La escritura árabe es un sistema cursivo que se utiliza principalmente para escribir el idioma árabe, y también se ha adaptado a otros idiomas como el persa, el urdu y el pastún. Se escribe de derecha a izquierda y cuenta con 28 letras. La forma de cada letra varía según su posición en la palabra (inicial, medial, final o aislada), lo que le da una fluidez visual única. Muchas letras comparten formas similares y se distinguen por la ubicación y cantidad de puntos. Aunque no marca vocales cortas en el uso común, estas pueden añadirse mediante signos diacríticos. Uno de los aspectos más admirados de la escritura árabe es su caligrafía, considerada una de las más bellas del mundo. Con trazos elegantes, proporciones armoniosas y una riqueza artística profunda, la caligrafía árabe no solo comunica, sino que embellece y eleva el lenguaje a una forma de arte espiritual y visual.