Proyectos de Investigación

La parte que falta conoce a la O grande


La parte que falta conoce a la O grande, Shel Silverstein,  1981

https://www.youtube.com/watch?v=BcMmJ4u7JnI

Conocí este libro, hace ya algunos años, de la mano de mi querida Alexia Dotras. Parece un libro sencillo, con dibujos sencillos y una historia sencilla, pero, aquella vez, al leerlo, se me hizo un nudo en la garganta y, desde entonces, siempre me ha acompañado. En este álbum ilustrado, la pobre parte que falta busca desesperadamente alguien a quien completar para unirse a él y rodar lejos. En su periplo, además de muchos despistados, encuentra lugares en los que encaja, pero en los que sobra en cuanto empieza a crecer. Por fin, un buen día, encuentra a alguien diferente, alguien con quien podría encajar, pero ese alguien no necesita a nadie ni a nada, porque está completo. "No puedes rodar conmigo, pero puedes rodar tu sola". Así, la parte que falta aprende a limar sus esquinas, aprende a no rendirse y a dejar de esperar a que alguien la lleve; aprende a rodar sola y, entonces, ya no importa nada más, ya no necesita ninguna parte y, por eso, solo entonces, puede rodar junto a aquel que la impulsó a rodar por sí misma.

Como decía, es una historia sencilla, con imágenes sencillas en blanco y negro, pero, pocas veces, he encontrado un libro que de forma tan hermosa desmonte el mito de las "almas gemelas" o la "media naranja" que venimos repitiendo desde los tiempos en que Platón nos declaró "mitades incompletas" en El Banquete. Pocas veces, me ha parecido tan elocuente un libro que hable de la capacidad de superación. Pocas veces un final feliz, sin palabras en esta ocasión, me ha resultado tan feliz, pues esta vez nadie encuentra a su mitad, son dos personas completas y felices las que deciden rodar juntas.