Autor: Achilleas Manthos

Universidad Complutense de Madrid

 

Modalidad: Online

 

Abstract: 

Hasta principios de la década de dos mil, la extrema derecha en Grecia era residual y fragmentada, compuesta por pequeñas formaciones que, cuando se presentaban en las elecciones, no conseguían más de unos pocos de miles de votos. Su discurso era anticuado, se dirigían más a los nostálgicos de la dictadura de los coroneles y estaban alejadas de los problemas de actualidad. Muchos analistas creían que la experiencia traumática del régimen militar de 1967-74, sería un obstáculo para la creación de un partido extremista como por ejemplo en Italia o Francia.

Pero, en tan sólo unos años, la extrema derecha logró entrar al parlamento, se convirtió en socio del gobierno y en tercera fuerza política nacional. También existe una proliferación de formaciones ultras y en este momento, en el parlamento griego y el parlamento europeo están representados cuatro partidos que compiten para el voto ultraconservador: la Solución Griega, un partido dirigido a todos los votantes atraídos por esa ideología, los Espartanos que son una nueva versión del Amanecer Dorado, Victoria que está dirigida al público ultrarreligioso y la Voz de Razón que intenta capitalizar el descontento de los votantes de Nueva Democracia, el partido conservador en el poder.

En primer lugar, el éxito de la extrema derecha se atribuyó a la promoción mediática. Los partidos ultras tuvieron mucho más espacio de lo que tendrían otras formaciones. Entre 2012 y 2013 el periódico más vendido del país, promocionaba abiertamente el Amanecer Dorado. La agenda ideológica de la ultraderecha fue adoptada por medios que hasta entonces se consideraban liberales o, al menos, moderados. Su camino fue más fácil con la desilusión de la ciudadanía, el ascenso de la abstención y la fragmentación de la izquierda.
En la ponencia vamos a analizar el panorama político del país, cómo hemos llegado a este punto y cuáles son las perspectivas para el futuro. También vamos a analizar los factores que contribuyen a la pasividad de la ciudadanía, ante el ascenso de las ideologías totalitarias y las posibles soluciones del problema.