Navidad, tiempo (y derecho) para jugar
Para Platón, “el tipo de educación más eficaz es que un niño juegue entre cosas encantadoras”; mientras que para Einstein los juegos son “la forma más elevada de la investigación”. No se entiende una infancia sin jugar, a pesar de una sociedad acelerada en la que los ratos de ocio entre los más pequeños se conciben más como un premio si cumplen sus obligaciones. Con motivo de las fiestas navideñas que comienzan ahora, investigadores e investigadoras de la facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid presentan la radiografía del juego en España y recuerdan que es un derecho de todos los niños y las niñas.
El juego es una herramienta para el cambio social en los niños y las niñas. / UNICEF Ecuador.
MARÍA MILÁN | ¿Quién no recuerda la popular sintonía “las muñecas de Famosa se dirigen al portal”? Navidad es sinónimo de catálogos interminables de grandes almacenes, bombardeo de anuncios con colores estridentes y músicas pegadizas, y, sobre todo, de la carta a los Reyes Magos o, cada vez más frecuente, a Papá Noel.
Navidad, para muchos niños y niñas, es el momento de abastecer su arsenal de juguetes con las últimas novedades del año. Pero, para sus padres y madres, es tiempo de quebraderos de cabeza y de toma de decisiones. ¿Dónde está el límite de satisfacer los deseos de los más pequeños?
“Nunca ha habido tanta oferta como ahora. La industria juguetera es muy potente en España y conviene cuidarla. Pero a los padres les aconsejaría usar el sentido común”, señala Gonzalo Jover, Decano de la facultad de Educación y Catedrático del departamento de Estudios Educativos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El investigador recomienda, si existe la posibilidad, probar el juguete candidato a ser regalado “para comprobar si realmente el niño disfruta o es una ilusión pasajera”.
Uno de los debates más frecuentes de los últimos años está relacionado con las nuevas tecnologías en una infancia de “nativos digitales”. ¿Acercar estos dispositivos o alejarlos? “Parece como si la tecnología fuese un gran demonio que nos persigue. El mundo es tecnológico, nos guste o no. El juego es una ventana al mundo. Por eso, se tienen que acostumbrar a manejarse en esta nueva realidad, pero con moderación y sabiendo decir que no”, advierte Jover.
Su compañera de departamento, la investigadora Silvia Sánchez-Serrano, añade a esta lista de consejos para las familias que no utilicen la publicidad como única fuente de información y que recurran a una figura que pueda orientarles: las maestras y los maestros conocen bien a cada uno de sus alumnos y alumnas y también conocen las funciones pedagógicas de los juguetes, por lo que pueden ser una gran ayuda”.
Herramienta para el cambio social
El artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño (1989) reconoce el “derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes", aunque ya en 1959 la Asamblea General de las Naciones Unidas lo reconoció como un derecho cuando aprobó la Declaración de los Derechos del Niño.
“Igual que nos preguntamos si un niño ha comido bien o si ha aprendido en el colegio, nos tenemos que preguntar también si ha jugado bien, si ha cubierto su necesidad”, insiste Sánchez-Serrano, mientras que Jover traslada la preocupación del Comité de Derechos del Niño por el olvido de la condición del juego como derecho.
Uno de los problemas señalados por el Comité, asegura, es que apenas se tiene información sobre cómo se realiza este derecho. Para paliar esta situación, hace unos años el experto y un grupo de investigadores crearon el Observatorio de Juego Infantil, un instrumento para mirar la realidad y sensibilizar acerca del valor del juego en la infancia.
“El juego es el instrumento que tienen los niños para aprender a moverse en la vida, es lo primero que aprendemos y un espacio de ejercicio de la libertad”, añade.
Ambos investigadores de la UCM han participado, junto a IKEA, UNICEF y Ashoka en el estudio La contribución del juego infantil al desarrollo de habilidades para el cambio social activo, una radiografía sobre los hábitos del juego infantil en España y cuyo fruto es la Pirámide del juego infantil para aprender a ser un changemaker.
Este trabajo es la confirmación de que el juego favorece una serie de destrezas, entre ellas la empatía o la creatividad, que convierte a los niños y niñas en changemakers o impulsores del cambio social.
Pirámide del juego infantil fruto del estudio. / UCM.
Una de las habilidades que más se ve favorecida con la actividad lúdicay que más destacan los expertos es la de resolución de conflictos. “Aunque veamos a los niños disfrutando y sonriendo, su mundo está lleno de conflictos propios de esa etapa vital, igual que el de los adultos. El juego es la herramienta que les permite gestionarlos y resolverlos”, reflexiona la investigadora de la UCM.
Dentro de su aportación al cambio social, la evolución de los juegos es el reflejo de la evolución de la sociedad. Un ejemplo de ello, aunque quede camino por recorrer, es la igualdad de género. “El juego promociona valores culturales, entre ellos la igualdad, donde se ha avanzado. Hace años hicimos una investigación con los primeros anuncios de juguetes en la tele. Si se emitiesen hoy, nos escandalizarían”, señala Jover.
Aunque más del 80% de los niños y las niñas españoles están satisfechos con la cantidad de tiempo de juego, los expertos advierten en este estudio una pérdida progresiva de espacios y tiempos libres para la actividad lúdica de los más pequeños en las sociedades modernas, percibiendo un cierto abuso de las actividades extraescolares.
Jover y Sánchez-Serrano invitan a reflexionar sobre este asunto y a recordar que el juego “es un buen instrumento para hacer desde la infancia sujetos de cambio activo para hacer un mundo mejor”. Papá Noel, Melchor, Gaspar y Baltasar ya han tomado nota. ¡A jugar!
Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI)
Universidad Complutense de Madrid
uccucm@ucm.es - Tlf.: 91.394.6369
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