaldías mayores de Nueva España a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. La tercera y última sección se ocupa, para el caso del trabajo de Pilar Ponce Leiva, de establecer cómo se percibían palabras como «corrupción» en los siglos XVI y XVII, llegando a la conclusión de que sería necesario analizarlas de forma distinta según las fuentes y los contextos. Al mismo tiempo, se traslada el foco al concepto y uso de la mentira en los estudios de corrupción, pues servían como un medio de justificación. En esa línea se estudian las prácticas corruptas de los señores locales del XVI en Nueva España. Continúa el texto con las visitas que recibieron figuras como el consejero Pedro Valle de la Cerda en 1643, el fiscal Rodrigo Jurado en 1649 o el virrey conde de Baños en 1664. Finaliza el compendio con una indagación en la obra de Miguel de Maraña, quien criticó las prácticas fraudulentas que caracterizaron el reinado de Felipe IV, y la evasión y el fraude fiscal del “fondo de sobras” de la administración de alcabalas de la Ciudad de México, entre 1694 y 1754, el cual estaba controlado por los miembros del Consulado de comercio. Se trata de una aportación colectiva muy sólida que aborda cuantiosos problemas generales y conceptuales, a la vez que se presentan diversos casos de estudios desde una perspectiva micro, contando con una ingente cantidad de fuentes. Por tanto, se trata de una de las aportaciones bibliográficas más relevantes de los últimos años al renovar las aportaciones de este campo.


Necesidad y venalidad. España e Indias, 1704-1711, de Francisco Andújar Castillo. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2008.

BUCM (Biblioteca de Geografía e Historia): D35.08AND

ROBERTO QUIRÓS ROSADO (UAM)

La Guerra de Sucesión española, desde su vertiente atlántica o, más concretamente, americana, ha adolecido de estudios sistemáticos que permitan dimensionar el impacto bélico y económico de un conflicto transnacional como el que enfrentó durante décadas a las Casas de Borbón y Austria y al resto de potencias europeas interesadas en sus triunfos o fracasos. Si bien desde la década de 1970 fueron surgiendo algunas investigaciones concretas o parciales al albur de las líneas de trabajo de la Escuela de Estudios Hispano-Americanos de Sevilla, hubo que esperar a la publicación de Necesidad y venalidad para que el público especializado contase con una monografía que radiografiase las dinámicas políticas, sociales y financieras de la monarquía de Felipe V en su proyección eminentemente indiana.

El análisis que Francisco Andújar Castillo desarrolla cruzando fuentes inéditas del Archivo General de Indias, el Archivo General de Simancas y el Archivo Histórico Nacional demuestra cómo, ante la mediatización naval y comercial francesa, el ministerio del primer Borbón español gestionó desde mecanismos a caballo entre lo público y lo privado la creación de una red clientelar que permitió al rey Felipe sostener la fidelidad a su persona y dinastía a lo largo y ancho del Nuevo Mundo. El recurso a las prácticas seculares de los Consejos madrileños y, en particular, de la vía reservada de los secretarios de Estado y del Despacho fue fundamental para la diseminación a gran escala de expedientes venales que, por un lado, nutrieron las maltrechas arcas de la Real Hacienda y, por el otro, alimentaron un creciente e insaciable mercado de adquisición de oficios políticos y de justicia, de galardones palatinos y de títulos de Castilla. La perspectiva prosopográfica que Andújar aplica a los actores de este generalizado marco del beneficio del honor permite conocer tanto las carreras de los compradores y medianeros de la gracia regia (diplomáticos, secretarios, oficiales de pluma, tesoreros y asentistas de la Corona), como el alcance cuantitativo del proceso venal abierto entre los años 1704 y 1711, fecha esta última en la que comenzó a amainar y regresar a sus antiguos cauces el flujo de las adquisiciones cortesanas por parte de indianos y criollos americanos. De igual manera, se reconstruyen a través de una aproximación micro los vericuetos de algunos de los negociados más señeros de los tiempos del conflicto sucesorio, caso de la intervención de la princesa Orsini, el virrey novohispano duque de Linhares, su colega peruano príncipe de Santobuono y el tesorero Juan de Goyeneche en tratos sutiles de venta particular de patentes en blanco que discurrirían por la delgada línea roja entre la venalidad y la abierta corrupción.