Grupos de investigación

Las fuentes del Nilo Azul

 

 

 

El 21 de abril de 1618 Pedro Páez visitó el pequeño manantial de donde surgen las aguas del Nilo Azul antes de pasar por el lago Tana. Probablemente fue el propio rey cristiano de Etiopía, Susenyos, quien le mostró el sitio, siendo Páez el primer europeo que lo vio y luego describió todas sus características en un capítulo completo de su “Historia de Etiopía”. Aunque este libro no se publicó hasta el siglo XX, el manuscrito fue copiado y la información se incorporó al conocimiento global, a través de las obras del jesuita alemán Athanasius Kircher y los planos del veneciano Vincenzo Coronelli, antes del final del siglo XVII, resolviendo un problema que intrigaba a geógrafos e historiadores desde la Antigüedad. El siguiente europeo que visitó el lugar fue el escocés James Bruce en 1770, y las fuentes del otro gran brazo del río, el Nilo Blanco, en el lago Victoria no se descubrieron hasta los viajes del inglés John Hanning Speke en 1858-1862.