Colaboraciones
Juan Manuel Barceló: “La imagen ha perdido valor noticioso”
Por Manuel Tapia Zamorano
“Ahora no vemos tantas fotos de las guerras en los medios. Sólo se muestra lo extraordinario desde algún punto de vista, como si muchas facetas de la guerra no merecieran nuestra atención”. Son reflexiones de Juan Manuel Barceló, profesor de Tecnología de la Información de la UCM y uno de los comisarios de la exposición “Sin novedad en la guerra”, que podrá verse hasta el próximo 30 de abril en el pasillo del Decanato de la Facultad de Ciencias de la Información, y que recoge una selección de las portadas del diario ABC sobre la I Guerra Mundial.
Barceló, que se doctoró con la tesis “Las portadas de ABC de la Primera Guerra Mundial como fuente documental y fotoperiodística”, recuerda en esta entrevista, realizada mediante cuestionario por correo electrónico, que aquel gran conflicto bélico propició un aluvión de informaciones falsas y de noticias “esotéricas o sobrenaturales” que adquirieron gran difusión.
El trabajo de los fotoperiodistas, según Barceló, ha cambiado mucho desde la I Guerra Mundial hasta nuestros días, hasta el punto de que ahora, como se pone de relieve en el caso de la guerra en Ucrania, los medios de comunicación ofrecen, sobre todo, datos económicos y sobre bajas y avances de las tropas, “pero la imagen como tal ha perdido valor noticioso”.
No tienes una noticia si no tienes cómo transmitirla
Por José Ángel Castro Savoie, exprofesor del Departamento de Periodismo y Comunicación Global
Estoy seguro de que si pudiera hacer una consulta a mis compañeros periodistas de agencia sobre qué preferirían, ser el primero en dar una noticia o el mejor al escribirla, una inmensa mayoría optaría por la primicia. Sin embargo, un compañero que desarrollaba su labor en un periódico probablemente se inclinaría por la segunda opción.
A esta conclusión llegué tiempo atrás, cuando todavía estaba en activo en la Agencia EFE, al aprovechar los contactos que me deparaba el ejercicio cotidiano del periodismo, tanto en el ámbito nacional como en el exterior, para someter a mis colegas a esa escueta pregunta.
Cualquier noticia, crónica o reportaje tiene para el agenciero, en diferente grado, claro está, según el género que esté manejando, un componente de urgencia, de inmediatez, de reflexión precipitada que no suele ser el caso del escritor de periódicos. La televisión y la radio son otra cosa por aquello del directo y no quiero mezclarlas en lo que nos ocupa ahora. Me referiré a ellas más adelante.
Recuerdo que en una ocasión, no mucho después de mi entrada en EFE, en enero de 1977, mi redactor jefe me encargó una información de calle para la que, aparentemente, no tendría que salir con sirena y luces.
“¿Para cuándo lo quieres?”, tuve la imprudencia de preguntarle. Sin levantar la vista de lo que estaba haciendo, musitó simplemente: “Para ayer”. Mensaje captado. Hasta las coberturas rutinarias corren prisa en una agencia.
Portada de la edición especial del diario El Día, de Santa Cruz de Tenerife, publicada con motivo del accidente aéreo de Los Rodeos.
La larga agonía de Europa: entrevista de Manuel Chaves Nogales a Joseph Goebbels
Por Laura Pérez Rastrilla
Neutral y equidistante. Son dos adjetivos que se repiten en las descripciones de Manuel Chaves Nogales. Efectivamente lo era en su ejercicio como periodista, lo que le permitió descifrar el devenir de la Historia con la precisión de una mente privilegiada. Y como característica habitual en ese tipo de excepcionalidad intelectual, su estilo era sencillo, ameno e informativo. Como si se tratara de una práctica fácil, Chaves Nogales tomaba las piezas mundanas del día a día y las encajaba a la perfección para ver el puzle completo. Los personajes de la calle, aparentemente triviales, los comportamientos cotidianos o las conversaciones habituales le proporcionaban la información para proyectar la atmósfera política, que leía en simbiosis con lo que ocurría en las instituciones políticas, judicaturas o medios.
También con neutralidad y equidistancia observaba y se acercaba a cualquier personaje o gobierno, sin desechar nada a priori, porque la información está en todas las aristas de la realidad. Ese diagnóstico sin prejuicios era la clave de sus célebres pronósticos sofisticados y acertados. Su otro secreto era caminar, deambular por la vida cotidiana para escuchar su historia. Solo así es posible tropezarse con un improbable bailaor de flamenco de Burgos, que lo único que quiere él es ganarse el pan bailando, pero la Historia insiste en perseguirlo (Chaves Nogales, 2007). La exquisita narración de Nogales, elegante, natural y precisa, consigue que un antitaurino se pase su parada de metro por leer las aventuras de uno de los fundadores del toreo moderno (Chaves Nogales, 2012a). El oficio de contar… (Cintas Guillén, 2011). ¡Qué acertado el título de la mejor biografía sobre el periodista!(1). La técnica artesana de Chaves Nogales debería ser conocida por todo aquel que quiera aprender a contar.
Página del diario Ahora en la que se muestra la entrevista a Goebbels publicada el 21 de mayo de 1933.
La prensa y la gripe española de 1918
Por Inmaculada Zaragoza García
Directora de la Hemeroteca Municipal de Madrid
La llamada gripe española encontró eco de manera única en la prensa de nuestro país. La Gran Guerra (1914- 918) generalizó la censura y la autocensura en los medios de comunicación en los países beligerantes, por ello, en sus inicios la epidemia que mermó a la población mundial entre 1918 y 1919 fue silenciada en todo el mundo.
En España, ajena al conflicto bélico, la llamada de manera frívola en sus inicios Epidemia del día, La enfermedad de moda o El Soldado de Nápoles (por pegadiza como la música de esta zarzuela), fue aireada de manera excepcional y frecuente en las páginas de los diarios, lo que propició, al ser el único país que se hizo eco de ella, el nombre con la que se la conoció entonces, gripe española. Así la llamó por primera vez el corresponsal de The Times en España, informando al respecto, el día 3 de junio de 1918, lo que fomentó la generalización de esta denominación.
La enfermedad encontró en los periódicos además de información, opinión: conocimiento de su curso y evolución, valoración de las medidas adoptadas por las autoridades políticas y sanitarias, debate científico… permitiendo a la población ser conscientes no solo de su existencia, también de sus riesgos.
El doctor Chicote se vacuna contra las complicaciones pulmonares de la gripe, con el suero preparado por el Laboratorio Municipal de Madrid. ABC. Madrid, 5 noviembre 1918.
Cuando el "Guernica" llegó a España
Por Violeta Izquierdo
El 10 de septiembre de 1981 toda la prensa nacional anunciaba en sus portadas la llegada del Guernica a España. Cuarenta y cuatro años después de su creación en el taller de la calle de los Agustinos de París, el cuadro más emblemático del siglo XX aterrizaba en el país de origen de su autor, Pablo Picasso. Culminaba así la voluntad del artista de que la obra llegara a suelo español, solo si se habían recuperado las libertades democráticas.
Finalizada la Guerra Civil, con la derrota del gobierno republicano, el Guernica no volvió a España. En 1938, el marchante Paul Rosenberg organizó una exposición itinerante con el cuadro visitando Oslo, Copenhague, Estocolmo o Reino Unido. Al terminar la itinerancia europea Picasso decidió que la obra permaneciera custodiada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) hasta que fueran restauradas las libertades democráticas en España.
A cien años de una lección magistral del periodismo de guerra español
Cuando Luis de Oteyza, Alfonsito y Pepe Díaz entrevistaron a Abdelkrim en el Rif
Por Pablo Sapag M.
Se suele decir que el periodismo de guerra español nunca ha logrado levantar el vuelo. La razón para ello sería la no participación directa de España en las dos guerras mundiales, escuelas de periodismo bélico para franceses, alemanes, británicos o estadounidenses. Los libros de ex corresponsales de guerra de medios del Reino Unido y Estados Unidos no solo se han traducido del inglés al castellano y otras lenguas españolas, repletan los anaqueles de las bibliotecas de los centros universitarios en los que se enseña periodismo. Esas mismas estanterías acogen con entusiasmo y en el formato correspondiente a cada época las películas que retratan las experiencias de esos reporteros pretendidos o reales.
En muchos casos esos libros no son sino una sucesión de anécdotas hilvanadas sin ningún criterio académico y por lo tanto formativo. En el caso de las películas, destacan los biopic hagiográficos o las que promueven una idea del periodismo que desde el romanticismo se entiende como lo que no es: un defensor de causas, un juez de parte que al abrazar esa misión justiciera inevitablemente termina alejándose de la información y acercándose a la propaganda. De paso, ese tipo de libros y películas promueven un periodismo temerario en escenarios en los que toda precaución es poca.
Pero el periodismo de guerra español existe y da para llenar tantas estanterías como el de los demás. Rescatar sus hitos es tarea de la Historia de la Comunicación Social, la Historia del Periodismo y la Historia de la Propaganda.
El "caso Unamuno".
Por Mirta Núñez Díaz-Balart
La proyección de “Mientras dure la guerra”, película española de éxito (2019), acompañada de la magnífica actuación de sus actores, en especial Karra Elejalde, ha vuelto a poner de actualidad el “caso Unamuno”. El largometraje ha supuesto la extensión del conocimiento de un hecho que quedaba fundamentalmente en manos de historiadores y periodistas. Tal como nos dice la sinopsis. “España, verano de 1936. El célebre escritor Miguel de Unamuno decide apoyar públicamente la rebelión militar que promete traer orden a la convulsa situación del país (…) La deriva sangrienta del conflicto y el encarcelamiento de algunos de sus compañeros hacen que Unamuno empiece a cuestionar su postura inicial y a sopesar sus principios”.
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(La imagen que acompaña al texto es una reproducción de la página 4 de la edición del periódico salmantino El Adelanto, del 13 de octubre de 1936, en el que se informaba de la celebración del "Día de la Raza" en el Paraninfo de la Unioversidad de Salamanca).