Autor: Borja Minchillo Salas

31 may 2024 - 09:00 CET

En un mundo, cada vez más globalizado y conectado, el aprendizaje de idiomas y el bilingüismo está a la orden del día. El aprendizaje del inglés se ha convertido en algo primordial para muchos padres y a pesar de los caminos tradicionales para su enseñanza, ¿sabías que la cocina puede ser una deliciosa vía para que los niños dominen una segunda lengua, especialmente el inglés?

La cocina trasciende las fronteras lingüísticas, basándose en el lenguaje universal de los ingredientes y las recetas. Cuando los niños participan en actividades culinarias, se encuentran con un mundo nuevo de vocabulario en inglés relacionado con los alimentos, las medidas, las técnicas culinarias y los utensilios de cocina. Aunque pueda parecer que se trate de vocabulario muy concreto o específico, es importante que nuestros hijos tengan un vocabulario amplio si nuestro objetivo es que dominen de una manera fluida y bilingüe la lengua. Cada paso en el proceso culinario les introduce a nuevas palabras inglesas en un contexto divertido y práctico.

La cocina es una actividad intrínsecamente interactiva, que implica la participación práctica y la comunicación en la vida real. Ya sea siguiendo una receta, colaborando con los miembros de la familia o pidiendo ayuda a los adultos, los niños están constantemente inmersos en entornos angloparlantes mientras cocinan. Esta naturaleza interactiva no sólo refuerza la retención del idioma, sino que también cultiva habilidades de comunicación esenciales, ya que participan en conversaciones significativas sobre el proceso de cocción. Además, el aprendizaje del vocabulario les resulta más fácil ya que están inmersos en todos los procesos, siguen una receta, ven en persona los ingredientes, etc. La cocina les estimula múltiples sentidos, creando una experiencia de aprendizaje multisensorial que mejora la adquisición del lenguaje. Los niños no sólo oyen y ven palabras en inglés, sino que también tocan, huelen y saborean los ingredientes con los que trabajan. Esto hace que la adquisición del lenguaje sea más intuitiva y memorable ya que retienen mejor el vocabulario al asociar las palabras con las experiencias sensoriales.

Más allá de la adquisición del idioma, la cocina también les ofrece una puerta a la exploración cultural. Al preparar platos de distintos países de habla inglesa, los niños se hacen una idea de las diversas tradiciones culinarias, costumbres y estilos de vida. Por ejemplo: preparar un desayuno tradicional inglés (hash browns de patata, bacon ahumado, baked beans, un huevo, etc), les va a ayudar a comprender mejor la cultura inglesa, aprendiendo las palabras y vocabulario asociado al plato que van a preparar. Desde el famoso fish and chips, pasando por los hot dogs o los clásicos pancakes o tortitas americanas, cada aventura culinaria es una oportunidad para descubrir una nueva dimensión de la lengua y la cultura.

Tortitas americanas                                                                                 Desayuno inglés

Por otro lado, cocinar es una actividad social que fomenta la unión familiar, las relaciones sociales o la comunicación en general. Cuando los niños cocinan junto a familiares o amigos que hablan inglés con fluidez, se benefician de una exposición constante al idioma en un entorno de apoyo y cariño. La experiencia compartida de preparar comidas juntos crea recuerdos duraderos al tiempo que facilita el aprendizaje del idioma a través de interacciones auténticas y refuerzos positivos. Esta exposición a las relaciones sociales, junto con las destrezas lingüísticas que adquieren cocinando, son inmediatamente transferibles a situaciones de la vida real, lo que capacita a los niños para comunicarse eficazmente en inglés fuera de la cocina. Como por ejemplo: pidiendo comida en un restaurante, leyendo los carteles y etiquetas de los productos en el supermercado o siguiente tutoriales de recetas online.

En conclusión, el bilingüismo y la cocina forman un dúo armonioso que ofrece a los niños una forma deliciosa y eficaz de aprender inglés. Combinando la adquisición del idioma con la exploración culinaria, los niños no sólo amplían su vocabulario y su dominio del idioma, sino que también adquieren conciencia cultural, experiencias sensoriales y valiosas habilidades para la vida; además de que podrán desenvolverse con soltura en entornos cotidianos angloparlante. Entonces, ¿por qué no aderezar el aprendizaje de idiomas con una pizca de aventura culinaria? ¡Anímese y empiece hoy mismo a cocinar para aprender inglés!

Bibliografía:

Alemán, María José, María Fernanda Irrazabal, and María Soledad Loutayf. "DUBBING, RAPPING AND COOKING ENGLISHES RECITANDO, RAPEANDO Y COCINANDO EN INGLÉS." Multicultural texts and voices (2018): 23.

Barco, Ángel Briones. Es fácil aprender inglés si sabes cómo. Mestas Ediciones, 2016.

Lyles, Deanna. APRENDE INGLÉS EN FAMILIA: Todo lo que necesitas para ayudar a tu hijo a ser bilingüe. Kailas Editorial, 2016.

Montes, Estrella Utrera. Juegos para aprender inglés. Lulu. com, 2012.