Institutos Universitarios

Democracia, populismos y desinformación: mentiras (manifiestas) y verdades (¿del barquero?)

Autor: José Antonio Sanz

Universidad Complutense

 

Modalidad: Presencial

 

Abstract: 

Las democracias se encuentran en un momento decisivo que marcará su futuro frente a las autocracias. En esta guerra sin final a nivel mundial entre democracia y autocracia, los populismos y la desinformación se retroalimentan. De ahí la necesidad imperiosa de fijar claramente algunos significantes fundamentales con tan múltiples y contradictorios significados. Precisamente, en la lucha por el relato y por el lenguaje, las democracias están perdiendo muchas batallas que pueden marcar el rumbo de esta guerra sin fin. Por eso el propósito de esta ponencia es determinar conceptos demasiadas veces utilizados de forma interesada o con objetivos, más allá de la desinformación, contundentemente manipulativos, que hacen peligrar nuestra mejor obra colectiva.

En concreto, buscaremos definir qué sea la democracia, qué entendemos por populismo y cuáles son sus relaciones con el rule of law o con un Estado constitucional de Derecho. Más allá de la adjetivación de la democracia como liberal y de la falacia de una democracia meramente procedimental o pura tiranía/dictadura de la mayoría (mayoritarismo), postulamos una definición de la democracia constitucional en su conjugación con el derecho, los derechos y, también, los deberes.

Desde aquí, el populismo, a pesar de su polisemia, es definido a partir de la máxima schmittiana Vox Populi, Vox Dei, por tanto, en su comprensión ligado a una idea totalmente equivocada de democracia como gobierno del Pueblo en cuanto poder absoluto, total e ilimitado: el Pueblo como Poder constituyente permanente y no sujeto a ningún límite que, en cuanto dios terrenal, lo puede hacer todo al ser el titular y el detentador de todo el poder. Y, precisadas algunas verdades del barquero, nos queda por trabajar las mentiras a las que se enfrentan las democracias con la desinformación y el populismo buscando engañar al pueblo, regalándole los oídos.

De ahí nuestra responsabilidad como docentes e investigadores, desde el derecho público y desde la ciencia política y de la administración, para romper con la desinformación y desterrar muchas mentiras (manifiestas) que dañan nuestra democracia, reforzando la única verdad que nos hace libre: en cuanto conjunción del derecho, con los derechos y los deberes, es decir, límite al poder y respeto a los derechos de las minorías, a la dignidad de las personas y a sus derechos inviolables (Art. 10.1 Constitución Española, CE) en su inserción en un orden internacional que también protege los derechos fundamentales (Art. 10.2 CE), en la correcta definición de la democracia no cabe el Pueblo-como-Uno (People-as-One), ni tampoco hay lugar para ningún Poder ilimitado. La democracia, siempre difícil y compleja, se construye con el Pueblo en su pluralidad y diversidad; un Pueblo sí: titular del Poder en democracia, pero sujeto a límites para salvaguardar y desarrollar los derechos de todos y cada uno de sus integrantes.