El tejido conjuntivo o conectivo es un tipo de tejido de origen mesodérmico que confiere soporte estructural y metabólico a otros tejidos y órganos del cuerpo. Permite además de mantener y dar forma a la estructura orgánica o corporal, el intercambio de nutrientes, metabolitos y productos de desecho. Salvo excepciones contiene vasos sanguíneos y linfáticos. 

El tejido conjuntivo, en todas sus variedades, está compuesto por dos componentes, una población de células de soporte, y una matriz extracelular. La matriz extracelular está a su vez integrada por sustancia fundamental amorfa y por fibras. Según los elementos que predominen o las características propias se distinguen varios tipos: el tejido conjuntivo mucoso, el reticular, el laxo, el denso, elástico y adiposo. 

Además existen algunos tipos de tejido conjuntivo especializado de soporte como el cartílago y el hueso. También la sangre, por su origen mesodérmico y su componente celular y de matriz se considera un tejido conjuntivo especializado.

El hueso y la sangre se detallarán en apartados separados.