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Infierno (Juicio Final)


Autor: Coppo di Marcovaldo (atrib.)

Cronología: 1260-1270

Lugar de conservación: Baptisterio de San Juan, Florencia

 

El interior de la cúpula del Baptisterio de San Juan (Florencia) está completamente cubierto por mosaicos de tradición bizantina, visible por el fondo dorado. En el diseño de los cartones participaron artistas de renombre tales como Cimabue, Meliore o Coppo di Marcovaldo, a quien se le atribuye el infierno. La realización total de los mosaicos fue muy duradera, desde el primer tercio del siglo XIII hasta un siglo después. La cúpula, al respetar la planta octogonal, es una pirámide de ocho caras planas. Las escenas se distribuyen de forma radial desde el centro, también octogonal. El programa iconográfico incluye jerarquías angelicales, un ciclo de san José, de la Virgen María y Cristo, san Juan Bautista, y un gran Juicio Final. La contratación de artistas autóctonos, típico en la región italiana, implica una fuerte presencia de la tradición italiana: clasicista y bizantina. Igualmente, también sigue las tendencias de la época, como la representación protagonista del Juicio Final, del mismo modo que se hacía en las portadas de las catedrales góticas europeas.

La composición de este Juicio Final se asemeja en numerosas cualidades a las de las portadas, además con aspecto de tríptico al usar tres caras de la cúpula. En el centro se encuentra Cristo juez -inscrito en un círculo y mostrando las llagas de las extremidades-, más similar a los pantocrátor altomedievales que a los varones de dolores que se estaban dando en el resto de Europa. En el registro superior de ambos laterales, están los ángeles portando los instrumentos de la Pasión o Arma Christi. En el registro intermedio, también a los dos lados, los doce apóstoles como consejeros -en otras representaciones son relevados por los veinticuatro ancianos del Apocalipsis-, la Virgen y san Juan Bautista, formando así una Déesis de tradición bizantina. Finalmente, en el registro inferior, hallamos la resurrección de la Carne en el centro, con personas desnudas saliendo de los sepulcros; a la derecha de Cristo, los bienaventurados dirigiéndose a Jerusalén Celeste, y a su izquierda, el infierno atribuido a Coppo di Marcovaldo.

En el centro aparece una gran criatura devoradora e insaciable: Satanás. Es antropomorfo, aunque para remarcar su imperfección se le representa desnudo y de color oscuro -rasgos que se asientan desde el año 1000-, y tiene cuernos, serpientes, ranas y lagartos. La gama cromática general es de tonos oscuros y rojizos, estos son los colores de la sangre, el fuego, la enfermedad y la muerte. Asimismo, la composición parece desorganizada y caótica, llena de demonios persiguiendo y castigando a los damnificados. Este tipo de representaciones de Satanás y los demonios influirá en la obra de Dante, quien, además, fue bautizado en este lugar. Los elementos que conforman el paisaje infernal son muy diferentes a los que completan la Jerusalén Celeste. Mientras que en este último hay plantas coloridas con bellas formas floridas, en el infierno abundan los colores oxidados, las formas rocosas y las malas hierbas.

 

Bibliografía

ESTELLA, Esperanza Aragonés (2002): “El mal, imaginado por el gótico”, Príncipe de Viana, Vol. 63, Nº 225, pp. 7-82.

BARRAL RIVADULLA, Mª Dolores (2003): “Ángeles y demonios, sus iconografías en el arte medieval”, Cuadernos del CEMYR, nº 11, pp. 211-236.

BOSKOVITS, Miklós (2007): The mosaics of the Baptistery of Florence. Giunti.

PASQUINI, Laura (2020): “Pigliare occhi per aver la mente”. Dante, la Commedia e le arti figurative. Roma, Carocci.