La Mujer en la Historia de las Artes Escénicas

La Gran Sarah Berhnardt. “La Divina”. “La incomparable”. La primera diva de la escena a nivel planetario.

Autorretrato, c. 1910 Fundación Bemberg, Toulouse y fotografiada por Nadar hacia 1864.

Henriette-Rosine Bernard. Sarah Berhnardt (1844-1923)

La Gran Sara Berhnardt. “La Divina”. “La incomparable” para Oscar Wilde, muchos han sido los calificativos de esta actriz con mayúsculas, pintora y escultora de talento, empresaria teatral, con éxito a nivel mundial, entre otras razones por las macro “giras” internacionales que realizó, incluyendo América Latina, Egipto y Oriente Próximo, las Antípodas y EEUU, donde se llegaron a ponerle nombre a los trenes en los que se desplazaba o a los lugares donde actuó, a recibirla a golpe de marsellesa, amplificando su fama de diva de la escena como estrella planetaria.

Reconocida como una de las más grandes actrices dramáticas de su tiempo, escribió sobre el Arte de la interpretación (L'Art du Théâtre que fue publicado en 1923) y a diferencia de la tradición de anteriores primeras actrices, de exagerado histrionismo barroco, proclamaba las virtudes de una declamación naturalista acorde con el personaje encarnado, de menor exageración vocal y gestual, con una voz aterciopelada, lo que le llevó a ser adorada por buena parte de los escritores, cuyos textos ella representó, como la reina de España de Ruy Blas, de Víctor Hugo.

La Gran Sarah Berhnardt. “La Divina”. “La incomparable”. La primera diva de la escena a nivel planetario.