Institutos Universitarios

Limitaciones de la alfabetización mediática contra la desinformación en la era digital

Autor: Bárbara Prummer Arabaolaza

Universidad Complutense de Madrid

 

Autor: Celia Díaz Catalán

Universidad Complutense de Madrid



Modalidad: Online

 

Abstract:

Mediante una revisión sistemática de literatura sobre alfabetización mediática, se analizan cuestiones relacionadas con el actual paradigma de la multialfabetización, el predominio del enfoque individualista frente al estructural, la conceptualización múltiple de las dimensiones de la alfabetización mediática y las dificultades para su medición. 

La alfabetización mediática ha cobrado un protagonismo crucial, especialmente frente al fenómeno de la desinformación, una de las principales amenazas para los sistemas democráticos en la era de la información, caracterizada por la explosión de medios digitales y la circulación masiva de contenidos en redes sociales. El Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación de la Unión Europea (European Commission, 2022) establece el compromiso político de “continuar y fortalecer sus esfuerzos en el área de la alfabetización mediática y el pensamiento crítico”, empoderando a la ciudadanía con herramientas, para detectar y contrarrestar la desinformación. 

La alfabetización mediática comprende la capacidad de acceder, analizar, evaluar y crear mensajes a través de distintos medios y formatos (Hobbs, 2021). El pensamiento crítico es central en el desarrollo de la alfabetización mediática, a menudo visto como su núcleo conceptual. Se ha destacado la importancia de enseñar a los jóvenes a contrastar fuentes de información y a reflexionar sobre la calidad y veracidad de los contenidos que consumen en línea. Sin embargo, algunos estudios sugieren que existe cierto ""solucionismo"" en torno a la alfabetización mediática (Damasceno, 2021) cuyo enfoque individualista pone el énfasis en las capacidades personales para manejar la información, en lugar de abordar problemas estructurales más amplios en los sistemas de medios (Bourdieu, 1997). Estudios recientes destacan que no basta con dotar a los individuos de habilidades críticas: también es necesario abordar los problemas estructurales del ecosistema mediático y aplicar normativas que limiten los efectos de la desinformación en la sociedad (Buckingham, 2019; Jones-Jang et al., 2019). 

En la medición de la alfabetización mediática, la mayoría de los estudios se han basado en autoevaluaciones, lo que puede sesgar los resultados. El desarrollo de múltiples mediciones proxy del nivel de alfabetización mediática evidencia las dificultades actuales para medir la susceptibilidad a la desinformación, destacando la falta de una escala psicométrica validada que mida de manera precisa la capacidad de las personas para distinguir entre noticias falsas y verdaderas. Las escalas existentes, como la Bullshit Receptivity (BSR) (Pennycook y Rand, 2018) y las relacionadas con la mentalidad conspirativa, se consideran solo aproximaciones (van der Linden et al., 2021). Las capacidades analíticas y numéricas, medidos a través de pruebas como el Cognitive Reflection Test (CRT), se consideran buenos indicadores proxy del pensamiento crítico. Los estudios señalan que las personas caen en la desinformación no por un sesgo motivado, sino por falta de reflexión (Pennycook y Rand, 2018). En este sentido, fomentar las habilidades numéricas y de pensamiento crítico puede ser clave para reducir la susceptibilidad a la desinformación (Roozenbeek et al., 2020).