El auxiliar de conversación en el aula de idiomas: Desafíos y beneficios
Autor: Sergio Ferrer Navas
17 may 2024 - 09:00 CET
Un tema que con frecuencia ha sido controvertido sobre la enseñanza y el aprendizaje de idiomas tiene que ver con la conveniencia de la de la figura del hablante nativo en el aula de idiomas. ¿Puede un profesor no nativo enseñar adecuadamente una lengua extranjera, o es necesario que el estudiante esté expuesto a los hablantes nativos de la misma? Si bien es cierto que este no es el asunto que nos atañe en esta entrada, se podría afirmar que, entre otras cosas, la figura del auxiliar de conversación permite a los estudiantes experimentar dicha exposición.
¿Qué es un auxiliar de conversación? Los auxiliares de conversación son generalmente considerados ayudantes de prácticas de conversación que trabajan mano a mano con el profesor titular correspondiente durante un periodo de entre 12 y 16 horas semanales distribuidos en cuatro días consecutivos. Su presencia en el sistema educativo español ha ido consolidándole a lo largo de la última década. Sólo la comunidad de Madrid ha contratado 2.753 auxiliares de conversación en el curso 2023-2024 con el fin de reforzar el Programa Bilingüe.
El requisito que los candidatos han de poseer en el proceso de selección es tener formación universitaria, que en la mayoría de los casos no se corresponde con la labor docente. Por tanto, a pesar de ser hablantes nativos de la lengua inglesa, por lo general, carecen de la formación lingüística que suele caracterizar a los profesores de idiomas, así como de la formación pedagógica necesaria para aplicar distintas metodologías en el aula. De ahí que uno de los primeros desafíos a los que se enfrentan los centros que los reciben y los profesores que trabajan con ellos es el de guiarles a lo largo del curso para que puedan desempeñar adecuadamente sus funciones en el centro. Con este fin, conviene conocer los estudios realizados por los auxiliares de conversación, sus aficiones e intereses ya que de este modo se puede obtener un mayor rendimiento del auxiliar en el centro educativo.
La formación académica, el bagaje cultural y la actitud hacia la enseñanza de los auxiliares de conversación que se incorporan a nuestro sistema educativo es tan diverso como numerosa es su presencia en los centros actualmente. Normalmente son los profesores quienes llevan a cabo una importante labor de formación práctica en el día a día con ellos en varios asuntos relacionados con la adecuación del nivel de dificultad de las actividades a las características de cada grupo y cuestiones relacionadas con el manejo de la clase, tales como el ritmo al que deben hablar a los alumnos, el reparto del turno de palabra para evitar que participen repetidamente los mismos estudiantes, el tiempo que deben dar al alumnado para que encuentre una respuesta al problema propuesto o las posibles estrategias que pueden utilizar para animales a participar en clase.
Sin embargo, no sólo el centro y su profesorado tienen que enfrentarse a distintos retos que implica la presencia de los auxiliares de conversación en el aula, sino que también son los propios auxiliares de conversación quienes deben hacer frente a numerosos desafíos a lo largo del curso. Algunos de los más comunes tienen que ver con su adaptación a un sistema educativo distinto al que están familiarizados, el cultural shock por el que muchos de ellos atraviesan en las primeras semanas tras su llegada a nuestro país, su coordinación con un número importante de docentes, cada uno con su propio estilo, y el apoyo que deben ofrecer al aprendizaje del idioma a diversos grupos de estudiantes a los que ven en dos o tres ocasiones a la semana en el mejor de los casos. Esto último complica realmente la labor de conocer a los estudiantes en un periodo de tiempo más o menos razonable, sobre todo, teniendo en cuenta que muchos auxiliares de conversación regresan a sus países de origen al finalizar el curso, limitando su presencia en el centro a aproximadamente 9 meses.
¿Merece la pena a la comunidad educativa enfrentarse a todos estos retos y desafíos al inicio de cada año escolar? Aunque cada docente, estudiante y familia puede tener su propia respuesta a esta pregunta, realmente son muchos los beneficios que los alumnos pueden disfrutar al tener un auxiliar de conversación en el aula.
Los auxiliares de conversación son un aliado importante del profesor titular para mejorar las competencias de compresión, producción, interacción y mediación oral del alumnado. Por un lado, debido a la diversidad de países desde los que proceden los auxiliares de conversación, los estudiantes se ven expuestos a una variedad de acentos de la lengua extranjera a lo largo de su permanencia en las etapas de educación primaria y secundaria, lo cual supone una práctica valiosa a la hora de identificar y comprender las variedades de la lengua extranjera, que en el caso del inglés son múltiples al tener una amplia presencia internacional. Por otro lado, los auxiliares pueden ser un recurso humano valioso a la hora de trabajar la producción oral, especialmente en los grupos que tienen un elevado número de estudiantes. Asimismo, el que los alumnos puedan trabajar en parejas o grupos reducidos con el auxiliar les permite sentirse más cómodos y desinhibidos a la hora de hablar en la lengua extrajera delante de sus compañeros. Para el auxiliar también será más fácil proporcionar feedback sobre la competencia del alumno en la producción oral cuando trabaja con grupos reducidos. En este contexto, son numerosas las oportunidades que surgen para que los alumnos estén expuestos a un uso natural de la lengua extranjera. De este modo, los auxiliares llegan a convierten con frecuencia en modelos de corrección fonética y gramatical para los estudiantes durante tales interacciones.
Otras de las ventajas que proporciona la presencia de los auxiliares de conversación en el aula es la de desarrollar la competencia intercultural de los estudiantes, una competencia que es particularmente importante en sociedades plurilingües y multiculturales como la nuestra. En cierto modo, los auxiliares pueden considerarse embajadores de la cultura de su país de origen, por lo que su actuación va más allá de lo meramente lingüístico, y pueden involucrarse en la participación y realización de actividades y de proyectos de carácter cultural. Por lo general, este tipo de actividades son del interés del alumnado y, por tanto, promueven su participación activa en las mismas, pero además ayudan a los estudiantes a entender las claves para comprender y respetar otras maneras de pensar y vivir que son ajenas a su propia cultura. Por lo tanto, el auxiliar de conversación puede contribuir en gran medida a superar barreras culturales y estereotipos que pudieran entorpecer una comunicación respetuosa y eficiente entre personas de diversas culturas. En el aula, habrá incontables oportunidades de reflexionar y debatir sobre distintos aspectos culturales de los países de habla inglesa, así como sobre las costumbres locales, que con frecuencia son novedosas para los auxiliares de conversación.
Por otro lado, cabe señalar que la edad de los auxiliares de conversación, que normalmente abarca entre los 20 y 30 años, les permite abordar algunos temas de la clase de inglés con mayor cercanía, e incluso sentir en ocasiones mayor empatía hacia la forma de pensar del alumnado. Esto puede resultar beneficioso en nuestras clases pues además de proporcionarles una visión más cercana a la que ellos tienen sobre diversos asuntos, también puede promover una mayor participación del alumnado al sentirse identificados con algunos de los puntos de vistas expuestos en clase.
Finalmente, los auxiliares de conversación también pueden llegar a ser modelos positivos para nuestros estudiantes ya que, a partir de su experiencia, pueden motivarlos a plantearse la posibilidad de estudiar o trabajar durante un periodo de tiempo en el extranjero, algo que con frecuencia constituye un factor positivo en el historial académico y profesional de cualquier candidato que opta a un puesto de trabajo.
Para contribuir al éxito de las actividades en las que participan los auxiliares de conversación, parece importante que la formación y participación de éstos sea progresiva. Asimismo, quizá sería conveniente considerar maneras en las que, ya sea desde el propio centro, o desde las administraciones educativas, se les proporcione una formación inicial más extensa que les ayude a enfrentarse con éxito a situaciones cotidianas a las que se enfrentarán en las aulas.
En cualquier caso, aunque tener un auxiliar de conversación en el aula puede implicar cierto grado de dedicación por parte del profesor titular para guiarle en su actividad educativa, debido a su falta de formación docente y a menudo a su corta experiencia laboral, los beneficios mencionados arriba bien pudieran merecer dicho esfuerzo. Los auxiliares de conversación dotarán de un aire fresco y multicultural al aula de idiomas y contribuirán a conseguir unos de los grandes objetivos de la educación que señaló el periodista norteamericano Sydney Justin Harris, que es el de “convertir espejos en ventanas”, es decir, ayudar a nuestros estudiantes a que sean ventanas abiertas a nuevas ideas y a nuevos mundos que enriquezcan el suyo propio.