Autor: Rubén Tejedor Cembrero

Universidad Complutense de Madrid

 

Modalidad: Presencial

 

Abstract:

Uno de los pilares de la aportación española a la defensa común de nuestros aliados son los despliegues que las Fuerzas Armadas hacen a miles de kilómetros de nuestras fronteras. Bajo el paraguas de distintas organizaciones internacionales, desde Naciones Unidas, la Unión Europea o la OTAN, pero también a través de acuerdos de cooperación bilateral, España ha contribuido a la estabilización de zonas en conflicto, a la lucha contra la piratería o contra las mafias que trafican con personas, con contingentes de diferente tamaño, pero que en su totalidad rondan siempre los 3.000 efectivos desplegados en el exterior, tanto del Ejército de Tierra, de la Armada, como del Ejército del Aire y del Espacio.

Si hace un par de décadas la presencia española se circunscribía a lejanas operaciones en países asiáticos en conflicto como Afganistán, Irak o Líbano y africanos como Mali, Somalia, República Centroafricana, Senegal o Yibuti, en los últimos años se han ido sumando despliegues cada vez más cercanos, incluso dentro de la propia Unión Europea, como en Letonia, Lituania, Rumanía, Bulgaria o Eslovaquia, especialmente desde que en 2014 se produjera la invasión de la Península de Crimea por parte de Rusia.

En lo que a los despliegues de la Armada se refiere, 2023 ha marcado un punto de inflexión. Si bien se mantienen unidades tipo fragata o BAM (buque de acción marítima) en la Operación Atalanta, en el Índico desde 2008, y en el Golfo de Guinea, desde 2014, desde el citado año 2023 la Armada cuenta con un Grupo de Combate Expedicionario denominado Dédalo compuesto por varias unidades de superficie con capacidad para desplegarse durante meses a miles de kilómetros de España. La idea es que este despliegue, como los otros casos citados, se convierta en una misión recurrente que se realice todos los años, por ello entre el 3 de abril y el 14 de julio de 2024 la Armada ha desplegado, por segundo año consecutivo, su Grupo Dédalo, formado en esta ocasión por el buque insignia de la flota el portaaviones ‘Juan Carlos I’, el buque de asalto anfibio ‘Galicia’, y las fragatas ‘Blas de Lezo’ y ‘Reina Sofía’, además de un batallón reforzado de Infantería de Marina embarcado, y aviones Harrier AV8B+ de la 9ª y helicópteros AB-212 de la 3ª Escuadrillas de la Armada. 

La flota ha recorrido más de 15.000 millas náuticas llegando en el Mediterráneo hasta Estambul (Turquía) y recalando también en el puerto de El Pireo (Grecia), mientras que en el Mar Báltico se recaló en Malmö (Suecia), Tallin (Estonia), donde se recibió la visita de SM el Rey Felipe VI, y Helsinki (Finlandia). A lo largo del recorrido el Grupo se integró en distintas actividades con flotas aliadas como “Neptune Strike” interoperando con otros tres portaaviones aliados, el Covour italiano, el Charles de Gaulle francés y el Anadoulu turco, en una flota formada por 21 buques de 15 países diferentes. En el norte, durante las maniobras BALTOPS24, confluyeron más de 50 buques de 19 países miembros de la OTAN con más de 9.000 efectivos en total, comprometidos con la seguridad en la región del Báltico y con la novedad de la participación de Finlandia y Suecia ya como países miembros de la organización.