Axiología gubernamental: una aproximación crítica a la ética pública
Autor: Jorge Reyes Negrete
Universidad Autónoma de Tlaxcala, México
Modalidad: Presencial
Abstract:
La ontología de la ética y su producción axiológico-epistémica suele reproducirse a través de meta-narrativas sobre lo dado y nombrado. De suerte, que la ética pública (hablando de la gestión gubernamental) detenta una fuerte disposición de reproductibilidad a partir de cánones ya establecidos. Aquí, cuando menos, podemos identificar tres hallazgos dilemáticos: por un lado, la teorización de la gestión gubernamental, misma que ya, a priori, constituye un desajuste entre lo requerido socialmente y lo otorgado gubernamentalmente; por otro, la micro-especificación inconsciente de los sesgos de quien toma las decisiones y, finalmente, la tendencia a la formalización e instrumentalización de la racionalidad operativa de ésta -la gestión gubernamental-.
Pensemos, por ejemplo, en el primero de los casos, cuando se diseña el anteproyecto de presupuesto para el ejercicio fiscal siguiente, muchas de las decisiones a ejecutar se hincan en lo que se viene ejerciendo con anterioridad o en los contenidos ético-políticos de instancias internacionales o nacionales (sobre todo en Estados-nación federalistas) que se definen como prioritarios, ocultando los requerimientos institucionales de la comunidad, situada y contextualizadamente. En el segundo argumento, situémonos en muchas de las políticas de intervención gubernativa que se determinan en función de lo que se estima como importante, y en esa estimación, también se aduce y ejecuta la forma de atención, desde el sesgo y la valoración especifica de quien detenta el poder público; y en el tercer planteo puede ser, enunciativamente, cavilar en torno a cómo las decisiones y acuerdos gubernamentales se toman en función de la taxativa normativa que les impone cargas obligacionales, sin que éstas -las decisiones- arroguen pertinencia cultural, lingüística, social, económica y/o garantista en materia de derechos humanos, por decir algunas.
Reflexionar en torno a la categoría de la ética, des-fetichando sus contenidos, desde dimensiones críticas y meta-sistémicas, dando cuenta y visibilizando rasgos retraídamente discutidos en el diálogo público y la gestión gubernamental, resulta una labor ética y políticamente insoslayable, sobre todo en la complejidad que la contemporaneidad exige, a fin de proponer componentes que en la implementación de acciones gubernamentales, construcción de políticas públicas y ejecución de éstas, factibilicen una pertinente y eficaz intervención pública en las problemáticas sociales de la diversidad social de la sociedad.
Problematizar al seno de la utilización del lenguaje en la configuración de imaginarios colectivos, dando cuenta de cómo ésta es determinante para las formas de aproximación al fenómeno identificado como problema público, es, entre tantas posibilidades, una forma de abordaje disruptivo a las meta-narrativas éticas de la administración pública y su forma de concepción sobre la ciudadanía.
Construir una ética, desde la asunción de consciencia de la colocación, posibilita migrar, cualitativamente, de los análisis fenoménico-descriptivos a los etiológico-explicativos. Salto que, desde la responsabilidad gubernamental debe incorporarse y transversalizarse en el semantismo de la administración pública.