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Tríptico El Jardín de las Delicias, El Bosco


Realizado entre 1490-1500. Museo Nacional del Prado, España. Grisalla y óleo sobre tabla de roble. 185,8 cm x 172,5 cm x 76,5 cm

 

El Jardín de las delicias es una pintura realizada mediante las técnicas del óleo y la grisalla sobre unas tablas de madera de roble. Está considerada la obra más compleja y más conocida del Bosco. 

Los temas principales de la obra son la lujuria y el destino inevitable de la humanidad, presentando en cada tabla una escena diferente. En su forma cerrada, el tríptico presenta una escena realizada en grisalla, concretamente se trata de la representación del tercer día de la Creación del mundo. En la parte superior izquierda aparece Dios padre como Creador con unas inscripciones que dicen: “Él mismo lo dijo y todo fue hecho; Él mismo lo ordenó y todo fue creado” palabras que corresponden a los salmos 33,9 y 148,5. 

Cuando el tríptico se abre, se encuentran unas pinturas en color que contrastan con la grisalla del exterior. La pintura se divide en tres escenas que se dividen entre cada una de las tres tablas. Estas escenas pretenden transmitir el tema del pecado y están ordenadas siguiendo una sucesión narrativa, la cual empieza por el panel de la izquierda, que representa el verdadero Paraíso, continúa por el panel central que presenta un falso Paraíso y termina en el panel derecho que representa el Infierno. Contribuye también a ese engaño el hecho de que esta tabla central parezca una continuación de la del Paraíso 

terrenal, al utilizar el pintor un paisaje unificado, al que dota de una línea de horizonte muy elevada que favorece el amplio desarrollo de la composición. 

Si se profundiza en la iconografía de la tabla izquierda, podemos ver que se representa la Presentación de Eva a Adán por Dios Padre. Este tema es poco frecuente y suele estar asociado con la institución del Matrimonio. 

En el panel central se representan muchas personas desnudas, siendo como excepción una pareja situada en la parte inferior derecha, que se cree que son Adán y Eva después de su expulsión del Paraíso. El resto de personas se encuentran distribuidos en grupos o parejas, lo que crea una gran carga erótica, alusión al tema principal de la escena: el pecado de la lujuria. También hay gran cantidad de animales reales y fantásticos y de las plantas y frutas de gran tamaño. En el del fondo de la escena se le da gran importancia a la geometría. También destaca un grupo de hombres que se asocian con los Pecados Capitales. Al fondo de la escena, se encuentra cinco construcciones resquebrajadas para simbolizar la fragilidad y el carácter efímero mencionados anteriormente. 

En el panel derecho se representa el Infierno, también llamado Infierno musical por la presencia de instrumentos en las torturas realizadas a los pecadores que escuchaban música profana. Si en el panel central dominaba la lujuria, en el Infierno se castigan todos los Pecados Capitales. 

Las personas que el Bosco representó creen vivir en un Paraíso, pero se trata de uno falso que solo tiene como final el castigo en el Infierno. Por lo tanto, esta obra transmite un mensaje pesimista, presentando fragilidad y la felicidad como un estado efímero. 

 

BIBLIOGRAFÍA

BRANS, J.V.L. (1955): “Los ermitaños de Jerónimo Bosco”, Goya: Revista de Arte, IV, pp. 196. 

MATEO, Isabel (1963): “El grupo de la cueva en el panel central del Jardín de las Delicias”, Archivo español de Arte, XXXVI, pp. 253. 

PITA ANDRADE, José Manuel (1959): El Bosco, Barcelona, [Electra]Arte. 

PONZ, Antonio (1773): “Viage de España”, Vol. I, Madrid, pp. 240-241. 

Página Web de ficha técnica de la obra, Museo Nacional del Prado: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/triptico-del-jardin-de-las-delicias/02388242-6d6a-4e9e-a992-e1311eab3609