Presentación

“Contar y andar es la función del periodista”, escribió Manuel Chaves Nogales en 1928. Contar y andar. Pocas cosas parecen tan sencillas. Y pocas, sin embargo, acaban resultando tan complejas. Ese viejo oficio de andar y contar es hoy una profesión que exige conocimientos históricos, narrativos, empresariales... Más aún: “Hoy, para entender hacia dónde vamos (…), es más útil entrar en un museo que hablar con cien políticos profesionales”, escribió Ryszard Kapuściński. No le faltaba razón. Un buen periodista debe conocer las estrategias de la comunicación política, pero también ha de saber interpretar el arte de los museos y de las calles.

Todas las disciplinas que se acaban de citar tienen cabida en este Departamento de Periodismo y Comunicación Global. Hemos heredado (o eso pretendemos, al menos) la experiencia y el conocimiento acumulados en los antiguos departamentos de Historia de la Comunicación Social, Empresa Informativa y Redacción Periodística. Esa perspectiva histórica, empresarial y narrativa nos permite ahora acercarnos al periodismo de un modo muy ambicioso. El adjetivo “global” que aparece en nuestro nuevo nombre refleja en parte ese propósito de analizar, investigar, comprender y explicar el periodismo desde ángulos tan diversos como complementarios.

No hay sociedad libre y esencialmente democrática sin un periodismo de calidad. No habrá periodismo de calidad sin medios de comunicación comprometidos con la verdad y sin periodistas bien formados. Por eso es tan importante el rigor académico al que aspiramos. Las asignaturas que conforman la oferta docente de este Departamento de Periodismo y Comunicación Global resultan decisivas para la preparación profesional de cualquier periodista y comunicador. Son decisivas no solo por los contenidos que estamos obligados a desarrollar, sino sobre todo por el sentido crítico y analítico que debemos estimular en los estudiantes. Nuestras revistas, nuestros grupos de investigación y todas nuestras actividades docentes están, de un modo u otro, al servicio de ese gran objetivo social: formar a periodistas y comunicadores rigurosos que sepan mirar, contextualizar, interpretar, innovar y narrar. Que sepan, en definitiva, “contar y andar”, como proponía hace ya casi cien años Manuel Chaves Nogales.