Revelando antiguos misterios marinos: cómo la tectónica y el clima dieron forma a un paisaje submarino

Imagina una época en la que la península ibérica fuera un paraíso tropical, repleta de vida y ecosistemas vibrantes. Durante el Cretácico Inferior (hace 120 millones de años), una plataforma carbonatada marina poco profunda en el sur de España fue un bullicioso centro de actividad geológica. Este estudio revela cómo las fuerzas tectónicas y el clima dieron forma a este antiguo paisaje submarino, creando un entorno único donde prosperó la vida marina. Al comprender estos procesos, obtenemos información sobre la historia dinámica de nuestro planeta y las fuerzas que hoy en día continúan dándole forma.

 

Recreación artística de un arrecife cretácico, mostrando, entre otros, bivalvos de tipo rudistas (del género Titanosarcolites), y cefalópodos tipo ammonites (del género Placenticeras). / Karen Carr.

Recreación artística de un arrecife cretácico, mostrando, entre otros, bivalvos de tipo rudistas (del género Titanosarcolites), y cefalópodos tipo ammonites (del género Placenticeras). / Karen Carr.

10 de enero de 2025. El Cretácico (el período final de la Era Mesozoica, así como el más largo) fue un período con un clima relativamente cálido, con un nivel alto del mar, y con numerosos mares interiores someros o de poca profundidad. Los océanos del Cretácico estaban habitados por seres vivos ahora extintos como los ictiosaurios (reptiles marinos), los ammonites (moluscos cefalópodos), o los rudistas (moluscos bivalvos), mientras que los dinosaurios continuaban dominando en la tierra.

Durante el Cretácico Inferior, hace entre unos 146 y 100 millones de años, la península ibérica se encontraba 15º de latitud más al sur de donde se encuentra actualmente, y su orientación con respecto a la posición actual estaba rotada 45º en sentido horario. La práctica totalidad del litoral de la península se encontraba sumergida bajo mares de poca profundidad (en general, inferior a 200 metros), en lo que llamamos la zona de plataforma. Debido por tanto a su paleolatitud, el clima al que estaba sujeta la península en aquella época era tropical y subtropical, más cálido que el clima actual, lo que produjo que en algunas zonas costeras se desarrollasen plataformas marinas carbonatadas, es decir, plataformas constituidas por carbonatos o rocas carbonatadas (como sucede actualmente, por ejemplo, en las islas Bahamas), a diferencia de como ocurre en la actualidad, donde la zona de la plataforma continental actual está constituida por sedimentos terrígenos o siliciclásticos (dominados por sedimentos de composición silícea o silicatos).

Pero ¿cómo se forma una plataforma carbonatada?, en las plataformas marinas carbonatadas, los carbonatos se forman principalmente de dos formas: biológica y química. La formación biológica se da por la acumulación de organismos (como moluscos o foraminíferos) que extraen carbonato (CO3) del agua y lo sintetizan en sus conchas y esqueletos los cuales, al morir, forman parte del fondo marino, así como por los arrecifes de coral, formados también por carbonato. La formación química se da por precipitación, donde a veces el carbonato precipita directamente por sobresaturación, debido a cambios en la temperatura, la salinidad o la concentración de CO2 en el agua del mar.

La plataforma del sureste

Al final del Cretácico Inferior, en el Aptiense, hace aproximadamente 120 millones de años, en el sur y sureste de España se formó una gran plataforma carbonatada que discurría desde Andalucía hasta Valencia, la llamada Plataforma del Prebético, con una extensión desde la provincia de Jaén hasta el Cabo de la Nao, en la provincia de Alicante. Esta plataforma crecía o se desarrollaba en general en sentido sureste, pero, en algunas zonas, una falla o accidente tectónico podía rotar y cambiar la orientación de avance de la plataforma, variando su sentido de avance.

Los geólogos pueden conocer estos datos realizando mediciones en el campo con una brújula, estableciendo la orientación actual de los estratos o capas rocosas en el espacio, así como conocer su posición original a partir de la actual mediante diferentes técnicas de restitución tectónica.

En una de las zonas de esta antigua plataforma marina, en lo que actualmente constituye la Serranía entre los pueblos de Bedmar y Jódar, en Jaén, aflora uno de los bloques girados de esta plataforma, donde se la observa avanzar hacia el noreste en vez de hacia el Sureste. Estudiando las calizas que afloran inclinadas 45º en el Barranco del Tejar, se han encontrado estromatopóridos en la parte inferior, y rudistas en la parte superior, lo que se ha interpretado como un cambio en la paleoecología de la plataforma; en un primer momento la barrera que servía de defensa al lagoon de la plataforma estaba constituida por estromatopóridos, un clado extinto de esponjas marinas, que podía vivir a mayor profundidad que los rudistas. Es por esto por lo que se piensa que, en los primeros estadios, esta plataforma se adaptó a sucesivos aumentos relativamente fuertes del nivel del mar; mientras que, una vez el nivel del mar se estabilizó, los estromatopóridos fueron sustituidos por rudistas, estableciendo una barrera de menor profundidad.

El estudio de las plataformas carbonatadas del Cretácico Inferior, y concretamente del Aptiense, es crucial para el desarrollo de análogos paleoclimáticos como modelos del cambio climático antropogénico actual. El Cretácico Inferior, que tuvo un clima global de Greenhouse, estuvo puntuado por episodios extremos o eventos hipertermales que produjeron períodos de Hothouse o calentamiento global, como el Evento Anóxico Oceánico 1a (denominado OAE 1a por sus siglas en inglés) del Aptiense inferior, que produjo la desaparición de las plataformas marinas en ese período geológico.

 

Rafael Martínez Rodríguez, es investigador postdoctoral en el Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM. 

 

Referencias bibliográficas: Martínez-Rodríguez, R., Nieto, L.M., Castro, J.M. et al. Progradation of a shallow carbonate platform developed on a fault-block in the Western Tethys (lower Aptian, Sierra de Bedmar-Jódar, Prebetic of Jaén, Spain). Facies 69, 6 (2023). https://doi.org/10.1007/s10347-023-00664-9

Enlace UCM al artículo científico: https://docta.ucm.es/entities/publication/061038e6-4697-4bc0-8ef1-07b5b129a9fe


 

      
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