Proyectos de Investigación

GEOLOCALIZACIÓN DE LOS MANUALES

La Dra. Mónica de Almeida ha llevado a cabo la geolocalización sistemática de los documentos contenidos en el Catálogo Razonado de Manuales Hispanos de Literatura Clásica (CRMHLC).

 

La Dra. Mónica de Almeida ha llevado a cabo la geolocalización sistemática de los documentos contenidos en el Catálogo Razonado de Manuales Hispanos de Literatura Clásica (CRMHLC).

Si atendemos a la localización de los manuales publicados a finales del siglo XVIII, observaremos un claro reparto entre dos lugares: España (Madrid) e Italia. La geolocalización del Specimen de Aymerich representa la obra de un jesuita expulso. Esta doble geolocalización es reflejo, en definitiva de la dualidad que presenta la incipiente historiografía de la literatura clásica en el ámbito hispano: el grupo de los jesuitas expulsos frente al círculo oficial de Madrid. Dentro de Italia, los manuales llevados a cabo por los jesuitas expulsos nos ofrecen una localización muy concreta que va desde Bolonia a Venecia, pasando por Ferrara.

El paso al nuevo siglo, ya en el decenio de los años 40 del siglo XIX, dará lugar a una nueva y puntual geolocalización: París. Allí se publica, en 1841, la traducción al español de un manual francés de literaura griega, el de Fléury de Lécluse. Este hecho no es en absoluto anecdótico, pues este manual estaba destinado a su distribución en las nuevas repúblicas hispanoamericanas. De hecho, su traductor fue Rafael de Ayala y Lozano, exvicecónsul de Colombia en París. Francia se va a convertir a partir de ese momento en la principal difusora de las ideas sobre el mundo clásico en Hispanoamérica. Sería muy interesante trazar, a posteriori, una geolocalización de la ubicación de este manual en las bibliotecas hispanoamericanas.

Desde 1846, fecha en que aparece el primer manual de una literatura clásica en España, la geolocalización va a repartirse por diversos lugares de la Península Ibérica: Madrid (32) y Barcelona (21), seguidas por Zaragoza (6), Granada (4) y, con el mismo número, Oviedo (3), Santiago (3) y Valladolid (3). El resto se reparte entre Sevilla (2), Salamanca (2), Burgos (1), Ribadeo (1), Málaga (1) y Lérida (1). Puede observarse a simple vista la clara pujanza editorial de las ciudades de Madrid y Barcelona frente al carácter puntual de otros lugares.

Por su parte, contamos en el CRMHLC con cuatro documentos publicados en La Habana, que disfrutaba de autonomía educativa. Estos documentos suponen el esfuerzo que conlleva crear materiales propios para la docencia en un momento previo a la independencia de la isla con respecto a su metrópoli. Las dificultades de traer manuales escolares desde España motivaron fundamentalmente esta necesidad.

Finalmente, un manual publicado ya en una fecha que excede los límites impuestos a nuestro catálogo sorprende por su ubicación en la ciudad de Bogotá. Estamos hablando de la traducción de la Literatura latina de Friedrich Leo a cargo de Pedro Urbano González de la Calle. Es una obra concebida hacia 1935 y pensada para ser publicada en los anejos de la revista Emerita. Sin embargo, no vio la luz hasta 1950 en el Instituto Caro y Cuervo. Ese mismo año aparece la Literatura latina de Millares Carlo, publica por el Fondo de Cultura Económica en la ciudad de México. Esta obra, no casualmente, lleva una dedicatoria inicial a Pedro Urbano González de la Calle.

Partimos, pues, del exilio jesuítico en Italia a finales del siglo XVIII para llegar al exilio de los profesores republicanos tras la guerra civil del 36 en América. La geolocalización de las obras apenas tiene nada de casual, es un fotografía de la misma Historia.