1. Bases antropológicas y filosóficas de la acción educativa

Se trata de hacer frente a la dificultad filosófico-educativa de fundamentar un conocimiento dado por objetivo y cierto en el área de la educación. Las consecuencias epistemológicas del relativismo gnoseológico de la posmodernidad han provocado una crisis en el modo de entender los referentes culturales sobres los que se construyen los discursos de la educación. Una consecuencia concreta en el ámbito internacional ha sido y sigue siendo la propuesta del saber educativo -sin teoría-, en línea con las propuestas de W. Carr. En nuestro contexto, esta línea de trabajo ha sido denominada y trabajada desde la perspectiva de una epistemología narrativa. Desde la filosofía, por su parte,se ha confundido la realidad con el lenguaje, identificando lo posible con lo narrable y de ahí a lo deseable.  Todo esto provoca un desdibujamiento en el modo de considerar la idea de efectos educativos y de sujeto educado, así como cuestiona profundamente las posibilidades normativas, encauzadoramente éticas y valorativas, del conocimiento pedagógico.

  

 2. Bases antropológicas y filosóficas de las condiciones formativas de los espacios y de las relaciones educativas

El punto de partida de esta línea de investigación es que la educación es, esencialmente, una relación entre sujetos, en un espacio y en un tiempo determinado. Lo que pretende esta línea de trabajo es determinar, por tanto, alguna de las condiciones antropológicas y filosóficas que hay que respetar y promover para establecer espacios, tiempos y relaciones educativas. Entre todos los posibles espacios y relaciones vamos a centrar nuestras investigaciones, en un primer momento, en la familia, en la calidad del profesorado universitario, en las instituciones cerradas -especialmente en el carácter educativo de la reinserción social aplicada las prisiones-, en las condiciones educativas en las situaciones de emergencia humana y social, y en las condiciones educativas de los espacios virtuales. En la literatura internacional cobra cada vez más importancia la determinación de posibles invariantes o condiciones de base, siempre de carácter antropológico y filosófico, imprescindibles para poder referirnos a la educatividad de determinados espacios, tiempos y relaciones. Lo que genera educación tiene una pluralidad de expresiones pero, al mismo tiempo, ha de surgir de cierta univocidad de criterios pues los fines últimos, antropológica y filosóficamente definidos, encuentran su expresión en las necesidades formativas de los sujetos.

  

3. Bases antropológicas y filosóficas de los derechos aplicados al pensamiento y la práctica educativa

La extensión de los derechos, de las sociedades democráticas, de la conciencia de ciudadanía ha alterado sobremanera la idea pedagógica de lo que se consideran espacios y situaciones educativas. Ya no es suficiente con concebir una educación instructiva de alfabetización generalizada sino que es necesario considerar el derecho la educación en un amplio sentido que abarca, desde esta perspectiva la formación en unos criterios cívico-humanizadores. Especial importancia y relevancia tiene, por tanto, la consideración de los derechos humanos aplicados a la educación, no como cumplimiento –alfabetización- bastante generalizada en nuestro país, sino la búsqueda de las bases antropológicas y filosóficas que nos permitan afirmar que una acción educativa está siendo realizada con el cumplimiento del derecho humano a la educación entendido como un derecho de promoción de criterios de calidad. De igual modo, especial importancia y relevancia tiene volver a considerar el derecho a la educación atendiendo a las nuevas posibilidades educativas que abren las tecnologías de información para la gestión y organización del derecho educación.