La Mujer en la Historia de las Artes Escénicas

Anna Renzi (1620-1662). Considerada entre las primeras "prima donna" de la ópera moderna, junto a otras como Vittoria Archilei.

Anna Renzi “Cantatrice singolare”.

Discípula del afamado compositor y cantante (soprano) Filiberto Laurenzi, desde muy joven cautivó a los espectadores de los teatros más relevantes de las cortes europeas, con una técnica que destacaba por la forma apasionada de encarnar a las protagonistas, en un mundo hasta entonces dominado por cantantes masculinos. y a partir de entonces con increible capacidad para cantar un enorme repertorio de personajes con gran emocionalidad y pasión.

Así lo hizo en 1640, en el Teatro Novissimo de Venecia, representando a la Deidamia, ideada por Giulio Strozzi en la Finta Pazza y por lo fue aclamada como “giovane così valorosa nell’ azione come eccellente nella música…”

El mismo Strozzi escribió un texto monográfico y laudatorio de la que fue considerada una de las primeras grandes damas del escenario operístico moderno, que tituló como Le glorie delle signora Anna Renzi romana (1644).

Y, a partir de entonces se sucedieron sus apariciones interpretando a grandes personajes femeninos, como la Archimene del Bellerofonte de Vincenzo Nolfi (1643), la Deidamia de Scipione Enrico (1644), la Torilda de Pietro Paolo Bissari (1648) y la Dorisbe de Giovanni Filippo Apolloni (1653). Con un reconocimiento que se tradujo en una de las mayores retribuciones que se conocían hasta la época, como fueron los 750 ducados que le pagó el empresario Gieronimo Lappoli, precisamente por su papel como Deidamia, la hija del rey de Epiro, en torno a la que Enrico había creado el argumento con partitura de Francesco Caletti-Bruni conocido como Cavalli.

Anna Renzi (1620-1662). Considerada entre las primeras "prima donna" de la ópera moderna, junto a otras como Vittoria Archilei.