Teatral. Escenográfico. Singular

La Mujer en la Historia de las Artes Escénicas

  • Francesca Caccini “La Cecchina”. (1587-1641) La primera mujer escritora de un libreto de ópera, en el marco de los espectáculos d ela lúdica áulica de los Medici, La liberazione di Ruggiero dall'isola Alcina, 1625.

    Francesca Caccini “La Cecchina”. (1587-1641) La primera mujer escritora de un libreto de ópera, en el marco de los espectáculos d ela lúdica áulica de los Medici, La liberazione di Ruggiero dall'isola Alcina, 1625.

  • Alexandra Exter (1882-1949) en su taller de París, 1925 -1926. Artista de la Vanguardia, también autora de diseños escenográficos tridimensionales.

    Alexandra Exter (1882-1949) en su taller de París, 1925 -1926. Artista de la Vanguardia, también autora de diseños escenográficos tridimensionales.

  • Alexandra Exter. Diseño escenográfico. Album 1930.

    Alexandra Exter. Diseño escenográfico. Album 1930.

  • Retrato de Regina Mingotti (Mengs, 1745). Diva de la Ópera, con Farinelli y Metastasio, posteriormente la primera mujer en dirigir un Teatro.

    Retrato de Regina Mingotti (Mengs, 1745). Diva de la Ópera, con Farinelli y Metastasio, posteriormente la primera mujer en dirigir un Teatro.

Motivación de contenidos

“Mujeres inteligentes y arriesgadas” (SCANNAPIECO, 2016), aquellas que formaron parte del espectáculo en la época moderna y contemporánea en todas sus facetas, como actrices, divas del canto, maestras de danza, coreógrafas, bailarinas empresarias, escritoras de libretos, compositoras de partituras de ópera, escenógrafas, de las que falta un análisis riguroso, interdisciplinar e integral, warburguiano, en el marco de interpretación global de una historia cultural e intelectual, para sacarlas de las tinieblas de la brecha historiográfica de género.

 

Anna Renzi, Anna Bergerotti, Teresa du Parc, Louis Geneviève Gillot de Sainctonge, Elizabeth Jacques de la Guerre, Regina Mingotti, Francis Brooke, Louisa Simson, Teresa Colonna, Vitoria Tesi, Nina Bergonzi, Francesca Caccini “la Cecchina”, Alexandra Exter, Mademosille Verpré, Louise-Madeleine Lany, Martha Graham, Isadora Duncan, Sarah Bernardt, Louisse Abbéma, Pina Baus. Son sólo algunos de los nombres de una primera aproximación, de un enorme listado de personas brillantes, pioneras en muchos de distintos géneros que componían las Artes Escénicas, en esta propuesta de estudio monográfico, que no colateral, a la manera tradicional con que se ha abordado el tema habitualmente.

Para Aby Warburg, el Atlas Mnemosyne (no por casualidad un nombre que aludía a la Musa de las Artes) era “un espejo de Dioniso. El espejo con el que el dios niño juega y que los Titanes hacen pedazos, donde Dioniso ve la pluralidad del mundo” (CENTANNI, 2023). Por tanto, parece imprescindible la mirada global, para poder contemplar en su justa dimensión, la intervención de la Mujer en la Historia.

 

Realización de una Historia Cultural de la Mujer en las Artes Escénicas/Performing Arts y la Historia del Espectáculo.

 

Se plantea una primera aproximación, con un primer inventario, que puede ser ampliable con vocación de continuidad y fuente de referencia, para configurar un corpus más dilatado a la manera de otras obras de carácter didáctico y enciclopédico (Treccani.it), pero en este caso, constituido en base a “entradas” exclusivamente de sesgo femenino.

 

Iniciativas, por otro lado, nada fáciles, dado que se trata de una enorme labor de filtración de fuentes documentales, archivos gráficos y bibliográficos, monografías y catálogos, cuyo interés preeminente ha oscilado hasta no hace mucho en torno a la figura y al contexto masculino y con enfoque del historiador varón. Todos somos conscientes, aún con el viento favorable que se respira en nuestros días, de la dificultad para componer tribunales de Tesis con equidad igualitaria de género, de la misma forma que los programas de contenidos de la mayor parte de las asignaturas eluden el enfoque específico, porque cuesta más encontrar el material para preparar la docencia. Pues bien, de eso se trata con esta propuesta, de remediar en una mínima proporción la escasez bibliográfica, pero que puede tener continuación, por el ingente volumen de nombres que emergen de análisis exhaustivos con un perfil concreto ajustado a dicha mirada de género femenino, que en muchos de los casos de las mujeres vinculadas con cualquiera de las áreas que componían el complejo y plural mundo del espectáculo, revelan -como era previsible- una enorme riqueza en su contribución a la Historia intelectual.

 

Con todo, hay que seguir avanzando con la desmitificación de las habituales interpretaciones o deducciones denigratorias de la historiografía. Por ejemplo, se incluye en el listado de eminentes protagonistas de este estudio, la figura de Anna “Nina” Bergonzi, considerada como “bailarina acrobática”, quien después de ocupar la escena de grandes montajes de los espectáculos cortesanos de mediados del siglo XVIII europeo, como estrella principal del Orestes de Carlo Monza y diseños escenográficos de los Galliari en el Regio de Turín, al final resulta que su relevancia queda eclipsada por el calificativo que de ella hizo Giacomo Casanova en su autobiografía, cuando coincidió con ella actuando como segunda bailarina del Teatre Santa Cres de Barcelona, como “intrigante y de naturaleza depravada”. Incluso, a la hora de utilizar la terminología no se trata de llevar al extremo lexicográfico, pero tampoco parece comprensible que para aludir a una de las más relevantes figuras de la empresa teatral, también del Ochocientos, como fuera Regina Mingotti, el título de la interesantísima monografía que aborda su persona y su actividad en lo que hoy podríamos denominar de “emprendedora”, se dirija a ella como “Diva and Impresario” del King’s Theatre en Haymarket de Londres.

 

No se trata de hacer una Historia Feminista sino una Historia Cultural e Intelectual en equidad.

 

Decía Schlegel que “el historiador es un profeta que mira hacia atrás”…en sentido científico, para elaborar una ciencia de la cultura, lo más completa posible, para lo cual resulta imperativo aportar luz al contexto histórico que ha acostumbrado a mirar en la misma y única dirección y parece inapelable, a tenor de la orientación que ha aportado el pensamiento de Aby Warburg (1866-1929) que la metodología más factible es aquella que amplía el enfoque a una revisión polisémica, de la multirrealidad semántica de la Historia.

 

Una Historia con múltiples lecturas sociológicas y simbólicas, que penetre en el “espíritu de su tiempo, con sentido hermenéutico, en la que el estudioso se convierte en sismógrafo de las inquietudes de su época” (WARBURG 1929), o lo que es lo mismo un “cartógrafo de las pasiones” (FORSTER 1999), para una mejor comprensión y empatía, para “poder cantar a la luna en la época de las lámparas de gas”, en palabras de Baudelaire, todo lo cual abunda en la necesidad de redimensionar la conciencia histórica de una manera holística para mayor enriquecimiento del conocimiento humano.

 

Un nuevo Atlas de la Memoria…Femenina.