Patologías
Patologías
Patologías óseas
Es difícil observar las enfermedades que ha padecido un animal simplemente observando el esqueleto ya que al desaparecer los tejidos blandos solamente podremos observar patologías óseas, que sí podemos detectar debido a las secuelas que dejan en el esqueleto. Los principales cambios que se pueden observar son: destrucción de hueso (necrosis), proliferación de hueso y deformaciones. Las principales patologías óseas pueden clasificarse según su causa: inflamatorias, proliferativas, metabólicas, o alteraciones del desarrollo. En el MACV podemos observar principalmente dos:
Inflamación del tejido óseo:
Se trata de la reacción inflamatoria del hueso, en la que se produce pérdida de hueso (necrosis) y crecimiento en su lugar de hueso más débil (osteoproliferación). Generalmente la causa de esta inflamación es infecciosa, pero puede no serlo. Las lesiones más llamativas son las osteomielitis (inflamación del hueso hasta la cavidad medular) en la que vemos osteoproliferación de hueso inmaduro que predispone a la aparición de fracturas patológicas (el hueso está debilitado) y de fístulas o agujeros que drenaban al exterior.
Figura 1: Artrosis de la articulación de la rodilla izquierda en un avestruz (A). Osteomielitis mandibular (actinomicosis) con fístulas de drenaje (flechas) en un rebeco (B), y en un puercoespín (D). Osteopatía en una falange en un casuario (C). Fotos: S. Taengua de la Peña.
Lesiones proliferativas:
Son las más llamativas debido a que pueden llegar a ser de gran tamaño, y son las más frecuentes en el MACV.
Es el sobrecrecimiento del tejido óseo, debido a múltiples causas como reparación de fracturas, en las que al inicio se genera un callo óseo de hueso nuevo alrededor de la fractura, y que se va remodelando y reduciendo de tamaño con el tiempo hasta desaparecer; osteomielitis crónica (debido a la osteoproliferación compensatoria) y la enfermedad degenerativa articular (artrosis), en la que se produce hueso alrededor de las articulaciones reduciendo progresivamente su movilidad.
Figura 2: Fractura reciente del peroné de un alligator (A), fractura con callo óseo del húmero de un loris lento (B), Fractura con desplazamiento craneoventral del tubérculo mayor del húmero, espátula común (C), fractura antigua del peroné de un canguro rojo, donde podemos ver la remodelación ósea (D), espondilosis en las vértebras lumbares de un perro (E). Fotos: S. Taengua de la Peña.
S. Taengua de la Peña, M. Padilla Cano, J.L. Tellería Jorge y E. Tena López