Desde hace ya algunos años venimos desarrollando una intensa labor investigadora sobre migración y refugio, una investigación transversal a tres fenómenos que caracterizan el momento presente: la movilidad humana, determinada por causas diversas, la cada vez más precaria cultura de los derechos humanos y el uso expansionista del ius puniendi en la gestión de estos movimientos.

En Nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, presentado por la Comisión Europea el 23 de septiembre de 2020, supone una vuelta de tuerca más en el enfoque represivo de la política europea en relación con la inmigración irregular. Se apuesta por aumentar el número de expulsiones de personas extranjeras en situación irregular, por reformar la Directiva de retorno, a fin de poder encerrar a más migrantes por más más tiempo, sin cuestionamiento no solo de la eficacia de estas medias, sino de su propia legitimidad. Con el mismo fin, se apuesta por la firma de “acuerdos de readmisión” con países de tránsito, quiénes, a cambio de opacas contraprestaciones, aceptan la expulsión no solo a sus nacionales sino también a nacionales de terceros países que hubieran transitado por ellos. Para la ejecución de esta política de retornos y de militarización de las fronteras, se pretende reforzar aún más el papel de FRONTEX, aumentando también su cuerpo permanente de efectivos, y ello a pesar de que la actuación de esta agencia, hasta el momento, no ha sido precisamente ejemplar.

Por lo que al derecho de asilo se refiere, ya a finales de 2016 se reforzó la voluntad de reforma del SECA (Sistema Europeo Común de Asilo) iniciándose un proceso de reforma que a día de hoy no ha concluido. El nuevo Pacto sobre Migración y Asilo pretende concluir dicha reforma, apostando por la externalización, por el establecimiento de sistemas rápidos de cribado (screeming), por procedimientos de asilo “en frontera” con plazos tan cortos que difícilmente permitirán dar respuestas individualizadas, con el consiguiente naufragio del derecho de asilo.

Por muchas razones, hay que seguir mirando a las fronteras, a los Centros de Internamiento, denunciando las detenciones por el perfil étnico, las “devoluciones en caliente”, la criminalización de la solidaridad, la devaluación –de iure y de facto- del derecho a la protección internacional, de los derechos de la infancia migrante.

Dedicaremos especial atención al lacerante fenómeno de la trata, para poner de manifiesto cómo el modelo de aproximación, detección e identificación de las víctimas de trata en nuestro país es un modelo criminalizador, que –bien por déficits normativos, bien por déficits aplicativos– suele primar los intereses migratorios y político criminales sobre las necesidades de las víctimas.

En los apartados de este bloque temático recogemos la bibliografía sobre migración y refugio publicada por investigadores del presente proyecto, que esperamos te sea de utilidad.

Coordinadores de esta área temática: José Miguel Sánchez Tomás y Margarita Valle Mariscal de Gante.