Investigación, docencia y transferencia de las bases de la vida en la UCM
¿Qué tienen en común la docencia, la investigación y la transferencia en líneas aparentemente tan dispares como cáncer, cannabis, proteínas, alergias o bioinformática? En la Universidad Complutense de Madrid, estos y otros temas tienen en común que desde 2018 se realizan en un mismo departamento, el de Bioquímica y Biología Molecular, uno de los más numerosos de la institución, con 202 profesores y profesoras de seis facultades, actualmente bajo la dirección de María José Feito. El reto: avanzar en el conocimiento de las bases químicas de la vida, así como trasladar este conocimiento al alumnado y a la sociedad para construir, entre todos y todas, un futuro mejor.
La bioquímica está presente en toda la vida. / Shutterstock.
María Milán, 15 de diciembre de 2022. “Casi todos los aspectos de la vida se organizan en el nivel molecular, y si no entendemos las moléculas, nuestra comprensión de la vida misma será muy incompleta”, dijo Francis Crick, físico y biólogo molecular que en 1962 recogió, junto a otros científicos, el Premio Nobel de Medicina, por sus descubrimientos sobre la estructura molecular de los ácidos desoxirribonucleicos, la famosa estructura de la doble hélice del ADN.
Sesenta años después, 202 profesores y profesoras de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), además de 72 personas de los grupos personal investigador y técnico, trabajan a diario en el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular (BBM) para ampliar el conocimiento y las aplicaciones de esa comprensión de la vida que mencionaba Crick.
La fusión de cuatro departamentos en uno
Por volumen de personal, el departamento es uno de los más grandes de la UCM y el que más facultades abarca, seis: Ciencias Biológicas, Ciencias Químicas, Medicina, Farmacia, Veterinaria y Óptica y Optometría. Se constituyó como departamento único en 2018, tras la fusión de los antiguos Departamentos de Bioquímica y Biología Molecular, antes numerados del I al IV.
De esta forma, se fusionó también la antigua subdivisión de la Bioquímica: ciencias experimentales y ciencias de la salud. El resultado, un departamento con sede en la Facultad de Ciencias Químicas y 4 secciones departamentales (Biológicas, Medicina, Farmacia, Veterinaria) en cada una de las facultades del mismo nombre. La unidad de Óptica y Optometría, por su reducido número de personal (tres, en la actualidad), queda adscrita directamente a la sede del departamento.
Cada sección departamental cuenta con un responsable o director de sección, mientras que en la sede de Químicas esta responsabilidad recae en el subdirector del departamento. En febrero de 2022, María José Feito fue elegida para ejercer la dirección global del departamento. Pese al escepticismo que provocó en su día la fusión, desde entonces “somos una familia más grande, con las ventajas y los inconvenientes que tiene serlo, pero hemos ganado fluidez en la investigación y transferencia de conocimiento entre secciones”, afirma la actual directora.
María José Feito, directora del departamento BBM. /M. Milán
“Entre las secciones colaboramos habitualmente, tenemos seminarios conjuntos, proyectos de investigación, evaluamos las plazas convocadas juntos, sufrimos las carencias y hacemos las celebraciones de Navidad juntos. Hasta hemos tenido matrimonios entre personas de diversas secciones”, bromea José Ignacio Rodríguez Crespo, subdirector del departamento y responsable de la sede en Ciencias Químicas.
A punto de cumplir un año en el cargo, la profesora Feito, confiesa que dirigir este “macrodepartamento” no sería lo mismo sin el trabajo de su predecesora, la primera directora tras la fusión, la profesora de la Facultad de Farmacia Almudena Porras, quien fue el principal artífice de un nada fácil inicio de andadura
Dos mujeres en el cargo en un Departamento donde ellas duplican en número (136 mujeres y 66 hombres).
Investigación en diversas áreas en beneficio de la sociedad
Para la profesora Feito, el reto de hoy en día de la bioquímica y la biología molecular es, además del conocimiento en sí mismo para entender la base de nuestra vida, el desafío técnico: “Incorporar la tecnología a la bioquímica, como estamos viendo en la biofísica, el modelaje computacional o la realidad virtual, es decir, ser testigos de cómo se sintetizan las proteínas dentro del cuerpo humano”.
Las líneas de investigación de este departamento son incontables y de gran valor, no en vano cuenta con 317 sexenios de investigación. Además, según la clasificación de los investigadores más influyentes del mundo que acaba de publicar la Universidad de Stanford, 129 pertenecen a la UCM. De ellos, el 5 % están adscritos al departamento BBM.
En la Facultad de Ciencias Químicas, por ejemplo, destacan líneas de investigación en proteínas tóxicas, alergia y alérgenos, células dendríticas, biomateriales, biofísica o bioinformática, así como en cáncer y en bioquímica de cannabinoides, áreas que comparte con la sección de Ciencias Biológicas, –sección que dirige la actual directora del departamento- que a su vez suma otras áreas como ingeniería genética o biotecnología enzimática.
Las enfermedades neurodegenerativas son una de las líneas de investigación en varias secciones departamentales. / Shutterstock.
En las secciones de más tradición sanitaria destacan: en la Facultad de Farmacia –sección que dirige Aránzazu Sánchez- líneas de cáncer, diabetes, obesidad, enfermedad crónica hepática y neurodegeneración; en la Facultad de Medicina –dirigida por José Javier Fernández Ruiz-, líneas relacionadas con enfermedades metabólicas (diabetes) y neurológicas (párkinson, esclerosis lateral amiotrófica, demencia frontotemporal, ataxias, síndrome de Dravet), así como líneas relacionadas con la respuesta celular al estrés, o con la nanotecnología, o con la cronobiología; y en la Facultad de Veterinaria –dirigida por Antonio Puyet Catalina -, líneas relacionadas con neurotransmisión y patologías en sistema nervioso (Síndrome X-frágil, ataxia, alzhéimer), enfermedades infecciosas e inmunidad (malaria, COVID-19), bioinformática aplicada al análisis genómico y biotecnología ambiental”.
Gran parte de los frutos de estas investigaciones se han trasladado a la sociedad –transferencia de conocimiento- a través de colaboraciones con empresas como Novartis Pharma Ag, Artic Therapeutics, PNP Research, Neuron Consulting Ltd, Pharmactive Biotech Products o Roche Pharma, entre otras. Desde 1995 se han protegido 25 invenciones de profesores de las diferentes secciones departamentales y el grupo cuenta con 12 sexenios de transferencia reconocidos.
Docencia transversal en más de cien asignaturas
En cuanto a la vertiente docente, los profesores del departamento de BBM imparten su docencia en 59 asignaturas de 15 grados diferentes: desde Bioquímica del ojo en Óptica, pasando por Biología oral en Odontología, Genética molecular humana en Medicina o Cultivos celulares y transgénesis en Biología.
En los estudios de posgrado, 44 asignaturas están relacionadas con la bioquímica y la biología molecular de 12 másteres oficiales, dos de ellos coordinados directamente desde el departamento: Máster de Bioquímica y Biología Molecular y Máster de Biotecnología Industrial y Ambiental. En camino, ya hay dos nuevas propuestas en rectorado: un máster de oncología molecular del cáncer y otro sobre investigación en el uso del cannabis medicinal.
“Al alumnado procuramos transmitirles que la bioquímica está presente en toda la vida y que a la universidad se viene a pensar y no a ‘engullir’ conocimientos. En la universidad tenemos la responsabilidad de motivarles, todos somos útiles a la sociedad”, remata la profesora Feito, con el mismo entusiasmo con el que dirige un departamento tan numeroso y diverso como el de Bioquímica y Biología Molecular de la UCM.
Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)
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