Autor: Anderson José Sant’Anna de Okiveira

Universidade de Brasília

 

Autor: Luiz Fernando Macedo Bessa

Universidade de Brasília

Modalidad: Online

 

Abstract:

 [ ] En el marco de las relaciones internacionales contemporáneas se nota el aumento de conflictos y del regionalismo. El contexto global actual revela un panorama complejo y multifacético. En los últimos años, el mundo ha alcanzado un récord de 56 conflictos activos, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial, con un incremento notable en la participación internacional, involucrando a 92 países en guerras fuera de sus fronteras. Este fenómeno sugiere que las tensiones no solo son locales, sino que están profundamente interconectadas con dinámicas geopolíticas más amplias.

 

En medio a ese escenario, se destaca la consolidación y la expansión del grupo BRICS, que fuera inicialmente designado a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que se ha propuesto como un contrapeso a las estructuras políticas y económicas globales establecidas en el decurso de la  conferencia de Bemrettob Woods 

 

 La reciente incorporación de nuevos miembros, como Egipto y Arabia Saudita, proyecta que el BRICS+ podría representar aproximadamente el 37% del PIB global y el 46% de la población mundial, lo que refuerza su influencia en la geopolítica y el control de recursos, especialmente en el sector energético. La cooperación dentro del BRICS se centra en áreas clave como el comercio, la inversión y también la seguridad, lo que puede causar efectos en  tensiones regionales y globales. 

 

Con estas consideraciones iniciales, esta propuesta de estudio tiene como objetivo analizar los elementos endógenos de ese bloque político económico bajo la aplicación de instrumentos teóricos estructuralista con fines de traer reflexiones sobre las perspectivas estratégicas reveladas y cual serían las posibilidades de que el BRICS contribuya positiva o negativamente para el aumento de riesgos de conflictos y de inestabilidad en los próximos años. 

 

 Entre los puntos a serem abordados, se propone analizar en enfoque en reconstitución productiva, infraestructural y de energía por trás de la creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD). 

También se brindará atención al control de recursos, particularmente del petróleo, que es un factor crítico en la dinámica de poder global. Los países BRICS, siendo grandes productores y consumidores de energía, tienen la capacidad de influir en los precios y el acceso a estos recursos, lo que puede generar tensiones tanto internas como externas. A medida que se consolidan como un bloque, su capacidad para coordinar políticas energéticas y de seguridad alimentaria puede fortalecer su posición en el ámbito internacional y reducir la dependencia de potencias tradicionales como Estados Unidos.

 

Sin embargo, el estudio deberá incorporar un abordaje crítico sobre tales estrategias y elementos endógenos para apuntar  una evolución del BRICS y su capacidad para actuar como un agente de cambio en la gobernanza y reequilibrio global. La cooperación entre sus miembros, una vez considerados sus características estructurales, podría ser clave para abordar las raíces de la violencia y fomentar la paz, pero también existe el riesgo de que las tensiones internas y externas se intensifiquen en un entorno global cada vez más competitivo y polarizado. La forma en que el BRICS maneje estas dinámicas en los próximos años será crucial para determinar su impacto en la estabilidad regional y global.