Una nueva etapa en la integración: El desafío de reformar la unión para permitir la ampliación
Autor: Mª. Mercedes Guinea Llorente
Universidad Complutense de Madrid
Modalidad: Presencial
Abstract:
La guerra de Ucrania supone, como afirmó el propio Consejo Europeo, un “vuelco descomunal” para el proceso de integración europea. Uno de los cambios que ha causado en la política europea ha sido la recuperación de la ampliación como herramienta de estabilización. El mayor compromiso que la UE ha adquirido con el futuro de los ucranianos no es otro que la promesa de adhesión, de que tienen un futuro con nosotros, lo que también da un nuevo dinamismo a las adhesiones de los Estados balcánicos y abre la perspectiva europea a otros Estados como Moldavia y Georgia.
Esto pone encima de la mesa la cuestión de la capacidad de absorción de la UE. Es decir, la ampliación trae al primer plano el desafío de reformar las estructuras de la propia UE, que ya es una de las prioridades de la próxima legislatura. Así lo ha consensuado el Consejo Europeo en la agenda estratégica aprobada para 2024-29 en qué propone que se emprendan “las reformas internas necesarias para garantizar que nuestras políticas estén preparadas para el futuro y se financien de manera sostenible, y que las instituciones de la UE sigan funcionando y actuando eficazmente”. Esta triple dimensión de la reforma (instituciones y decisión, políticas y financiación) también aparece recogida en el programa de la nueva Comisión von der Leyen, que le valió su reelección en julio pasado. La reforma de la UE constituyó también una buena parte de los trabajos y conclusiones de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, que concluyó en 2022 y el proyecto de revisión de los Tratados del Parlamento Europeo aprobado en 2023, aunque en estos dos casos no aparecía vinculada a la ampliación.
No obstante, a nadie se le escapa lo arduo de esta tarea de reformar la UE con el actual panorama político europeo, donde al tercio de eurodiputados euroescépticos del Parlamento, se suman un buen número de Gobiernos poco proclives a la reforma en el Consejo. No puede olvidarse, en este sentido, la durísima regla de revisión de los Tratados, sometida a un triple cerrojo (unanimidad de Gobiernos, aprobación del Parlamento, y ratificación unánime de todos los Estados miembros). La UE parece, por tanto, encerrada en un laberinto.
En esta ponencia queremos exponer las reformas imprescindibles para permitir la ampliación, relativas a esa triple dimensión (institucional y decisoria, presupuestaria y relativa a las políticas) y planteamos las posibilidades existentes para que entren en vigor con o sin revisión de los Tratados. Trabajaremos sobre las propuestas institucionales que están ya encima de la mesa (informe de la COFOCE, informe del Parlamento, informes de la Comisión), abordando en cada caso su necesidad y viabilidad tanto a la luz del imperativo de la ampliación como de la necesidad de contar con ese triple consenso. Finalizaremos explorando otros posibles caminos para intentar salir de esta trampa de la necesidad de reformar la Unión sin contar con el plácet de todos los Estados miembros.