Clínicas y hospitales

Reacción normal ante un atentado terrorista

Cuando se pasa por un suceso traumático, como puede ser una atentado terrorista, las personas pueden reaccionar de diferentes formas. La mayoría tienen sensaciones y emociones que le generen malestar y que van a cambiar a lo largo del tiempo, aunque no todos presentamos las mismas respuestas.

ESTO ES NORMAL. ESTA ES LA FORMA QUE TENEMOS DE REACCIONAR ANTE UN SUCESO IMPACTANTE

 EL IMPACTO:

La mayoría de las personas respondemos adecuadamente durante el suceso traumático. Reaccionamos para proteger nuestra propia vida y la de los demás. ESTO ES UNA RESPUESTA DE SUPERVIVENCIA. Sin embargo, a veces juzgamos que nuestra actuación durante el desastre no ha satisfecho nuestras expectativas y las de los demás. 

ESTO ES NORMAL, NO SE JUZGUE

 EL SHOCK:

La primera reacción una vez pasado el peligro puede ser el desorden. Nuestras reacciones en esta fase pueden ser:

  • LLANTO
  • NUDEO EN LA GARGANTA
  • ANGUSTIA
  • VACÍO EN EL ESTÓMAGO
  • GRITOS
  • MAREO
  • LAMENTOS
  • DOLOR DE CABEZA
  • CONFUSIÓN
  • QUEDARSE PARALIZADO
  • DESCONTROL
 ESTO PUEDE APARECER, AÚN ASÍ ES NORMAL

DESPUÉS DEL SHOCK:

A partir de aquí, algunas personas preferimos no pensar en lo que ha ocurrido y planeamos actividades como si no hubiese pasado nada.

ESTA NEGACIÓN AYUDA A HACER MENOS FUERTE EL IMPACTO DEL SUCESO

Otras personas podemos sentir un gran malestar que puede manifestarse de diferentes formas:

  • PESADILLAS E IMÁGENES CONSTANTES DEL SUCESO.
  • DESESPERANZA O DESESPERACIÓN.
  • DIFICULTADES PARA DORMIR O DESPERTARES BRUSCOS.
  • SENTIMIENTOS DE IMPOTENCIA.
  • IRRITABILIDAD.
  • SENTIMIENTOS DE CULPABILIDAD O RABIA.
  • TRISTEZA.
  • DIFICULTADES PARA RECORDAR DETALLES DEL SUCESO.
  • ESTADO MUY ELEVADO DE ANSIEDAD.
  • MALESTAR FÍSICO.
  • FALTA DE APETITO.
  • NECESIDAD DE EVITAR SITUACIONES, PERSONAS, PENSAMIENTOS, CONVERSACIONES, … ASOCIADOS AL   SUCESO.

LA REELABORACIÓN Y ACEPTACIÓN:

Si todo sigue el curso previsto esto es el final de la crisis. Es cuando integramos la experiencia traumática dentro de nuestra historia de vida. Los pensamientos y sentimientos se han identificado y expresado. Y podemos tener recuerdos y sentirnos tristes, pero ya hemos recuperado el equilibrio y las riendas de nuestra vida.