Autor: Silvia Sánchez Barahona

Universidad Complutense de Madrid

 

Autor: Claudia Rodríguez Vico Prieto

 

Modalidad: Presencial

 

Abstract:

La convivencia intercultural es compleja. Es un conjunto enriquecedor de experiencias y vivencias intergeneracionales donde la sociedad se expresa y nutre a través de las tradiciones, lenguas y perspectivas que la componen. Sin embargo, los beneficios de la interculturalidad en ocasiones se ven opacados por el diseño e implementación de políticas de seguridad que afectan de forma directa e irreversible los derechos fundamentales de la población migrante y de las minorías étnicas. Esta investigación se centra en la puesta en práctica de la perfilación étnica con fines de discriminación y su repercusión en las relaciones de convivencia entre las comunidades afectadas y las autoridades policiales. De forma general, sabemos que la perfilación o el perfilamiento forma parte del conjunto de acciones policiales tendientes a individualizar sospechosos por la presunta comisión de hechos delictivos cuyo objetivo principal es garantizar la seguridad ciudadana. Pero al referirnos a la elaboración de perfiles raciales o étnicos con fines discriminatorios nos centramos en el uso que hace la policía de la apariencia racial o étnica como un factor preponderante para decidir quién es lo suficientemente sospechoso y proceder a detenerlo, interrogarlo, registrarlo o emprender otra acción policial tendiente a privarlo de la libertad o movilidad.

En una conceptualización más específica, la perfilación étnica o racial con fines discriminatorios tiene lugar cuando el agente policial utiliza los perfiles raciales consciente o inconscientemente para retener a una persona por el simple hecho de cumplir ciertos estereotipos raciales o étnicos inmutables. Los perfiles raciales y étnicos generalmente se han utilizado con fines de seguridad nacional – como perfiles raciales antiterroristas- y de control migratorio, en los que las personas que parecen extranjeras se convierten en objetivos porque la policía sospecha que pueden estar indocumentados o en situación migratoria irregular. De ahí que una de las definiciones más acertadas sobre el perfilamiento racial se refiera a cualquier acción iniciada por la policía que se base en el aspecto racial o étnico en lugar de basarse en el comportamiento de una persona o en información específica, dando lugar a acciones policiales como interrogatorios, paradas y cacheo o registros con fines de investigación penal, de seguridad nacional o antiterrorista, o de inmigración. El impacto estas políticas para el individuo y la colectividad sigue siendo el mismo: un gran número de personas con características físicas inmutables y sin ninguna conexión con la actividad sospechosa que se investiga son detenidas, interrogadas y puestas bajo sospecha de diversas maneras, muchas veces en la vía pública, sin que los resultados de dicha acción incidan de forma significativa en el aumento de la seguridad pública.