Proyectos de Investigación

Objetivos

Al igual que en otros ámbitos del saber humanístico contamos con una Teoría de la Literatura o una Teoría de la Traducción, sería pertinente disponer de un bagaje teórico suficiente que constituyera una “Teoría de la Tradición Clásica”. Dentro del aconsejable eclecticismo de ideas y métodos posibles, consideramos oportuno que el estudioso en esta materia cuente con unos instrumentos de trabajo que, cuando menos, le permitan saber por qué investiga de tal o cual manera. Al mismo tiempo, nos parece pertinente indagar en la propia conciencia que los propios autores modernos muestran acerca del hecho de la tradición literaria como tal. Hay casos como los de Pedro Salinas o Jorge Luis Borges, por citar tan sólo dos de los ejemplos notables, que resultan absolutamente aleccionadores en este sentido. Salinas considera la tradición literaria como una “atmósfera” en la que vive la literatura, y Borges nos muestra su peculiar teoría de los “precursores”, que supera la naturaleza cronológica y causal que normalmente conferimos al hecho de la tradición. Asimismo, consideramos que esta conciencia metodológica, tanto la de los estudiosos como la de los propios autores literarios, puede estimular nuevos cauces para la investigación, absolutamente insospechados.

 

A partir de tales presupuestos, nuestra propuesta consiste básicamente en canalizar tales propósitos mediante la conformación de un grupo adecuado y capaz de coordinar la elaboración de un “Diccionario Hispánico de Tradición Clásica” (DHTC), obra que suponga un vademécum para la disciplina y un estímulo para futuras investigaciones en la materia, gracias, precisamente, a la reflexión conceptual, histórica y metodológica en él planteada. De esta forma, la investigación se repartiría, por un lado, en las labores específicas del DHTC y, por otro, en la “investigación asociada” al diccionario. Ambas tareas, la propiamente relacionada con la elaboración del DHTC, así como la investigación asociada, requerirán, asimismo, de una conveniente política de publicaciones y divulgación.

 

-OBJETIVOS ESPECÍFICOS

 

De una manera más específica, la investigación a desarrollar en el marco del DHTC se divide en tres ámbitos:

 

-A. Aspectos conceptuales de la Tradición Clásica, con especial incidencia en los conceptos siguientes: Tradición Clásica, Legado, Influencia, Fortuna, Recepción, Imitación y Traición

 

-B. Aspectos biográficos, establecidos a partir de una historia de la Tradición Clásica que se articula en torno a una etapa previa, una etapa inicial, la consolidación de la disciplina, los nuevos aportes teóricos de la segunda mitad del siglo XX y el incipiente siglo XXI

 

-C. Aspectos metodológicos, con seis ámbitos básicos: el Positivismo, la Intertextualidad, la Estética de la Recepción, la Mitocrítica, la Historia Cultural y el Poscolonianismo

 

El hecho de que se trate de un diccionario “hispánico” no supone una limitación con respecto a las aportaciones que a la Tradición Clásica han hecho otros países como Italia (Comparetti), Alemania (Curtius), los países de habla anglosajona en general (Gilbert Highet) o Francia (Fumaroli). Lo que debe caracterizar a nuestra obra es el interés de poner el acento en el ámbito hispánico, normalmente desatendido como tal ámbito cultural, y de analizar de manera precisa cómo se han llevado a cabo las diferentes transferencias de ideas y de manuales por medio de traducciones. Es el caso paradigmático de la labor llevada a cabo por el Fondo de Cultura Económica con las obras de Curtius y de Highet, cuyas versiones españolas han funcionado de forma autónoma con respecto a sus originales alemán e inglés.

 

El diccionario propuesto, si bien sigue un estricto orden alfabético, articula las entradas según las tres categorías planteadas más arriba, a saber: Conceptos, Biografías (básicamente, biografías de autoridades en la materia) y Métodos. No obstante, en la práctica, contaremos con dos tipos de entradas: Conceptuales y Metodológicas (C-M) y Biográficas (B).

 

El primer tipo de entrada tiene que ver con los principales conceptos que configuran la idea de “Tradición Clásica”, desde los propios componentes de esta juntura, tales como “Tradición/Transmisión” y “Clásico”, así como otros conceptos muy ligados a la formulación en sí, tales como “Herencia”, “Pervivencia”, “Influencia” o “Recepción”. Por su parte, las entradas de carácter metodológico, más restrictivas, tienen que ver con los métodos de estudio, partiendo del criterio más antiguo de la disciplina, el constituido por el “Positivismo”, y terminando con métodos más recientes como la “Estética de la recepción”, la “Intertextualidad”, la “Mitocrítica”, la “Historia cultural” o el “Poscolonialismo”.

 

El segundo tipo de entradas incide básicamente en las personas que han contribuido de una forma directa o indirecta a la configuración de la disciplina, como es el caso de María Rosa Lida, así como a la incidencia que en el mundo hispánico han tenido figuras tan relevantes como Gilbert Highet o Ernst Robert Curtius.

 

-METODOLOGÍA

 

Vamos seguidamente a relacionar la propuesta provisional de entradas y los criterios para su elaboración.

 

El diccionario propuesto, si bien sigue un estricto orden alfabético, diferencia las entradas según las dos categorías que ya hemos expuesto anteriormente, a saber: “Conceptos-Métodos”, por un lado, y “Biografías”, por otro. Esta dicotomía es deudora de la tripartición establecida en la ya citada Teoría de la Tradición Clásica, con una modificación significativa: la fusión de lo conceptual y lo metodológico en una única categoría, con el fin de simplificar la propia categorización de las entradas del diccionario. En realidad, los términos que tienen que ver con los métodos de estudio son más restrictivos en comparación con los conceptuales y pueden quedar perfectamente englobados en la misma categoría de los conceptos. De esta forma, se constituyen dos tipos de entradas, las Conceptuales-Metodológicas (C) y las propias de Biografías (B), según los criterios siguientes:

 

-Entradas Conceptuales y Metodológicas (C). Esta primera categoría tiene que ver con los principales conceptos y métodos que configuran la idea de “Tradición Clásica”, desde los propios componentes de esta juntura, “Tradición” y “Clásico”, hasta otros conceptos muy ligados a la formulación como tal, tales como “Herencia”, “Influencia” o “Recepción”. De manera más restrictiva, se contemplan también los métodos de estudio, partiendo del método más antiguo de la disciplina, el constituido por el “Positivismo”, y terminando con métodos ya indicados más arriba como la “Estética de la Recepción”, la “Intertextualidad”, la “Mitocrítica”, la “Historia cultural” o el “Poscolonialismo”.

 

-Por su parte, el segundo tipo de entradas, las Biográficas (B), incide básicamente en los estudiosos que han contribuido de una forma directa o indirecta a la configuración de la disciplina, como es el caso de precursores como Gregorio Mayans, fundadores como Menéndez Pelayo, o personajes que han logrado la total consolidación del estudio, como es el caso de María Rosa Lida. Por otra parte, como ya hemos indicado previamente, atenderemos a la especial incidencia que en el mundo hispánico han tenido figuras tan relevantes como Gilbert Highet o Ernst Robert Curtius. También se consideran otros autores que, si bien no han tenido una preocupación específica por la Tradición Clásica, sí han hecho aportaciones fundamentales desde el punto de vista teórico.

 

-El listado provisional de entradas para el DHTC

 

Veamos ahora de una manera más precisa qué tipo de entradas deben contemplarse en cada una de las categorías planteadas:

 

a. Conceptos y Métodos

 

Debe tratarse siempre de conceptos bien acuñados y reconocibles por cualquier especialista. Frente a términos muy ligados a la propia disciplina, como “Tradición” o “Pervivencia”, otros resultan más generales, como “Hipotexto”, dado que vienen motivados por metodologías propias de la Teoría de la Literatura. En cualquier caso, las definiciones siempre deben ser canalizadas hacia la relación que el término en cuestión guarda con la propia teoría de la Tradición Clásica. Por ejemplo, en el caso concreto de “Hipotexto”, habría que dilucidar cuáles son sus analogías y diferencias con el muy acuñado concepto de “Fuente”. Al margen de las diferencias de naturaleza que puedan plantearse entre las distintas entradas, no vamos a jerarquizar los términos, a la manera de un Tesauro (en este sentido, nuestro modelo más directo lo constituye el ya citado Diccionario de términos literarios de Estébanez Calderón [Estébanez Calderón 1996]). En algunos casos, se diferencia entre un término como “Tradición” y la lexía que se crea a partir de ese término y un adjetivo como “Clásica”:

 

                          “Tradición” / “Tradición Clásica”

                         

Esta diferenciación obedece al estudio conceptual que hemos llevado a cabo previamente (García Jurado 2007), donde establecemos que la juntura “Tradición Clásica” no resulta simplemente de la adición del adjetivo al sustantivo (“Tradición” + “Clásica”), sino que es el resultado de todo un proceso de restricción designativa (“Tradición” / “Tradición Clásica”). Con respecto a las entradas que conciernen de manera específica a los métodos de estudio de la Tradición Clásica (“Intertextualidad”, “Recepción”…), se trata de una modalidad más restrictiva que la anterior, y tales entradas tendrán un carácter fundamentalmente programático.

 

b. Autores

 

Nos centramos únicamente en los nombres fundamentales que han configurado la historia de la Tradición Clásica, bien de una manera consciente, bien mediante un aporte teórico más general. En este sentido, hay autores vinculados de manera específica con la disciplina y otros que han hecho, de una manera indirecta, importantes aportaciones teóricas. Por ejemplo, Gilbert Highet ha contribuido directamente a la consolidación de la disciplina, mientras T.S. Eliot, pongamos por caso, ha tenido una gran incidencia en ella gracias a sus reflexiones acerca de la Tradición y lo que él denomina el “talento individual”.  

 

El criterio para establecer los términos concretos ha sido, según se ha referido anteriormente, el de la lectura atenta de la Teoría de la Tradición Clásica, incluido el prólogo de David García Pérez. Esta labor ha sido llevada a cabo por Carlos Mariscal de Gante, con la subsiguiente revisión de Francisco García Jurado. De esta forma, debemos decir que no se trata de un índice elaborado mecánicamente o de forma ciega, sino a partir de una reflexión y discusión previa, donde se ha considerado qué entradas resultaban absolutamente pertinentes y cuáles podían ser prescindibles.