A nivel general el urbanismo de Santiago está vinculado al actual Plan General de Ordenación Municipal que fue publicado en el Boletín Oficial de la Provincia en el año 2009. Sin embargo a efectos del centro histórico resulta mucho más relevante el Plan Especial de Protección y Rehabilitación de la Ciudad Histórica que data originalmente de 1997. En el año 2015 se contrató la revisión del citado plan cuyos primeros avances se conocieron ya en 2016. Los trabajos relacionados con la Ciudad Histórica se llevan desde la Oficina Municipal de la Ciudad Histórica y de Rehabilitación.

En el plano estrictamente turístico estamos en un momento de espera al nuevo plan estratégico. El Plan de Márketing Estratégico del Turismo de Santiago, elaborado en 2004, con una revisión posterior en 2008, fue el documento fundamental que guió la política turística de Santiago. En el se definían productos, mercados y se proponía la creación de nuevos nodos turísticos que sirviesen para descongestionar la presión ejercida sobre el centro histórico.

Como se comentó, en la actualidad se está elaborando el nuevo plan de turismo que se prevé sea entregado a la administración a finales del año 2017, si bien el retraso con el que comenzaron los trabajos tal vez repercuta igulamente en la fecha de finalización. En todo caso este nuevo plan tendrá como retos aliviar la presión sobre la ciudad histórica, diversificar la oferta, y sobre todo establecer un marco de ordenación y gestión ante la proximidad del Año Santo de 2021 sobre el que, sin duda, va a recaer buena parte de la política turística del gobierno de Galicia.

De hecho la Estrategia de Turismo de Galicia 2020 y que se aplica desde 2017 tiene como uno de sus ejes centrales la preparación del Año Santo de 2021. Es cierto que los diferentes caminos recorren prácticamente toda Galicia, pero la realidad es que convergen en la ciudad de Santiago, que se ve muy afectada por la masiva llegada de peregrinos, además de otros turistas estimulados por el propio fenómeno peregrinatorio.

Por lo tanto los actuales documentos en elaboración, tanto desde la perspectiva turística, como de la urbanística, tendrán que enfrentarse al reto que supone la proximidad del Año Santo de 2021, además de otras cuestiones como la del creciente uso turístico de apartamentos que ya se comienza a evidenciar en Santiago y que puede echar por tierra la pretendida revitalización del centro histórico a partir de la captación de residentes permanentes.