Autor: Hilda Gustafsson

Departamento de Estudios Políticos Globales, Universidad de Malmö

 

Modalidad: Presencial

 

Abstract:

Sweden has long been considered a liberal haven for immigrants, with generous immigration laws and inclusive welfare state policies, including pathways to citizenship. However, since the so-called “migration crisis” in 2016, the discourse on welfare access and immigration policy has changed significantly, becoming more restrictive. Refugees now receive temporary residence permits instead of permanent ones; a shift that critical scholars in Swedish migration policy describe as the “institutionalization of temporariness”.

 

For families, new immigration restrictions impose strict requirements for reunification, such as high salary thresholds and housing conditions. These barriers leave many of the most vulnerable migrants – and even citizens – unable to reunite with their family members. Instead, they are left waiting indefinitely, or until their family member reaches the requirements, outside of EUs borders. 

 

This study draws on interviews with 21 families seeking reunification in Sweden to explore how these requirements affect persons with different legal status and their access to, or exclusion from, the welfare state. The findings reveal that government measures increasingly limit inclusion in the welfare state, placing applicants in a state of deep uncertainty where they must prove their worthiness through labor market integration, language proficiency, and adequate housing.

 

The results further point toward a broader philosophical change in the concept of welfare state integration, moving from an inclusive approach based on human rights to one centered on deservingness and productivity. I argue that this new temporal regime and the institutionalization of temporariness signal a critical juncture for the welfare state, where further exclusion may profoundly impact who feels welcome in Sweden, with significant implications for future integration and segregation patterns.

 

---- Español----

 

Suecia ha sido considerada durante mucho tiempo un refugio liberal para los inmigrantes, con leyes de inmigración generosas y políticas inclusivas del estado de bienestar, y caminos hacia la naturalización. Sin embargo, desde la llamada “crisis migratoria” de 2016, el discurso sobre el acceso al estado de bienestar y las políticas de inmigración ha cambiado significativamente, volviéndose más restrictivo. Los refugiados ahora reciben permisos de residencia temporales en lugar de permanentes; un cambio que los académicos críticos en política migratoria sueca describen como la “institucionalización de la temporalidad”.

 

Para las familias, las nuevas restricciones de inmigración imponen requisitos estrictos para la reunificación, como umbrales salariales altos y condiciones de vivienda. Estas barreras dejan a muchos de los migrantes más vulnerables, e incluso a ciudadanos, sin poder reunirse con sus familiares. En su lugar, se les deja esperando indefinidamente, o hasta que su familiar cumpla con los requisitos, fuera de las fronteras de la UE.

 

Este estudio se basa en entrevistas con 21 familias que buscan reunificación en Suecia para explorar cómo estos requisitos afectan a personas con diferentes estatus legales y su acceso al estado de bienestar o su exclusión del mismo. Los hallazgos revelan que las medidas gubernamentales limitan cada vez más la inclusión en el estado de bienestar, colocando a los solicitantes en un estado de profunda incertidumbre, donde deben demostrar su valía a través de la integración en el mercado laboral, la competencia lingüística y la vivienda adecuada.

 

Los resultados apuntan además a un cambio filosófico más amplio en el concepto de integración en el estado de bienestar, pasando de un enfoque inclusivo basado en los derechos humanos a uno centrado en el mérito y la productividad. Asimismo, propongo que este nuevo régimen temporal y la institucionalización de la temporalidad señalan un momento crítico para el estado de bienestar, donde una mayor exclusión podría impactar profundamente en quién se siente bienvenido en Suecia, con importantes implicaciones para los futuros patrones de integración y segregación.