1. Casi no existen reglas de juego: Se acopla sobre tus experiencias cotidianas, y jugarlo no exige más compromiso por tu parte que el que estés dispuesto a dar. No tiene unas reglas muy específicas ni una línea argumental que ir descubriendo, es una experiencia sin demasiada profundidad que te ofrece entretenimiento ligero.

2. Adicción a los coleccionables: La invitación a coleccionar cosas es una manera fácil y efectiva de alargar la durabilidad de los videojuegos. Es muy fácil que la idea de seguir invirtiendo tiempo en incrementar las posibilidades de ganar estos "premios" te resulte muy tentadora. Así pues, el valor añadido de estos coleccionables se basa en crear pequeños picos temporales de placer cuando se consigue un pokemon nuevo, lo cual hace asociar ese placer a este tipo de situaciones simples y predecibles, de manera similar a como lo hacía Skinner a la hora de enseñar a sus palomas a jugar al ping-pong.

3. La fiebre de lo social: Te permite interactuar con otros jugadores reales, también te da la oportunidad de crear situaciones curiosas con la realidad aumentada, imágenes que puedes compartir a través de las redes sociales. Las posibilidades son prácticamente infinitas y, tratándose de un juego de Smartphone, la propensión a fotografiar y compartir todo lo que ocurre es muy alta.

4. Una experiencia en compañía: Empezar una partida en solitario puede hacer que termines paseando con personas que acabas de conocer. La gente sale en pandillas a cazar Pokémon, se reúne en parques, se conoce en los Gimnasios Pokémon, se ayudan entre sí a encontrar los ejemplares más raros... Es, para muchos adultos, una vuelta a la infancia porque jugar con esta aplicación es parecido a jugar tal y como lo hacen los niños que salen a los parques.

5. La moda: Cientos de miles de personas se han lanzado a jugarlo en todo el planeta. Desde nostálgicos que han redescubierto el universo Pokémon al que jugaron a finales de los años 90, hasta niños y adolescentes involucrarse en este formato. No importa tu condición, al ser un juego simple y poco profundo no excluye a nadie.