Episodio 7: Juan
"Nuestras voces"
Introducción
Concluimos esta serie reflexionando sobre los capítulos que conforman “Voces y votos”.
En este último episodio no escucharemos la voz de quienes están en prisión, sino las nuestras, la de aquellos alumnos que han ido a escucharles.
Creamos un podcast para contar nuestra experiencia, escogimos el tema que cada uno mejor sabía contar y redactamos un guion acorde. En este último capítulo escucharemos a los creadores de esta serie y entenderemos por qué todos los episodios hablan indirectamente de lo mismo.
Te invito a escuchar "Nuestras voces”, el último capítulo de “Voces y votos”, que explica por qué no hay un capítulo sobre el voto en prisión, sino ocho.
Juan
Guía de escucha
- Un propósito ambicioso.
El objetivo principal de este episodio era compartir cómo fue la experiencia de los alumnos al visitar la prisión por primera vez. Cada uno eligió el tema que más le interesó y que se sintió más cómodo contando.
No obstante, como todas las preguntas que hicimos a las personas privadas de libertad estaban relacionadas con el voto en prisión, ha sido inevitable que la tónica general del episodio haya sido esa: la participación política en las cárceles.
Así las cosas, este episodio combina dos aspectos: narrar la experiencia personal de los alumnos desde la autoetnografía y reflexionar sobre las razones detrás de la alta abstención política en este contexto.
- "No hay un capítulo sobre el voto en prisión, sino ocho".
Uno de los “problemas” con los que nos encontramos al terminar de locutar los episodios de este podcast es que ninguno de ellos hablaba de manera exclusiva sobre el voto y participación política en las cárceles. No obstante, esta cuestión se solucionó fácilmente mientras revisábamos y elaborábamos estas guías de escucha. Rápidamente nos dimos cuenta de que en todas las entregas del podcast se hablaba, y mucho, de política.
De hecho, nos parece importante reivindicar la importancia de las ciencias sociales y las aproximaciones cualitativas como forma de generar conocimiento. También en el ámbito de las ciencias jurídicas, centrales en la ordenación del mundo penal y penitenciario, estas herramientas cualitativas son fundamentales a la hora de desarrollar un trabajo que, al fin y al cabo, tiene en el centro a seres humanos. Las ciencias jurídicas no tienen por qué limitarse a la interpretación de normas, a la dogmática. La política criminal, las propuestas de lege ferenda, el acercarse al caso concreto a través de entrevistas, del estudio de expedientes, del acercamiento a la realidad, en definitiva, debe ser un presupuesto para analizar la norma, conocer sus efectos y hacer propuestas normativas, desde un anclaje en la escucha y en la realidad de los problemas sociales. Y esto también es parte de las ciencias jurídicas.
A continuación, te dejo dos artículos por si te interesa conocer más en profundidad sobre el voto y participación política en prisión:
- La investigación autoetnográfica.
La autoetnografía es un método de investigación cualitativa que combina el análisis personal con la exploración cultural o social. En este enfoque, el investigador utiliza sus propias experiencias personales como fuente de datos para analizar temas más amplios relacionados con la sociedad, la cultura o la comunidad. La autoetnografía actúa como un puente entre lo personal y lo colectivo y se utiliza ampliamente en disciplinas como la antropología, la sociología, la psicología, las artes y los estudios culturales.
En este contexto, resulta revelador contar desde nuestra experiencia cómo ha sido visitar la prisión por primera vez, porque permite conocer el enfoque de un alumno que, al igual que muchos otros, nunca había tenido contacto directo con el sistema penitenciario. A través de la autoetnografía, se logra explorar cómo las emociones, las percepciones y las ideas de los estudiantes se ven transformadas por el encuentro con la realidad de la cárcel.
Este enfoque nos permite, además, reflexionar sobre cómo las estructuras sociales y políticas afectan nuestras visiones del mundo. Al relatar nuestras propias reacciones y sentimientos al entrar en un entorno tan cerrado y controlado, podemos empezar a entender las dificultades que enfrentan las personas privadas de libertad al interactuar con el sistema político y participar en procesos como el voto.
En este caso, la autoetnografía actúa como un método de investigación y como una herramienta de empatía que permite humanizar la situación de aquellos que, por su condición, se ven alejados de las decisiones políticas que afectan a la sociedad en general.
Para más información sobre la autoetnografía:
- La imagen deshumanizada de la persona privada de libertad.
Las películas y series sobre cárceles están en auge. Los famosos true crimes dominan los rankings de podcasts más escuchados en Spotify y las series sobre crímenes reales arrasan en Netflix. Todo ello contribuye a consolidar un imaginario colectivo que perpetúa la imagen de un preso violento, deshumanizado y, por supuesto, carente de empatía.
Cuando entramos a prisión por primera vez, esa imagen estaba en la cabeza de muchos de nosotros. No sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. La incertidumbre sobre lo que encontraríamos —un entorno hostil, marcado por la violencia o la ausencia de humanidad— era inevitable.
Sin embargo, fue sentarnos a hablar con el primer entrevistado y ese prejuicio se desmontó rápidamente. Cada historia personal revelaba una profundidad que los estereotipos no alcanzan a reflejar y que, lejos de encajar en la narrativa simplista de un villano de ficción, mostraba a una persona normal y corriente enfrentándose a una circunstancia compleja.
Sé que el lector no puede atravesar fácilmente las barreras de Instituciones Penitenciarias y ponerse a hablar personalmente con una persona privada de libertad. Por eso, recomiendo encarecidamente la lectura del siguiente artículo:
- Si te interesa el artículo de Ríos Martín, te interesará conocer más sobre la justicia restaurativa.
La concepción político-criminal actual justifica su actuación en lo que se presume que desean las víctimas. Se basa en la idea de la “justicia retributiva”, que asume que las víctimas buscan principalmente el castigo del infractor y que este castigo repara el daño que han sufrido.
Como estas políticas criminales se enfocan exclusivamente en el castigo, desatienden muchas otras necesidades reales de las víctimas y suelen producir, por un lado, una traumática experiencia para estas en su transitar por el proceso penal –esto se conoce comúnmente como “victimización secundaria”– y, por otro, un perverso efecto de desocialización, victimización y desresponsabilización en el autor del delito –esto se conoce como "victimización terciaria"–.
La justicia restaurativa es un nuevo paradigma que, en líneas generales, se propone superar el modelo de la justicia “retributiva” por uno que ponga en el centro la satisfacción de las necesidades de la víctima. En pocas palabras, la justicia restaurativa es una filosofía y un nuevo sistema para resolver los conflictos penales que prioriza la protección de la víctima y el restablecimiento de la paz social a través de la reparación, la transformación y/o el encuentro entre los afectados, con el fin de “devolver el poder” a las partes del proceso, con la participación de estas, la responsabilización del infractor y la reparación del daño producido.
Aquí te dejo un manual y un artículo muy interesantes sobre justicia restaurativa: