Dibujos de retratos
Con respecto a los dibujos de retratos, sus autores intentan trasladar el parecido del individuo a su obra, pero no solo sus rasgos físicos sino también los psicológicos. Para ello, desarrollará su pose, su entorno y la expresión de su rostro. La tradición ha fijado ciertas poses establecidas como maneras correctas de representación: la de frente, perfil y tres cuartos, pero también habría que reseñar las cabezas giradas en relación a su torso y las poses en las que la mirada es un vector de fuerza que llena el espacio compositivo del dibujo y que, gracias al poder que tiene la mirada para reflejar sentimientos, la figura puede adquirir un carácter huraño, amable, severo o desafiante, abriendo con ello la puerta a los secretos del alma del modelo. El análisis del entorno del retratado debe ser visto por el dibujante como el reflejo del lugar y del tiempo en el que vive. Habría que añadir aquí la elección del encuadre y los diferentes planos como elementos que también aportan significación y riqueza compositiva, al igual que la inclusión en el fondo de elementos adicionales para dar respuesta a la representación del modelo o bien simplemente con un fondo neutro que aporta un silencio que se encargará de llenar el retratado como único actor del escenario.
Autor/a: Laura Riquelme, Título: Estudio de cráneo modelo y calavera, Año: Sin fecha, Técnica: Grafito, Medidas: 50 cm x 70 cm.