El informe La Universidad Española en Cifras, recientemente publicado, señala que las mujeres eligen estudios vinculados a los cuidados y atención a otras personas, como Educación Infantil donde el 91,66% de estudiantes son mujeres, o Enfermería con un 80,14%, mientras las carreras científicas y técnicas siguen siendo mayoritariamente masculinas: un 10,82% de mujeres en Ingeniería informática y un 13,76% en Ingeniería electrónica.

Pero no solo encontramos barreras cuantitativas, también hay que superar la barrera de la percepción de la ciudadanía: un 63% de la ciudadanía estima que las mujeres no valen para científicas de alto nivel, según una encuesta europea realizada por la Fundación L’Oreal en 2015.

Los datos cuantitativos relacionados con las mujeres en el ámbito científico en España son muy bajos, pero es mucho menor la visibilidad que se da de la labor que realizan las científicas y las tecnólogas en nuestro país. Ante preguntas como ¿cuántas mujeres científicas conoces?, ¿qué porcentaje de premios científicos crees que se conceden a las mujeres? o ¿cuántas mujeres han recibido un Premio Nobel de Ciencias?, la ciudadanía no sabe o no contesta. La falta de visibilización de científicas tanto en los medios como en las escuelas o la universidad ha generado un completo desconocimiento de las aportaciones femeninas en este campo, lo que lleva consigo la falta de referentes para muchas niñas y adolescentes que tal vez se animarían a realizar este tipo de estudios.

Somos lo que vemos y no podemos ser aquello que no vemos. Si los medios de comunicación dieran cabida dentro de la información a más expertas (astrofísicas, biólogas, oncólogas y un sin fin de especialidades en las que también destacan), la percepción de la sociedad sobre las capacidades de las mujeres para dedicarse a la carrera científica cambiaría.