El 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo, en un momento marcado por la incertidumbre derivada de la pandemia de SARS-CoV-2 y por unas enormes expectativas sobre el sector. Educar en turismo considerando los principios de la sostenibilidad es hoy más necesario que nunca para formar profesionales que se enfrenten a retos cada vez más complejos y globales.  Parece ineludible la necesidad de revisar los programas oficiales nacionales con el objetivo de reforzar, de manera global, la educación basada en valores.

El contexto de incertidumbre generado por la COVID-19 ha afectado enormemente al turismo a nivel mundial demostrando su vulnerabilidad. Además, ha reabierto el debate sobre la necesidad de la reconversión turística, concebida como una oportunidad para pensar en un modelo más sostenible, justo y equilibrado. En este debate, la academia tiene un papel fundamental, no solo como conocedora del fenómeno y generadora de una opinión respaldada por años de investigación, sino también como formadora de los futuros profesionales del sector.

Hasta ahora, el turismo sostenible ha sido considerado en esa formación, especialmente en el marco de la "Década de la Educación para el Desarrollo Sostenible 2005-2014", promovida por la iniciativa de Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) de las Naciones Unidas o, más recientemente, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Sin embargo, diferentes expertos internacionales han puesto de manifiesto la falta de logros, la necesidad de una visión más crítica, la debilidad de las metodologías y la falta de una mayor y mejor evaluación de los currículos. En definitiva, solicitan técnicas pedagógicas que permitan a los estudiantes desarrollar capacidades para resolver problemas complejos.

Alumnado más concienciado con sus estudios

Para conocer cómo se desarrolla la docencia en turismo en España, tres geógrafos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) hemos realizado una investigación cuyos resultados se muestran en el artículo publicado en Journal of Hospitality, Leisure, Sport and Tourism Education.

El estudio ha consistido en evaluar los Grados de Turismo en España con el fin de mostrar hasta qué punto se perciben como suficientemente cualificados para abordar los retos que requiere el sector turístico, en particular para afrontar esta y otras crisis de carácter ambiental, económico, social o geopolítico.

Se solicitan técnicas pedagógicas para desarrollar la capacidad de los estudiantes para resolver problemas complejos

Los resultados muestran que las titulaciones de Turismo presentan cierto desfase con respecto a las necesidades de los estudiantes actuales, especialmente por una importante carencia en temas de sostenibilidad, adquisición de destrezas que les capaciten a los estudiantes para pensar, planificar y actuar. Se observan brechas significativas entre la percepción de los docentes y de los estudiantes, mucho más críticos, al tiempo que conocedores de los programas en su totalidad. Todos ellos denuncian la falta de adquisición de algunas competencias básicas para su incorporación en el mercado laboral, como son las digitales o las relacionadas con la capacidad analítica y crítica. También, reclaman la incorporación de enfoques más sostenibles en la Educación Superior.

Formación con diferentes enfoques ante las emergencias sanitarias y climáticas

Ya era conocido que la actividad turística estaba sometida a constantes cambios, pero la COVID-19 ha demostrado la magnitud y diversidad de implicaciones, tal y como reconoce la OMS al incluir esta investigación entre la literatura mundial sobre la enfermedad por coronavirus.

A ello hay que añadir el rol que el turismo desempeña en el contexto de emergencia climática, siendo fundamental el trabajo que sus profesionales han de realizar en el desarrollo de medidas en aras de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y el consumo de recursos no renovables.

Por todo ello, la formación turística debe incluir diferentes enfoques pedagógicos que favorezcan el desarrollo de habilidades, aptitudes y valores que permitan a sus profesionales adaptarse a los cambios, impactos y retos que genera un sector muy dinámico, frágil y extremadamente vulnerable.

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