La reproducción asistida: 45 años cumpliendo sueños
La Fecundación in vitro es uno de los avances científicos que más deseos ha cumplido y parece que su uso no ha hecho más que empezar. La polémica suscitada por el caso “Ana Obregón” ha reavivado la fama de esta técnica, que ha surgido en el sitio menos pensado y cuya historia merece ser contada.
La técnica de la Fecundación in Vitro ha cumplido los sueños de muchas familias. / Shutterstock
31 de octubre de 2023.
Hace unos meses, la polémica surgida por la utilización por parte de Ana Obregón de los espermatozoides de su hijo fallecido y el uso de un vientre de alquiler para la gestación de su “hija-nieta”, ha protagonizado numerosos titulares en los medios de comunicación.
Sin embargo, las tensiones generadas en el debate social sobre la gestación subrogada no deben de oscurecer uno de los logros científicos más extraordinarios que han cambiado la vida de millones de familias: la fecundación in vitro (FIV).
¿En qué consiste la FIV?
La fecundación in vitro es una técnica de reproducción asistida que consiste en una serie de procedimientos:
1) La extracción de los gametos femeninos, ovocitos, que se encuentran desarrollándose en el interior de los ovarios de la mujer
2) Su fecundación, fuera de su cuerpo, con un espermatozoide procedente del varón
3) El cultivo del embrión generado durante unas horas y su posterior transferenciaal útero materno para su implantación y ulterior desarrollo.
Pero ¿cómo fueron sus inicios?
Los avances científicos surgen en los sitios menos esperados
Todo comenzó en Oldham, una pequeña localidad del noroeste de Inglaterra sin tradición en innovación, ni laboratorios punteros. Allí, en 1951, en su Hospital General el Dr. Patrick Steptoe especialistaen Ginecología y Obstetricia, se enfrentaba a la frustración de muchas mujeres por su incapacidad de concebir. Esto lo impulsó en sus investigaciones, aprendiendo la técnica de laparoscopia, práctica con la que podía extraer los ovocitos de sus pacientes desde el ovario con una cirugía mínimamente invasiva.
El libro “Laparoscopia en Ginecología” en el que Patrick plasmó sus conocimientos impulsó a Robert Edwards, experto en Biología de la Fecundación, a contactar con él. Desde su laboratorio en la Universidad de Cambridge llevaba años trabajando en la reproducción animal. Había desarrollado los medios para el cultivo de los ovocitos, así como el entorno y las condiciones óptimas para que se produzcan la fecundación y la supervivencia del embrión.
La incorporación de Jean Purdy fue vital para el éxito del proyecto: esta enfermera ingresó como técnico en el laboratorio de Edwards, convertiendose en una parteesencial del equipo al ser la responsable del cuidado de los ovocitos y embriones y de asistir a las futuras madres.
Perseverancia: el nombre del éxitoPurdy y Edwards trabajaron mano a mano en un pequeño laboratorio pegado al quirófano de Steptoe.. Allí, durante años, sufrieron desilusiones, fracasos y críticas sociales, acusados de romper los límites morales por experimentar con embriones.
Finalmente, llegó el éxito. Purdy fue la primera en observar las células del embrión dividiéndose y la encargada de transferirlo al útero materno para que continuase su desarrollo: en 1978 nacía el primer bebé por FIV..
El equipo somos tres
La labor desarrollada es un ejemplo de trabajo en equipo, pero como en mucha de estas historias el reconocimiento llegó tarde para alguno de los miembros.
En 2010 Edwards recibió el premio nobel de Fisiología y Medicina por el desarrollo de la técnica de fecundación in vitro, no así Steptoe que había fallecido en 1988, ni Purdy que lo había hecho en 1985.
A pesar de que la labor de Steptoe sí fue reconocida desde el inicio, no lo fue la de Purdy, cuya irremplazable labor sistemáticamente se ignoró, incluso a pesar de la insistencia de sus compañeros en considerarla como uno de ellos, en palabras de Edwards “la considero igual de colaboradora que Patrick Steptoe y yo”.
No ha sido hasta 2015 cuando La Sociedad de Biología Británica incluyó por primera vez su nombre junto al de sus dos compañeros en la placa con la que rinde homenaje a los responsables de la FIV.
Una técnica con futuro
Millones de personas viven en nuestro planeta como resultado de este trabajo. Aunque pueda parecer que sobre la FIV todo está dicho, no es así. El eje está puesto en la mejora e innovación continua ya que la demanda no para de crecer.
Los objetivos para el 2030 se centran en la automatización y digitalización de los procesos para evitar errores y disminuir costes, en establecer técnicas no invasivas para la evaluación del embrión e incorporar la Inteligencia artificial para la mayor eficiencia en la elección de los gametos y embriones. Todo presagia un largo futuro para la FIV.
La autora de este texto es Elena Giné Domínguez, profesora titular y secretaria académica del Departamento de Biología Celular perteneciente a la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid y con este trabajo ganó el 3er premimo de la la modalidad de artículo de divulgación en la XII edición del Concurso de Divulgación Científica UCM.
Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)
Universidad Complutense de Madrid
uccucm@ucm.es - Tlf.: 91 394 64 48
Con la colaboración de: