Producciones cerámicas de época medieval
El estudio de la cerámica medieval puede dividirse en dos grandes grupos culturales.
Por un lado, la cerámica andalusí abarca temporalmente desde el siglo VIII al XV. Cronológicamente, se distinguen tres grandes momentos que, a su vez, se subdividen en diversas fases. Sus superficies pudieron estar o no vidriadas, con acabados diversos y decoraciones monocromas, bícromas o polícromas de diversa índole. Las producciones de época omeya (emirales, califales y del período de las taifas), se produjeron en seis grandes territorios (Islas Baleares, Ebro, Levante, Meseta, Oeste y Sur) a lo largo de los siglos VIII y XI. Están elaboradas principalmente a torno rápido, aunque también hay piezas modeladas a torneta. Como técnicas de decoración destacadas se señalan las polícromas de “cuerda seca”, los verdugones sobre fondo claro, verde o melado y el reflejo metálico correspondiente ya a la fase taifa. Las producciones elaboradas bajo los poderes africanos (almorávide y almohade) se desarrollaron en los territorios de las Islas Baleares, Ebro, Levante, Meseta sur, Oeste y Sur entre los siglos XII y XIII. Son piezas modeladas a torno rápido que incorporan como innovación decoraciones en verde y negro sobre fondo blanco, esgrafiadas, estampilladas, a molde o caladas. La cerámica nazarí se desarrolló únicamente en la zona penibética durante los siglos XIV y XV. Son producciones a torno rápido que, como novedad, pueden decorarse a “cuerda seca” parcial y en reflejo dorado y azul.
Por otro, se encuentra la cerámica de los reinos cristianos, que incluye a aquellas elaboradas en los reinos cristianos entre los siglos VIII y XV cuyos territorios van ampliándose hacia el sur con el avance cristiano hacia estas tierras. Las producciones altomedievales no presentan cubierta vidriada, sus superficies pueden presentarse estricadas y pueden decorarse con trazos de pintura roja o negra. En época plenomedieval aparecen piezas con juaguetes simples o metalescentes y las primeras producciones vidriadas, con decoraciones monocromas, bícromas o polícromas. Entre las producciones bajomedievales destacan las piezas vidriadas con decoración verde y negra, dorada y azul y dorada.