La Mujer en la Historia de las Artes Escénicas
Isabella Andreini. Célebre actriz de la Comedia del Arte, autora de la primera obra de teatro firmada por una mujer.
La mujer en la Comedia del Arte.
Mujeres cultas, de diversos orígenes, a veces denominadas como “Meretrices honestas”, liberales y hábiles para moverse con soltura e, incluso imponerse, como directoras de compañías y empresarias, en la heterodoxia del mundo de la interpretación teatral, con una más que variada formación intelectual, capaces de relacionarse y establecer interlocución con eruditos y académicos.
Con capacidad para metamorfosear los tipos habituales de los personajes femeninos de la Comedia del Arte (Colombina, Isabella, Diamantina, Eularia y Marinette), según los argumentos de los distintos géneros (tragedia, comedia y satírico pastoril)
Entre las más afamadas, Vincenza Armani (1530-1569). A La “Divina Armani”, prima donna de la Compañía de I Gelosi de Flaminio Scala y después a la de Ganassa, se le atribuye la introducción de la representación del género pastoral en las compañías por las que transitó, entre otros teatrales en los que también interpretó papeles memorables, con versatilidad de registros. Protagonista de la escena internacional hasta la llegada a la misma compañía de Vittoria Piissimi, fue aclamada por académicos como los Intronati, murió envenenada, en circunstancias sospechosas, quizás por un amante despechado o por una actriz rival.
Barbara Flaminia (1546-1580) Sustituyó a Armani en la compañía de Zan Ganassa, con quien viajó a España, por entonces su marido, siendo la única mujer de la compañía ya que el resto de personajes los interpretaban actores (Cesare de’ Nobili y Giacomo Portalupo) con los nombres artísticos de Francesca e Isabella, respectivamente. Su oratoria fue apreciada en Italia más que en España o Francia, donde si se captaban los matices, la versatilidad y su virtuosismo lingüístico.
Vittoria Piisimi ( -1595) Considerada la “perfetta commediante”, interpretó papeles de distintos géneros, con el nombre de Fioretta en el papel de Servetta y en la pastoral como Silvia. En 1589 con la compañía de los Gelosi actuó en Florencia en la boda del gran duque Ferdinando I de Medici y Cristina de Lorena, interpretando el papel de Zingara.
En sus últimos años coincidió con una de las más grandes estrellas de todos los tiempos, la célebre Isabella Andreini.
Llegó a ser ella misma directora de la compañía de los Confidenti (de 1579 a 1581). Ese año se fusionó con la de Pedrolini y pasó a llamarse de los Uniti. A partir de entonces, Pedrolino y ella compartieron la dirección hasta 1593.
Elena Virginia Riccoboni (por su matrimonio con Andrea Riccoboni), nacida Barletti (1686-1771), conocida por los franceses como “Flaminia”. Integrante de lo que en Francia se conoció como la “Troupe Italienne”, estuvieron compartiendo escenario con compañías francesas, como la de Molière y Corneille, hasta 1697, fecha en la que Luis XIV decretó la expulsión de los actores italianos, por sus críticas a la favorita Madame de Maintenon. Además de reputada actriz, Riccoboni escribió varias obras de distinto género, incluyendo algunas piezas teatrales, como Le naufrage (1726). Llegó a formar parte de la Academia Arcadiana de Roma, con el sobrenombre de Mirtinda Parraside.
Otras ilustres representantes del gremio fueron Diana Ponti, que llegó a ser empresaria de su propia compañía “de Diana”. Orsola Cecchini, Silvia Roncagli “Franceschina”, Angela Salomona, Angelica Alberghini Martinelli.
Isabella Andreini (1562-1604) Nombre artístico de Isabella Canali.
Autora de la primera obra de teatro firmada por una mujer, la pastoral Mirtilla, publicada en 1588 en Venecia.
Casada con Francesco Andreini en 1578, fueron contratados ese mismo por la compañía de los Gelosi (los Celosos) de Flaminio Scala y que dirigiría su parido posteriormente. Actriz de “desmesurado talento”, escritora, compositora, cantante, erudita y empresaria con habilidad para llevar la gestión y contratación de los miembros de la compañía, logró imponerse en un mundo de hegemonía masculina.
Se especializó en el papel de Isabella dentro de los habituales de la Comedia del Arte, murió de parto de su séptimo hijo con Andreini, de vuelta a Italia.
Ella misma se definió con sus propias palabras:
Un sueño falaz ya no me turba,
real me es lo real y sombra la sombra;
de cualquier afán ya estoy libre
y tengo con mis pensamientos tranquila paz.
No sostengo mi deseo al deseo de los otros,
soy Mujer de mí misma, y no me turba un rostro
severo o me alegra una sonrisa, una frase.
Soneto CLXVI
Fuentes:
Inés Rodríguez Gómez, "Actrices de la Commedia dell' Arte", en Irene Romera Pintor y Josep lluis Sirera, La mujer. De los bastidores al proscenio en el teatro del siglo XVI, Universitat de valencia 2011, pp. 265-274.