Carmen Ochoa: “El 80 % de nuestros pensamientos involuntarios son negativos”
10 jul 2019 - 18:25 CET
Roberto Orellana / Foto: Nacho Calonge
Carmen Ochoa, médico y experta en mindfullness, centró su conferencia en esta práctica, una terapia meditativa que tiene como objetivo la comprensión de la realidad más inmediata al tiempo que permite regular las emociones y estructurar la conciencia. “Al día nuestro cerebro procesa cerca de 60.000 pensamientos, de los que el 95% son involuntarios. De estos, un 80% son negativos” afirmó la doctora en el curso Sobre el aprendizaje del silencio consciente.
Esta técnica, según Ochoa, ayuda a regular los “pensamientos basura con los que planificamos gran parte de nuestra vida”. El principal método es la concentración focalizada en el presente que se realiza a través de “las sensaciones físicas, los olores, los colores”. De este modo, se intenta burlar al cerebro ya que “el objetivo último del cerebro es la supervivencia. Está siempre pendiente de dolores pasados y de los miedos futuros”. Así, las emociones, vínculo principal entre mente y cuerpo, fueron el hilo conductor de una de las conferencias dirigidas por la profesora Beatriz Gutiérrez-Solar.
El resultado de esta continua tensión puede generar, según Ochoa, estrés crónico que puede derivar en dolores de cabeza, insomnio, hipertensión o infartos. Para la OMS (Organización Mundial de la Salud), la ansiedad, el estrés y la depresión son algunas de las grandes pandemias del siglo XXI. Ante este escenario, de acuerdo con Ochoa, motivado por el desproporcionado deseo y búsqueda de estatus sociales, el silencio mental se plantea como “un antídoto frente a los automatismo cerebrales y el pensamiento compulsivo”. Dentro de la psicología contextual, terapias enfocadas “a la gestión de las emociones para disminuir la carga emocional así como todas las consecuencias psicofísicas”, el mindfullnes se contempla como una técnica a través de la cual “se podrá cambiar la proporción”.
Pese a que se trata de un proceso técnicamente sencillo, Carmen Ochoa advirtió de que aunque puede ser una práctica “ingrata” porque no se obtienen resultados de forma inmediata, “es la diferencia entre que nos dé un infarto en un atasco y que escuchemos tranquilamente música”. Además, como uno de los efectos positivos de esta práctica, la experta recalcó el incremento en la densidad de la materia gris. Al finalizar la conferencia, Ochoa enfatizó en la necesidad de concebir la conciencia humana como “una obra en continua construcción en la que somos participes”.