Todo lo que necesitamos saber sobre la vacuna de la gripe
- Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid, nos resuelve las dudas que siempre nos surgen con la vacuna de la gripe pero que desde hace dos campañas se han incrementado a raíz de la entrada de un nuevo actor: el SARS-CoV-2.
Hoy comienza la campaña de vacunación en comunidades como Madrid y Barcelona. / Shutterstock.
María Milán, 25 de octubre. En muchas regiones como Andalucía, Castilla y León o País Vasco ya ha comenzado mientras que en otras, como la Comunidad de Madrid o Cataluña, lo hacen hoy.
Un octubre más llega la campaña de vacunación contra el virus de la gripe. Eclipsada en 2020 por el SARS-CoV-2, la de 2021 insiste en la protección a los grupos de riesgo y en seguir convenciendo a la población de que un pinchazo salva vidas.
¿Cómo funciona la vacuna de la gripe?
El curso acelerado de vacunología que parece que todos hayamos recibido este año nos ha dejado términos que ya nos resultan familiares “ARN mensajero” –como las vacunas de Pfizer y Moderna– o “vector vírico” –AstraZeneca y Janssen– y se refieren a funcionamientos diferentes de las formulaciones para hacer reaccionar a nuestro organismo en el caso de ser infectado por el SARS-CoV-2.
En el caso del virus de la gripe, siempre hemos escuchado que la vacuna cambia de un año a otro. ¿Por qué? “Se trata de una vacuna formulada con el virus muerto –inactivado- y es trivalente o tetravalente, es decir, tiene tres o cuatro variantes distintas del virus, normalmente una de tipo A H1N1, una A H3N2 y una o dos B”, explica Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
La composición de la vacuna se reformula cada año. Jiménez Cid relata que existen sistemas de vigilancia epidemiológica coordinados a nivel global (GISRS, FluNet) que examinan los virus prevalentes en el invierno del hemisferio sur –de junio a septiembre– para predecir los que esperamos para el invierno del hemisferio norte y viceversa.
“En función de ese estudio, un comité internacional aconseja una composición vacunal. Los virus de la gripe cambian muy deprisa y dado que la composición se decide meses antes de la temporada de gripe -para que dé tiempo a la producción de vacunas-, no siempre la predicción es exacta”.
¿A quién va dirigida?
En primer lugar, a las personas que están en riesgo de sufrir consecuencias graves derivadas de un cuadro gripal como las personas de la tercera edad o aquellas que padecen enfermedades crónicas como diabetes, asma o EPOC.
También es importante, señala Jiménez Cid, la vacunación del personal sanitario, así como la de los docentes “porque las aulas de colegios, institutos y universidades son lugares de alto riesgo de transmisión”.
En cualquier caso, el microbiólogo invita, si se da la opción, a la vacunación de personal que no esté incluido en los grupos citados anteriormente, “especialmente si se tienen personas de riesgo a cargo en casa”.
“Los expertos aconsejan vacunar a los niños porque, aunque por lo general su vida no está en riesgo por una gripe, pueden transmitirlo a personas mayores y a las de riesgo”, comenta el experto.
COVID-19 y gripe, ¿vacunas simultáneas? ¿Y enfermedades?
Galicia, Cantabria y la Comunidad de Madrid, entre otras, han decidido administrar a la vez la tercera dosis de la vacuna de COVID-19 y de la gripe en el caso de las personas de la tercera edad –siempre que hayan pasado más de seis meses desde la segunda dosis–.
¿Son compatibles? “Claro, son vacunas distintas, no existe ninguna incompatibilidad”, asegura Jiménez Cid.
Además, aunque existan hipótesis que favorecen la idea de que una estimulación del sistema inmunitario con ciertas vacunas “nos alerta” frente a infecciones distintas, el catedrático de la UCM deja muy claro que la vacuna de la gripe no protege frente a la COVID-19 ni viceversa. “Cada una actúa contra un patógeno distinto, sólo es efectiva para prevenir la infección para la que está diseñada”.
¿Y si una persona se infecta a la vez de ambos virus? A pesar de no haber suficientes evidencias científicas de co-morbilidad –dados los pocos casos de gripe del año pasado- como para predecir hasta qué punto una potencia la gravedad de la otra, “ante la duda, mejor no dar la oportunidad de que eso ocurra vacunándonos de COVID-19 y, si tenemos la opción, también de la gripe”, recomienda el experto.
La pregunta del millón, ¿será peor la temporada de gripe que la del año pasado?
Según el sistema de vigilancia de Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria y Hospitales que coordina el Instituto de Salud Carlos III, en la temporada 2020-2021 se notificaron solo doce detecciones del virus de la gripe, una cifra anómala que es consecuencia de las circunstancias de meses de confinamiento, restricción de la movilidad y medidas de seguridad como la mascarilla.
“Por eso, este año, inevitablemente, es previsible que contabilicemos más casos de gripe, especialmente si relajamos el uso de las mascarillas. Pero la última palabra la tendrán los virus que lleguen cuando comience la temporada y su capacidad de propagarse. Esto último depende de la inmunidad de la población, generada tanto por las gripes pasadas a lo largo de la vida que nuestro sistema inmunitario ya conoce como por la vacuna, siempre que la de este año se ajuste bien a las variantes que vienen", concluye Jiménez Cid.
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