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Noticias - Universidad Complutense de Madrid

Vida y obra de Joaquín Rodrigo: mucho más que “El Concierto de Aranjuez”

16 jul 2019 - 09:30 CET

Ángel Aranda / Fotos: Alfredo Matilla

El catedrático de Musicología  Javier Suárez Pajares, ha sido el encargado de impartir la ponencia inaugural del curso que él mismo dirige en la sede madrileña de Noviciado, Las músicas de Joaquín Rodrigo, una retrospectiva sobre la vida y la obra del genial compositor saguntino, del que se cumplen ahora 20 años de su fallecimiento. El profesor de la Facultad de Geografía e Historia de la UCM ha destacado la importancia de la trayectoria del maestro Rodrigo, cuya figura ha calificado como “crucial” en la historia de la música española.

El historiador ha resaltado también la especial relación que unió al compositor con la UCM, en la que fue investido Doctor honoris causa en 1989 e impartió clases durante cuatro décadas, desde 1947 hasta su jubilación en 1977, siendo “el primer profesor de música de la Universidad Complutense”.

Pero no se queda ahí el capítulo de efemérides que se celebran este año a propósito de la música de Joaquín Rodrigo, ya que en 2019 se cumplen 80 años de la composición de su obra más célebre y universal: el Concierto de Aranjuez, que en realidad, ha matizado el profesor Suárez Pajares, “no se estrenó hasta 1940”, y por lo tanto es posible que no estuviera totalmente acabada hasta ese mismo año.

“El Concierto de Aranjuez es una obra que tiene un impacto universal y se identifica además en todo el mundo con España; es más, casi se identifica más con España que con el propio compositor”, apunta el catedrático. Además, el profesor Suárez Pajares ha calificado la figura del maestro Rodrigo de “crucial” en la historia de la música española, situándolo a la misma altura que la de otros compositores tan reconocidos tanto en España como en el resto del mundo como Albéniz, Granados, Falla o Turina, porque “su obra es muy sólida y tiene un impacto internacional que no tienen otras”.

En todo caso, si se le pregunta al catedrático de la UCM por su obra preferida entre todas las que compuso Joaquín Rodrigo, responde sin dudarlo a pesar de tratarse de una composición que ha tenido menor trascendencia: “Ausencias de Dulcinea”, creada por el músico valenciano en 1948. Suárez Pajares ha comentado que se trata de una obra “carísima” de representar, pero afirma que “es una vergüenza nacional y más que nacional” el hecho de que esta obra no sea interpretada anualmente por las orquestas españolas, ya que a su juicio es “un buque insignia” de la música española que además incide en el tema por antonomasia de nuestra cultura, “que es Cervantes y el Quijote”, ha indicado.

Visión espacial de la música

Por otra parte, el catedrático ha asegurado que ya en los primeros años de estudios musicales y más adelante durante su adolescencia, Rodrigo se formó fundamentalmente en composición, algo no muy frecuente entre los alumnos invidentes, “que se centraban más en la interpretación”. Asimismo Suárez Pajares ha señalado que Joaquín Rodrigo generó desde los inicios de su trayectoria “una visión espacial de la música”, creando algo que el catedrático definió como “un lenguaje muy especial”.

Tanto es así que, aunque el profesor es consciente de que la música de Rodrigo es una sola y única en su composición, considera que hay “muchos Joaquín Rodrigo” porque hay uno para el piano, otro, para las canciones, otro para la música teatral u otro para las músicas sinfónicas. “Evidentemente es el mismo”, ha señalado Suárez Pajares, pero “tendemos a ver esa multiplicidad; es un compositor que siempre cambia todos los parámetros en cada una de sus obras”.

Asimismo el musicólogo ha querido resaltar la figura de Victoria Kamhi, quien fue un referente y un apoyo constante para Joaquín Rodrigo desde que ambos contrajeran matrimonio en 1933 hasta la muerte de la pianista turca en 1997. Además de ser la persona que estuvo siempre al lado del maestro, de ser la madre de su hija o de ayudarle en todo lo referente al trabajo musical, Vitoria Kamhi “era quien manejaba los tiempos, los encargos y quien conseguía sacar al compositor de una indolencia en la que caía muy a menudo, ejerciendo una función psicológica fundamental”, ha señalado el experto.

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