Los actuarios
Un actuario es un titulado superior que posee una formación científica, principalmente de naturaleza financiero-estocástica, que le permite llevar a cabo una correcta valoración y gestión de los riesgos soportados por los diferentes agentes económicos. Esta formación permite asimismo al actuario establecer los requisitos de solvencia que deben cumplir las Entidades Aseguradoras, en particular, y las Financieras, en general.
En concreto, los actuarios son los profesionales que valoran las siguientes magnitudes:
-
Las aportaciones o primas necesarias para financiar los instrumentos de cobertura de riesgos.
-
Las obligaciones -que implicarán pasivos- de los tomadores de los riesgos (entidades aseguradoras; mutualidades de previsión social; planes de pensiones).
-
Los patrimonios -activos- que amparan o respaldan a dichas obligaciones de los tomadores de riesgos.
Esto implica aplicar modelos, generalmente cuantitativos, que permitan tarificar diferentes riesgos en Vida, Pensiones, y No Vida; estimar Provisiones Técnicas; calcular niveles de Reaseguro óptimos y determinar la Solvencia Dinámica que permita a la Entidad Aseguradora, o Financiera, en general, hacer frente a largo plazo a los distintos tipos de riesgos específicos de su actividad.
Al igual que ocurre con otras titulaciones, el Actuario tiene competencia exclusiva en determinadas actuaciones profesionales, y su actividad laboral incluye: Compañías de Seguros Privados, Seguridad Social, Consultoría y Auditoria en temas de seguros y finanzas, Banca, Entidades de Reaseguro, Gestión de Riesgos aplicando metodología financiero-estocástica en empresas e instituciones de sectores económicos no financieros, etc. La profesión de Actuario es una profesión regulada (BOE 20 de noviembre de 2008).