La mediación es un método pacífico de gestión de la convivencia que parte del principio de que una relación franca y directa entre las personas puede conducir a la solución de un conflicto entre ellas sin necesidad de que un elemento externo imponga la solución. Para contribuir a esta solución, la mediación se apoya en una persona externa y neutral que facilita dicha relación interpersonal encaminada al acuerdo.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) la define como un proceso por el que una tercera persona ayuda a dos o más partes, con su consentimiento, a prevenir, gestionar o resolver un conflicto ayudándoles a alcanzar acuerdos mutuamente aceptables. La mediación se basa en la premisa de que, en el entorno adecuado, las partes en conflicto pueden mejorar sus relaciones y avanzar hacia la cooperación, de modo que ella contribuye no sólo a solucionar un conflicto sino a enriquecer una convivencia pacífica y dialogada entre las personas.

La legislación europea y española recoge y apoya la mediación como mecanismo de solución de conflictos. En particular, la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles define la mediación como «un medio de solución de controversias, cualquiera que sea su denominación, en que dos o más partes intentan voluntariamente alcanzar por sí mismas un acuerdo con la intervención de una persona mediadora».

Además, en el ámbito universitario, la Ley 3/2022, de 24 de febrero, de convivencia universitaria, emplaza a las universidades a desarrollar otros medios de resolución de conflictos, que pueden en algunos casos incluso ser alternativos a medidas disciplinarias. Finalmente, los Estatutos de la Universidad Complutense de Madrid recogen en sus artículos 94.2.l, 115.t y 136.1.ñ, el derecho del PDI, PAS y Estudiantado «a tener acceso a un procedimiento formal de mediación en los conflictos que se puedan plantear» en su ámbito respectivo.