Así reacciona nuestro cerebro cuando sentimos orgullo y vergüenza

  • Ambas emociones sociales se desarrollan temporalmente en dos etapas: una temprana y otra tardía
  • El estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid señala que numerosas áreas cerebrales pueden participar de una misma emoción
  • A su vez, una única área puede estar implicada en diferentes emociones

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Las emociones sociales son menos estudiadas que las básicas. / Shutterstock.

Las emociones sociales son menos estudiadas que las básicas. / Shutterstock.

UCC-UCM, 20 de diciembre de 2021. Diferentes zonas del cerebro intervienen cuando una situación nos produce orgullo o si, por el contrario, nos avergüenza, según un estudio del Centro Mixto (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos.

El trabajo, publicado en Brain Structure and Function, señala que en ambas emociones hay un desarrollo temporal dividido en dos etapas. En relación al orgullo, este se origina en el precúneo –en el lóbulo parietal superior- a los 300 milisegundos (ms) y en torno a los 600-900 ms intervienen las áreas frontales mediales y el cingulado anterior, vinculadas al significado social.

En la vergüenza, la primera etapa aparece en torno a los 370 ms en el cuneus -en el lóbulo occipital-, implicado en situaciones sociales en los que la imaginación mental de la situación es un proceso crítico para la generación de vergüenza. La segunda etapa involucra al lóbulo parietal, el medial frontal y el precúneo.

La investigación tradicional se ha centrado más en las “emociones básicas" que en las "sociales" por su facilidad de estudio

De esta forma, los investigadores también concluyen que una misma área, como el medial prefrontal o el precúneo, puede estar implicada en diferentes emociones.

La investigación cerebral tradicional sobre las emociones se centra en las llamadas “emociones básicas”, siendo ira, miedo, tristeza, alegría y asco las más estudiadas. “Su facilidad de estudio, ubicuidad y posible vínculo con otros primates y animales no humanos, han posibilitado una extensa investigación”, señala José Sánchez García, investigador del Centro Mixto (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos.

“Las emociones sociales, entre las que destacan principalmente la culpa, la vergüenza, el orgullo y el bochorno, a pesar de que nuestra vida está teñida de ellas, permanecen aún con muchísimos aspectos por explorar. Estas emociones sociales a diferencia de las básicas, implican aspectos cognitivos y evaluativos más complejos”, añade Manuel Martín-Loeches catedrático de psicobiología en la UCM y director de la sección de Neurociencia del Centro Mixto (UCM-ISCIII) de Evolución y Comportamiento Humanos.

Primera recreación in situ de emociones sociales

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores registraron la actividad cerebral de una treintena de individuos a través de electroencefalograma (EEG) mediante potenciales cerebrales evento – relacionados (ERP).

A través de un casco con electrodos sobre el cuero cabelludo, el EGG registra el transcurso temporal de la actividad cerebral en ms, mientras que los ERP miden la respuesta cerebral a determinados estímulos.

Cada participante realiza una tarea en la que, al finalizar, se muestra de forma pública el resultado de su rendimiento, del que se deducen estas emociones: orgullo máximo cuando el participante acierta y el resto falla, condición de control para el orgullo, cuando los cuatro participantes aciertan; vergüenza máxima cuando el participante falla y el resto acierta, y condición control para la vergüenza cuando los cuatro participantes fallan. Al final de la sesión los participantes completan un formulario en el que validan las emociones sentidas en cada condición experimental.

“Habitualmente, el estudio de las emociones sociales se realiza pidiendo a los participantes que imaginen o recuerden eventos personales de índole social. Por primera vez, recreamos un paradigma más ecológico y cercano a la vida real para generar in situ en el laboratorio las emociones sociales buscadas”, destaca Sánchez García.

El siguiente paso en la investigación, adelantan los autores, es estudiar si existen diferencias en el procesamiento cerebral de dos tipos diferentes de orgullo: el orgullo hubris (alfa) asociado con atribuciones propias en base al talento y la habilidad personal -relacionado con conductas narcisistas- y el orgullo auténtico (beta) que deriva de obtener una recompensa y reconocimiento social gracias al esfuerzo y mérito realizado sobre una tarea o meta.

 

Referencia bibliográfica: Sánchez-García, J., Rodríguez, G. E., Hernández-Gutiérrez, D., Casado, P., Fondevila, S., Jiménez-Ortega, L., ... & Martín-Loeches, M. (2021). “Neural dynamics of pride and shame    in    social    context:    an    approach    with    event-related   brain    electrical potentials”. Brain Structure and Function, 1-15. DOI: 10.1007/s00429-021-02296-7.


 

      
Unidad de Cultura Científica y de la Innovación
Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)
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